Penrose - Tal

Olimpiada de Leipzig 1960


1.d4 Nf6 2.c4 e6 3.Nc3 c5 La variante moderna de la Benoni, defensa que incluye asimismo las líneas 1.d4 c5 y 1.d4 Nf6 2.c4 c5, caracterizadas (tras la salida de peón de dama de las blancas) por que el contragolpe ...c7-c5 se produce antes de que las negras hayan jugado ...d7-d5. La etimología es francamente curiosa: "Benoni" significa "hijo del dolor" en hebreo, y remite al pasaje del Génesis donde Raquel, esposa de Jacob, da a luz a su segundo hijo y, ya moribunda, le pone por nombre Ben Oni. (Por poco tiempo, dicho sea de paso, puesto que el padre se lo cambia enseguida por el de Benjamín —Ben Yamin, "hijo de la felicidad"—; felicidad, quiero pensar, que no deriva de haber enviudado de la sufriente Raquel). No es que las jugadas aparezcan en la Biblia, o algo así. En 1825 Aaron Reinganum, un ajedrecista alemán de etnia judía, publicó el tratado Ben-Oni, oder die Vertheidigungen gegen die Gambitzüge im Schache, donde analizaba defensas contra diversos gambitos, y en particular la entonces desconocida apertura 1.d4 c5. Reinganum estudiaba ajedrez como remedio contra la depresión, de ahí el título de su libro. La variante moderna es fruto de la fértil imaginación de Frank Marshall, que la usó un par de ocasiones en el torneo de Nueva York de 1927, bien es cierto que con discreto éxito. Considerada durante décadas una extravagancia, se ganó el estatus de defensa seria en los cincuenta gracias a Tal (inspirado a su vez por Nezhmetdinov, Yavé los cría y ellos se juntan), a cuyo estilo le encajaba como un guante. 4.d5 Penrose, con la mochila repleta de munición finlandesa, opta por la jugada más ambiciosa. Si el cuerpo no te pilla predispuesto para la fiesta siempre se puede recurrir a 4.Nf3, derivando a la apertura inglesa. 4...exd5 5.cxd5 d6 Veamos de qué va esto. Salta a la vista que las blancas mandan el centro, y antes o después colocarán un peon en e4. Eventualmente, este peón podría ser entregado/cambiado en e5, lo que permitiría avanzar al peón de dama. El otro gran problema de la estructura negra es el peón retrasado de d6, que puede atacarse desde f4 con un alfil o desde c4 con un caballo. Para compensar su evidente inferioridad estratégica, el negro ha de jugar muy activamente, movilizando cuando antes su mayoría en el ala de dama, fianchetando en g7 como en la india de rey para luchar por e5, y recurriendo si hace falta a trucos tácticos e incluso sacrificios de material para no ceder la iniciativa. Resumido: no es una defensa para pusilánimes. Por su peculiar naturaleza, muchos grandes —y hasta inmensos— del tablero han recurrido ocasionalmente a la Benoni en situaciones de máxima exigencia, en las que había que ganar con negras sí o sí. Enseguida os recordaré un par de ejemplos de gran relevancia histórica: la segunda de las partidas, de hecho, acaso sea la más histórica de todos los tiempos. 