Gregorio Allegri y Lembit Oll
La música: “Miserere mei, Deus” de Gregorio Allegri Que nadie se me ofenda, pues es obvio que hay a quien le gusta y alguno igual me lee, pero hay montones …
La música: “Miserere mei, Deus” de Gregorio Allegri Que nadie se me ofenda, pues es obvio que hay a quien le gusta y alguno igual me lee, pero hay montones …
Miserere mei, Deus
Miserere mei, Deus,
secundum magnam misericordiam tuam.
Et secundum multitudinem miserationum tuarum,
dele iniquitatem meam.
Amplius lava me ab iniquitate mea:
et a peccato meo munda me.
Quoniam iniquitatem meam ego cognosco:
et peccatum meum contra me est semper.
Tibi soli peccavi, et malum coram te feci:
ut justificeris in sermonibus tuis,
et vincas cum judicaris.
Ecce enim in iniquitatibus conceptus sum:
et in peccatis concepit me mater mea.
Ecce enim veritatem dilexisti:
incerta et occulta sapientiae tuae manifestasti mihi.
Asperges me hyssopo, et mundabor:
lavabis me et super nivem dealbabor.
Auditui meo dabis gaudium et laetitiam:
et exsultabunt ossa humiliata.
Averte faciem tuam a peccatis meis:
et omnes iniquitate meas dele.
Cor mundum crea in me, Deus,
et spiritum rectum innova in visceribus meis.
Ne projicias me a facie tua:
et spiritum sanctum tuum ne auferas a me.
Redde mihi laetitiam salutaris tui:
et spiritu principali confirma me.
Docebo iniquos vias tuas:
et impii ad te convertentur.
Libera me de sanguinibus, Deus, Deus salutis meae
et exsultabit lingua mea justitiam tuam.
Domine, labia mea aperies:
et os meum annuntiabit laudem tuam.
Quoniam si voluisses sacrificium, dedissem utique:
holocaustis non delectaberis.
Sacrificium Deo spiritus contribulatus:
cor contritum et humiliatum, Deus, nos despicies.
Benigne fac, Domine, in bona voluntate tua Sion:
ut aedificentur muri Jerusalem.
Tunc accetabis sacrificium justitiae,
oblationes et holocausta:
tunc imponent super altare tuum vitulos.
Ten misericordia de mi, oh Dios
Ten misericordia de mi, oh Dios:
conforme a tu gran misericordia.
Y conforme a la multitud de tus piedades,
borra mi maldad.
Lávame enteramente de mi culpa,
y límpiame de mi pecado.
Porque yo conozco mi maldad,
y mi pecado está siempre ante mis ojos.
Contra ti solo he pecado, y hecho lo malo delante de ti:
porque te justifiques en tus palabras,
y venzas en tu juicio.
He aquí que en iniquidades fui engendrado,
y en pecados me concibió mi madre.
He aquí que amas la verdad:
me has manifestado los misterios y secretos de tu sabiduría.
Rocíame con hisopo y seré limpio:
lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
y saltarán de placer mis huesos apocados.
Aparta tu rostro de mis pecados,
y borra todas mis iniquidades.
Crea en mi, oh Dios,
un corazón puro y renueva dentro de mi un espíritu recto.
No me eches de tu presencia,
y no quites de mi tu santo espíritu.
Devuélveme el gozo de tu salvación,
sosténgame un espíritu de príncipe.
Enseñaré a los pecadores tus caminos,
y los impíos se convertirán a ti.
Líbrame de toda sangre, oh Dios, de mi salud,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, abrirás mis labios,
y mi boca anunciará tu alabanza.
Porque si hubieras querido sacrificio, yo lo hubiera ofrecido:
mas no te serán agradables los holocaustos.
Para Dios es sacrificio un espíritu atribulado:
el corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo despreciarás.
Haz bien, oh Señor, con tu buena voluntad a Sion:
para que sean edificados los muros de Jerusalén.
Entonces aceptarás el sacrificio legítimo,
las ofrendas y holocaustos:
entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.