Estudio de A. Kazantsev

Shakhmaty v SSSR 1949


Una extraña posición, con material más o menos parejo y sendas avalanchas de peones pasados muertos de ganas de coronar. Pero es el blanco, seguramente, quien va a pasarlo peor, por la asfixiante amenaza de mate en la primera fila que pesa sobre su rey. Tocan medidas urgentes para parar 1...Rd1+:

1.Nc2! La otra posibilidad, 1.Be1?, fracasa por 1...Rxg6!, reactivando la amenaza de mate. La única solución es 2.Bf2, pero tras 2...Rxc6 seguimos en las mismas y se han dilapidado dos preciosos peones. Podría seguir 3.Nb3 (tras la resignada 3.Be1 lo más contundente es 3...f3! 4.h8=Q f2 y las blancas, a falta de jaques útiles con su dama, no tienen otra que entregarla por el alfil para detener —por poco tiempo— el mate) 3...Rc8 y los dos peones supervivientes están bien controlados, 4.Bd4 Re8 (siempre la espada de Damocles de la primera fila) 5.Bc3 Bg7! (o incluso 5...f3!). 1...Bg7! La posición es muy de doble filo y quien se despiste lo más mínimo se va al abismo. 1...Rxg6? pierde, pues tras 2.Bb6 Rd6 (2...Bg7 3.a7) las blancas tienen 3.Bd4, neutralizando el mate por tiempo suficiente para que dé tiempo a coronar, 3...Bg7 4.c7 Rc6 5.Bxg7. 2.c7 Pero no 2.a7? a2 3.a8=Q (5.Be1 se anula como antes, 5...Rxg6 6.Bf2 Rxc6) 3...a1=Q+ 4.Nxa1 Rd1+ y mate. 2...Rc6 Forzada. El detalle es que el peón de c corona con jaque. 3.a7 Rxc2! Ojito con 3...a2? porque ahora la pícara 4.Be1! sí la lía, 4...Rxc2 (4...a1=Q 5.Nxa1 Rc1 6.Nc2) 5.a8=Q a1=Q 6.Qf3#: el cazador, cazado. 4.Bd2! Salvando temporalmente los muebles, porque si 4...Rxd2? 5.c8=Q+ Kg3 6.Qc1 las blancas ganan. Ahora bien: si al negro, en vez de por esta memez, le da por avanzar su peón de torre, ¿cómo lo solucionamos? 4...a2 No será porque no lo he advertido. 5.a8=Q a1=Q+ 6.Qxa1 Bxa1 No habéis visto en toda vuestra vida una posición más perdida que esta, confesadlo. 7.c8=Q+! Una jugada tan desesperada, en apariencia, como 7.Bxf4?, fácilmente refutable mediante 7...Be5 8.Bxe5 Rc1#. Pero a veces las apariencias engañan: 7...Rxc8 8.Bc3!! La clave de este fantástico estudio, un Notovny nada menos, visto por primera vez en el blog en la entrada sobre Rudenko de mayo de 2012. Hace eones de eso así que os refresco la memoria: las blancas sacrifican una pieza, en este caso el alfil, en una casilla donde puede ser capturada tanto por la torre como por el alfil. Y, según que se capture con una u otra pieza, la otra deja de poder realizar la tarea que hasta entonces tenía encomendada. 8...Rb8 El sacrificio, por cierto, no tiene por qué aceptarse, y aquí es la mejor opción del negro. De hecho, si se captura con la torre las blancas hasta pierden, porque la interferencia impide al alfil controlar la gran diagonal y ambos peones coronan, 8...Rxc3? 9.h8=Q+ Kg4 10.g7. Si, por el contrario, se toma con el alfil, 8...Bxc3, el célebre mate en el sótano se demora el tiempo justo para que las blancas salden todas sus existencias, 9.g7 Ra8 (o 9...Bxg7 10.h8=Q+ Bxh8) 10.h8=Q+ Rxh8 11.gxh8=Q+ Bxh8, y tablas por ahogado. 9.Bb2! Ajá. Si 9.h8=Q+? Rxh8 10.Bxh8 f3! (10...Bxh8 11.g7 Bxg7 es ahogado otra vez) 11.g7 f2 12.g8=Q f1=Q+ las negras se imponen. 9...Re8 10.Be5! Rd8 11.Bd4! Le vais cogiendo el truco ¿no? La torre puede desplazarse cuanto le dé la gana por las casillas b8-e8, es lo mismo porque el alfil siempre puede suicidarse en la diagonal. No cabe, entonces, más que aceptar el ahogado, 11...Bxd4 12.g7 Ra8 13.h8=Q+ Rxh8 14.gxh8=Q+ Bxh8. Un empate honrosísimo para ambos bandos, que hace justicia a lo visto en el terreno de juego. 1/2-1/2