6.e4 Si se quiere ir un poco más despacio, 6.Bf4 g6 7.Nf3 Bg7 8.Qa4+ Bd7 9.Qb3 es factible, pero aun así el negro puede complicar la batalla con 9...b5!?. Lo más sólido debería ser fianchetar el alfil de casillas blancas, siendo 6.g3 g6 7.Bg2 Bg7 8.Nf3 O-O 9.O-O a6 10.a4 Re8 11.Nd2 Nbd7 12.h3 Rb8 13.Nc4 la continuación recomendada por la teoría. "Debería", siempre y cuando, claro está, que no se te siente enfrente un tal Kasparov, en edad de merecer y dispuesto a comerse al mundo. Y eso vale hasta si eres el vigente subcampeón del mundo y un superviviente vocacional. Hablo, por descontado, de la primera vez que se enfrentaron Korchnoi y el Ogro de Bakú. Ocurrió en la Olimpiada de Lucerna de 1982, cuando Karpov, líder del equipo soviético y harto de vérselas con su archienemigo, que defendía el primer tablero de Suiza, decidió tomarse un descanso y pasarle la tostada a Kasparov. El choque despertó una expectación inusitada y no defraudó lo más mínimo. Luego de 13...Ne5 14.Na3 Nh5 15.e4, Kasparov movió 15...Rf8?! (hoy sabemos que esta jugada es inferior y se prefiere 15...Bd7), y tras 16.Kh2 f5 17.f4 destapó la caja de los truenos con 17...b5!. Y ahí permaneció el caballo, impertérrito, hasta que Korchnoi (que había tenido la partida ganada) no pudo más y lo capturó en la jugada 24, con consecuencias fatales. Lo más próximo al Thrilla in Manila que se ha visto en un tablero. 6...g6 7.Bd3 Hay diversas alternativas a este movimiento. La más violenta es el ataque Taimanov 7.f4 Bg7 8.Bb5+, pero la principal es 7.Nf3 Bg7 y ahora lo estándar es 8.h3 O-O 9.Bd3, la llamada línea principal moderna, o bien 8.Be2, la línea principal clásica. Aquí es obligado entretenerse un poco, pues 8...O-O 9.O-O Re8 10.Nd2 (otra importante línea de la Benoni, la del tour del caballo, aparece cuando esta típica maniobra, proyectando Nc4, se implementa sin combinarse con e2-e4 en el corto plazo) 10...Nbd7 11.Qc2 completan, en un orden algo distinto, las jugadas iniciales de la mítica tercera partida del mundial Spassky-Fischer, la que se disputó a puerta cerrada. No concibo que uno solo de vosotros no conozca el episodio, pero podéis refrescar la memoria leyendo la primera entrada que escribí del blog, allá por diciembre de 2011. Normales en este punto serían 11...Nb6 o 11...Ne5, pero en el momento más crítico de su carrera Fischer se sacó de la manga la increíble 11...Nh5!?. Lógicamente, Spassky capturó el caballo, 12.Bxh5 gxh5, pero esos horrendos peones doblados resultan no serlo tanto, porque la columna abierta y el peón de h5 pueden usarse como ariete contra el enroque y el blanco ha cedido un alfil más importante de lo que parece. Lo que sigue es Fischer en modo dios: 13.Nc4 (13.a4, con la intención de Ra3 para desplazar la torre al otro lado del tablero, merecía consideración) 13...Ne5 14.Ne3 (14.Nxe5 Bxe5 15.Be3 era más simple, pero se puede seguir echando leña al fuego con 14...f5!?) 14...Qh4?! (una jugada bastante sospechosa, pero ya no tiene sentido pisar el freno) 15.Bd2?! (a 15.f3! sigue 15...f5, pero objetivamente es lo que había que jugar, con una importante ventaja para las blancas según la máquina) 15...Ng4! 16.Nxg4 (si 16.h3 Nxe3 17.Bxe3, el negro puede continuar su ofensiva con 18...Kh8 o 18...f5) 16...hxg4 (y de repente, la estructura de peones blanca se cura; Spassky ha dilapidado toda su ventaja) 17.Bf4 Qf6 18.g3?! (una imprudencia, en vista de la ausencia del alfil de casillas blancas; 18.Bg3 mantenía el equilibrio) 18...Bd7 (llegó la hora de activar el otro flanco) 19.a4 b6 (esta jugada intermedia es necesaria, porque 19...a6 se responde con 20.a5) 20.Rfe1 a6 21.Re2 (intentando —sin éxito— preparar e4-e5) 21...b5 22.Rae1?! (aquí Spassky pasó por alto una buena oportunidad: 22.e5! dxe5 23.Be3 c4 24.Bc5 y los análisis con ordenador indican que el blanco tiene el contrajuego justo para empatar) 22...Qg6! (muy fina, parando indirectamente el avance y abriendo paso al alfil de g7) 23.b3 (no vale 23.e5 por 23...Qxc2 24.Rxc2 b4 25.Ne4 Bxa4 26.Rce2 dxe5) 23...Re7?! (por ser justos del todo, esto es una imprecisión, era mejor dinamizar la ruptura con 23...Rac8; el porqué es imposible de entender sin un ordenador al lado, ya os lo aviso) 24.Qd3 Rb8 (24...Bxc3? 25.Qxc3 bxa4 26.bxa4 Bxa4 no procede, ya que 27.e5 da mucha iniciativa a las blancas) 25.axb5 (hay que cambiar, porque si no lo hace el negro y lleva su torre a b3) 25...axb5 26.b4 (si no se juega esto, el peón negro avanza y el alfil ataca desde b5; cuando Fischer se ponía en este plan, daba igual el adversario) 26...c4 (ahora el norteamericano dispone de un peón pasado y protegido; la posición blanca empieza a ser crítica) 27.Qd2 Rbe8 28.Re3 (no queda otra; el peón de e4 ha pasado de potencial amenaza a clara debilidad) 28...h5! (aún es pronto para 28...Bxc3? 29.Qxc3 Rxe4 30.Rxe4 Rxe4 31.Rxe4 Qxe4, pues las blancas recuperan el peón con 32.Qf6) 29.R3e2 Kh7 30.Re3 Kg8 (ganando tiempo de cara al control de la jugada 40) 31.R3e2 Bxc3 (ahora sí) 32.Qxc3 Rxe4 33.Rxe4 Rxe4 34.Rxe4?! (al ruso se le escapa su última posibilidad: puede demostrarse que 34.Kc1! Rxe1+ 35.Kxe1 Qe4+ 36.Kd1 Qxd5+ 37.Kc1, contra toda lógica y a pesar de los dos peones de menos, es tablas gracias a los alfiles de distinto color) 34...Qxe4 35.Bh6 (35.Qf6 Qb1+ 36.Kg2 Bf5 37.Qg5+ Bg6 aclara el sentido de 28...h5) 35...Qg6 36.Bc1 Qb1 37.Kf1 (y 37.Kg2 Bf5 aclara el sinsentido de 18.g3) 37...Bf5 38.Ke2 Qe4+ (el agujero en las casillas blancas es clamoroso) 39.Qe3 (39.Kf1 Qh1+ 40.Ke2 Bd3+) 39...Qc2+ (cuidado porque 39...Qxd5? 40.Qg5+ es jaque continuo) 40.Qd2 (40.Ke1 c3 41.Qg5+ Bg6) 40...Qb3 41.Qd4 Bd3+ y las blancas se rindieron porque tras 42.Ke3 Qd1 parar el mate cuesta el alfil, mientras que si 42.Ke1 Qxb4+ el peón de b4 cae con jaque. Si desea cambiar la historia del ajedrez, pulse aquí. 7...Bg7 8.Nge2 Antes de la partida Ojanen-Keres, el combo Bd3+Nge2 no disfrutaba de una especial reputación. Es cierto que tras Ng3 el peón de e4 queda muy bien defendido, y la ruptura negra ...b7-b5 se controla por un tiempo, pero el caballo ya no presiona d6 desde c4, lo que permite a las negras maniobrar con cierta comodidad (por ejemplo llevando su dama a c7, para seguir con ...c5-c4 y ...Nc5). Pero Ojanen se percató de algo importante, que hasta entonces se había pasado por alto: tras f2-f4 se podía entregar el peón central en e5 e inmediatamente jugar f4-f5. Al haberse evacuado e4, un caballo podía instalarse allí, bloqueando el contrajuego del negro en la columna y colaborando en el asalto al enroque con el peón de f5, que puede cambiarse en g6 o avanzar a f6. 8...O-O 9.O-O a6 Tras el varapalo que Tal y Keres sufrieron con este movimiento (el estonio prefirió otro orden de jugadas, 9...Re8 10.h3 Nbd7 11.Ng3 a6 12.a4 Qc7 13.f4), cayó en desuso una temporada y los teóricos se centraron en 9...Na6 (para presionar d5 desde c7 y así dificultar e4-e5), 9...b6 e incluso 9...Ne8, pero es una idea válida y absolutamente benoniana. 10.a4 Las blancas, como es natural, previenen ...b7-b5. 10...Qc7 Con esta elástica jugada las negras miran al centro con un ojo y al ala de dama con el otro. Si se prefiere puede jugarse primero 10...Nbd7, como hizo el propio Tal contra Mileika en una partida jugada en Riga en 1954. Partida, me parece a mí, que explica bastante lo que pasó en Leipzig seis años después, ya que Tal liquidó a su paisano sin despeinarse y jugando más o menos lo mismo: 11.Bg5?! Qc7 12.Rc1 c4 13.Bb1 Nc5 14.Be3?! (14.e5) 14...Nfd7?! (14...Nb3 daba ya bastante ventaja) 15.Nd4 Ne5 16.h3 Re8 17.b4? (17.f4) 17...Ncd3 18.Bxd3 Nxd3 19.Rb1 f5 20.exf5 gxf5 21.Nce2 f4! etc. El salto 10...Ng4?! tiene mucho menos fuste, 11.h3 Ne5 12.Bc2 Nbd7 13.f4 Nc4 14.Qd3 Na5 (Pfleger-Durao, La Haya 1966). Tras 15.Qg3 b5 16.e5 no alcanza uno a entender para qué ha servido toda esa tournée del equino. 11.h3 Es prudente negarle esta casilla al caballo antes de avanzar el peón f. Si 11.f4 directamente, el negro se activa con 11...c4 12.Bc2 Qc5+ 13.Kh1 Ng4. 11...Nbd7 12.f4 Poniendo el agua a hervir. 12...Re8 Tal culpó a esta jugada de sus posteriores desgracias, con el doble argumento de que, por un lado, el peón de e4 está bien defendido así que atacarlo es una pérdida de tiempo, y por otro la casilla f7 queda desprotegida. De primeras tiene sentido, pero no es tan sencillo. Si 12...Rb8, es verdad que 13.Ng3?! c4 14.Bc2 b5 nivela la partida, pero es posible jugar más sutilmente, 13.Be3, que desactiva la maniobra anterior porque tras 13...c4? 14.Bc2 b5 15.axb5 axb5 el salto 16.Nd4 es criminal. De modo que toca 13...Re8 y estamos en las mismas. 13.Ng3 Aquí hay un detalle táctico, que justifica la presencia de la torre en e8: 13.Be3?! Nxe4! 14.Bxe4 Nf6 15.Ng3 Nxe4 16.Ncxe4 f5 nivela el juego. 13...c4 14.Bc2 Nc5?! En realidad, el considerable dolor que el flamante campeón del mundo va a experimentar en la partida es hijo de esta jugada. Con el caballo ya en g3, lo correcto es 14...Rb8, activando sin demora el contraataque en el ala de dama y manteniendo e5 bajo vigilancia. Aunque la máquina propone 15.a5, entorpeciendo la expansión en el flanco, la continuación crítica es 15.Qf3 b5 16.axb5 axb5, y la clave es que, al contrario de lo que ocurre en la partida, 17.e5? dxe5 18.f5 falla por 18...Bb7!, con una arrolladora posición para las negras, por ejemplo 19.Be3 e4!, para seguir con ...Ne5 y ...b5-b4, provocando el derrumbe del centro blanco. Debe continuarse con 17.Be3, y ahora sí vale 17...Nc5, aunque hay implícito un sacrificio de calidad. Tras 18.e5 dxe5, 19.f5? aún es malo por 19...e4!, por lo que hay que conformarse con 19.fxe5 Rxe5! 20.Bd4 (ganar la calidad con 20.Bf4? no es nada aconsejable, ya que 20...Nfd7 21.Bxe5 Nxe5 da a las negras una iniciativa descomunal) 20...Rg5 21.Nge2 Nh5, con una situación de esas que llaman de equilibrio dinámico, lo que significa que puede pasar de todo menos aburrirnos. 15.Qf3! Hay que regar un poco más la maceta, porque si 15.e5?! dxe5 ni 16.fxe5 Qxe5 ni 16.f5 Nd3 carburan. Quizá temiendo una sorpresa del laboratorio soviético, Penrose innova con respecto a la partida Ojanen-Keres, donde se jugó la igualmente buena 15.Kh1!. El sentido de este movimiento se aprecia, por ejemplo, tras 15...Rb8? 16.e5! dxe5 17. fxe5 Rxe5 18.Bf4, ya que puede comprobarse —os lo ahorro— que el sacrificio de calidad funcionaría con el rey en g1, pues en un cierto momento la dama se desclava dando jaque en c5. Keres prefirió asegurar la defensa de e5 con 15...Bd7 16.Qf3 Kh8 17.Be3 Ng8 18.Rad1 antes de romper con 18...b5 19.axb5 axb5, dando al nórdico todo el tiempo del mundo para preparar su sensacional plan: 20.e5! dxe5 21.f5!. Keres intentó reaccionar con 21...b4 22.d6 Qa5 23.Nce4 Nd3, devolviendo el peón (a 23...Na4 sigue 24.Ng5), pero tras 24.Bxd3 cxd3 25.f6 Bf8 26.Rxd3 no hace falta un título FIDE para ver que la posición negra es un churro. Luego de 26...Nh6 27.Rfd1 Red8 28.Qf2 Qb5, Ojanen pudo acortar el sufrimiento de su rival con 29.Rd5!, que se embolsaba el peón de e5 sin más ceremonia, pero prefirió consolidar el de d6 con 29.Qd2. Se continuó con 29...Nf5 30.Nxf5 Bxf5 31.Rd5 Qb7 32.Nc5 Qc6, y aunque de momento se perdió la ocasión de capturar en e5, importa poco porque el rey negro está vendido, 33.Bh6 Bxh6 34.Qxh6. La defensa 34...Rg8 es única, y ya sí 35.Rxe5. Más aún, 35...Rad8 36.Rd4 amenaza Qxh7+ seguido de Rh5#, así que 36...g5 es forzoso y se pierde el alfil, 37.Rxf5. Tras 37...Rxd6 38.Rxg5, las negras abandonaron ante el inminente mate 38...Rxf6 39.Rxg8+ Kxg8 40.Rd8+. 15...Nfd7?! Con esto ya se lía del todo. Era imperativo jugar 15...Rb8, aunque ahora el sacrificio de calidad 16.e5 dxe5 17.fxe5 (17.f5?! b5 18.Bg5 e4 todavía no toca) 17...Rxe5 18.Bf4 Nfd7 19.Rad1! b5 20.Qf2 Bb7 21.d6 Qc8 22.Bxe5 es mucho menos efectivo. 16.Be3 b5 El ordenador prefiere enredar con 16...Nd3, aunque tras 17.Bxd3 cxd3 18.Rac1 el futuro del peón de d3 parece tan oscuro como su camisa. Se hizo de noche, por cierto, para 16...Rb8: sin el caballo apoyando ...e5-e4, 17.e5 dxe5 18.f5! es ya factible. 17.axb5 Rb8 18.Qf2 El británico anda tan desahogado que puede permitirse este movimiento profiláctico, apartando la dama de un posible ataque del caballo en e5 o del peón en e4, presionando c5 y reforzando de reojo b2, pero 18.e5! era perfectamente jugable. 18...axb5 19.e5! Allá vamos. 19...dxe5 19...b4 20.Nce4 Nxe4 21.Nxe4 dxe5 22.f5! no altera el diagnóstico en lo más mínimo. Y si las negras se anticipan con 19...f5, viene la tremenda 20.Bxf5! gxf5 21.Nxf5 con un imparable ataque, por ejemplo 21...dxe5 22.Nxg7 Kxg7 23.fxe5 Rf8 24.Qg3+ Kh8 25.Bd4. Quizá lo menos malo es 19...Rf8, lo que da idea de a qué precio está el euríbor. 20.f5! La formidable arma secreta de Ojanen. 20.fxe5 Rf8 21.d6 Qc6 22.Rfd1 Nd3 23.Bxd3 cxd3 24.Rxd3 Nxe5 también da, objetivamente, una gran ventaja a las blancas, pero ceder al Tal de 1960 un miligramo de iniciativa era opositar a problemas. 20...Bb7 Tal intenta desesperadamente activarse. Si 20...Rf8 21.f6, la captura del peón cuesta una pieza, y la no captura 21...Bh8 igual o más, véase 22.d6 Qxd6 23.Nf5! Qxf6 24.Nd5. 21.Rad1 Más que suficiente. 21.fxg6! fxg6 22.Bxg6! habría sido pedir demasiado, realmente, aunque Stockfish garantiza que el ataque es ganador: 22...hxg6 23.Qf7+ Kh8 (si 23...Kh7, 24.Nh5! liquida el asunto, porque tanto 24...gxh5 25.Rf5 como 24...Rg8 25.Nf6+ son demoledoras) 24.Qxg6 (amenazando Rf7) 24...Rf8 (no tiene sentido cansaros con mil variantes; baste decir que 24...Nf6 25.Rxf6! y 24...Nf8 25.Qh5+ Kg8 26.Nf5 ganan igualmente) 25.Nxb5 Qd8 26.Nd6 Rxf1+ (26...Qe7 27.Ngf5) 27.Rxf1 Bxd5 28.Nf7+ Bxf7 29.Rxf7 Qg8 30.Bh6 Bf8 31.Qh5. 21...Ba8?! Está claro que Tal no tenía el día. El doble sacrificio de peón 21...e4!? 22.Ngxe4 Nd3 23.Bxd3 cxd3 24.Rxd3 b4, buscándole las cosquillas a la dupla de caballos blancos, habría obligado a Penrose a jugar 25.fxg6 fxg6 26.Qf7+ Kh8, y ahora lo único que gana es 27.Ng5! (27.Nb5? Qc2! da la vuelta a la partida) 27...Qc4 (alternativas: 27...Rf8 28.Qxg7+!; 27...bxc3 28.Bd4!) 28.Rd4!, al ser la torre invulnerable por el mate en h7. Otra posibilidad es 21...b4 22.fxg6 fxg6, pero 23.Bxg6! decide con ideas parecidas a las de la variante a la jugada 21 de las blancas. 22.Nce4 El cambio en g6, con el subsiguente sacrificio del alfil, sigue funcionado, pero la jugada de las blancas es irreprochable: se corta de raíz la maniobra ...e5-e4, se presionan las casillas críticas c5, d6 y f6 y se resta importancia a ...b5-b4. 22...Na4 Es difícil saber si esto fue un despiste, porque las negras pierden una pieza, o a propósito, ya que a cambio consiguen dos peones pasados en el flanco de dama. En todo caso, la alternativa 22...Nxe4 23.Nxe4 b4 24.fxg6 fxg6 25.Qf7+ Kh8 26.Ba4 Rbd8 27.Ng5 es durísima. 23.Bxa4 Hay diversas opciones ganadoras, la más espectacular 23.Nh5 gxh5 24.f6 Bf8 25.Qg3+ Kh8 26.Ng5 Ndb6 27.Nxh7, pero Penrose, con buen criterio, va a lo seguro. 23...bxa4 La intermedia 23...gxf5 24.Nxf5 carece de sentido. 24.fxg6 fxg6 25.Qf7+ La clavada del caballo resuelve el duelo. 25...Kh8 26.Nc5 Qa7 Si 26...Rbd8 27.Ne6 el caballo lo ataca todo. 27.Qxd7 A estas alturas gana prácticamente cualquier jugada, pero había que esquivar una pequeña trampa: 27.Qxg7+? Kxg7 28.Ne6+ Rxe6 29.Bxa7 Rxb2 30.dxe6 Rxg2+ 31.Kh1 Rxg3+ 32.Kh2 Rg2+. Las negras tienen el empate garantizado por jaque continuo, y hasta pueden probar suerte con 33.Kh1 Nf6. 27...Qxd7 28.Nxd7 Rxb2 Esos peones pasados (y esos alfiles en las diagonales principales) tienen un aspecto un tanto amenazante, pero Penrose no pierde la compostura. 29.Nb6 Rb3 La otra opción es avanzar alguno de los peones, pero no se llega a ningún lado. Así, 29...a3 30.Nxc4 Rc2 puede responderse con 31.Ne4!, con el consiguiente doble en d6 si se captura en c4. Puede insistirse con 31...a2 32.Nb6 Re2, pero 33.Rfe1 mantiene el control. Si es el otro peón el que mueve, 29...c3, 30.Nxa4 Rb3 31.Nc5 Rb2 32.Bc1 Ra2 33.Nge4 c2 34.Rd2 Bh6 35.Rdf2 Bxc1 36.Rxc1 da la victoria a las blancas. 30.Nxc4 Rd8 Si 30...a3 se juega 31.d6, como en la partida. 31.d6 Vaya. Las blancas tienen su propio peón pasado. Y no es manco, precisamente. 31...Rc3 O bien 31...a3 32.Rf2. 32.Rc1 El cambio de torres difumina las microscópicas opciones del negro. 32...Rxc1 Puede intentarse 32...Rd3 33.Rfd1 e4 34.Bb6 Rd7 35.Rxd3 exd3 36.Re1, pero las amenazas en la última fila impiden a las negras sacar partido de su infantería. 33.Rxc1 Bd5 34.Nb6 Bb3 Tampoco vale 34...Rxd6 35.Nxd5 Rxd5 36.Rc8+. 35.Ne4 Por una cosa o por otra, el alfil de g7 nunca termina de activarse. 35...h6 Esto ya es pura desesperación. Si se empujan los peones son las blancas las que llegan primero, 35...a3 36.d7 a2 37.Bg5. 36.d7 Bf8 37.Rc8 Be7 38.Bc5 ¿Para qué molestarse en capturar en h6? 38...Bh4 39.g3 Se acabó: 39...a3 40.gxh4 a2 41.Rxd8+ Kg7 42.Ra8. La fecha de Ojanen mató al dragón. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Zheuthen, Watson, Knaak, Speelman y Sullivan]