Estudio de R. Réti y A. Mandler

Eclaireur de Nice 1924


La estrategia de ambos bandos está clara. El blanco querría colocar su rey en c2, tras lo cual la victoria es sencilla porque o bien terminará moviendo a d3 y luego capturará en d4, o bien podrá responder a ...d4-d3 con exd3, y raro sería que entre el rey y el caballo no pudieran controlar al otro peón negro y a la vez conservar el suyo. Sin embargo, no hay un modo claro de conseguirlo: el rey negro tiene las casillas b1, b2, b3 y c3 para desplazarse y el caballo no puede atacarlas todas. De entre ellas la óptima es c3, pues da la opción de jugar ..d3 y cambiar el peón blanco si el rey y el caballo enemigo pierden a la vez de vista d3.

Un plan alternativo para el blanco consiste en llevar su caballo a f4, para así vigilar las casillas clave d3 y e2, y luego desplazar su rey hacia el este para que pueda aproximarse a los peones negros por la ruta g2-f3-e4. El juego puede forzarse fácilmente para alcanzar la siguiente posición crítica: . Se trata de una situación de zugzwang recíproco. Si el blanco mueve es tablas, porque a Kg2 sigue ...d3 exd3 ...e2 y cuando el caballo coma el peón negro el rey hará lo propio con el blanco; si juega el negro pierde porque tras ...Kd1 Kg2 ...d3 exd3 el peón blanco escapa hacia la coronación.

Así pues, el objetivo es alcanzar la anterior posición con turno de mover para el negro, pero no es fácil porque este tiene a su disposición jugadas de espera. Si, por ejemplo, el blanco opta por la vía directa, 1.Ne1 Kb2 2.Nd3+ Kc3 3.Ke1 Kc2 4.Kf1? Kd1! 5.Nf4 Kd2, estamos en la posición crítica con turno de juego para las blancas. La clave está en situar el caballo en e4, porque la partida se gana con independencia de a cuál de las tres casillas marcadas en el diagrama siguiente vaya el rey negro (notemos que c3 está defendida por el caballo): . Si va a b3, el blanco juega Kc1 y a continuación ocupa c2, y ...Kb1 permitiría Nd6 ...Kb2 Nb5! y el rey no puede defender d4. Lo más resistente es ...Kb2, pero tras Nc5 ...Kc3 Ke1 ...Kc2 Nd3! (controlando c1) ...Kc3 Kf1 ...Kd2 Nf4 llegamos al primer diagrama teniendo el negro que mover.

Visto así, no parece tan complicado: sería cuestión de hilar Ne1-d3-c5-e4, digamos con 1.Ne1 Kb2 2.Nd3+ Kc3 3.Nc5. El problema es que 3...Kc4 ataca el caballo y no hay tiempo ni de 4.Ne4 (por 4...d3) ni de 4.Kc2. ¿Hay un modo, entonces, de que el caballo alcance e4? Lo hay, aunque la palabra "complicado" no es la que mejor lo describe; la adecuada es "milagroso".

1.Ne1 Esto es imprescindible, si no las negras jugarían ...d3 a las primeras de cambio. 1...Kb2 1...Kc4 2.Kc2 gana de inmediato, en tanto que 1...Kb3 2.Nd3 Kc3 conduce a la variante principal. 2.Nd3+ Esto, en cambio, no es forzado; por ejemplo, podría optarse por 2.Ng2 Kc3 3.Nf4 Kb3. Pero aquí 4.Ke1 Kc3 5.Kf1? Kd2 regalaría el empate al negro, según hemos explicado. No hay forma de hacer progresos salvo jugando 4.Nd3, y con 4...Kc3 estamos en el mismo sitio que en la partida. Lo mismo se aplica a toda la línea que sigue: hay muchas maneras de perder el tiempo por el camino, pero los programas informáticos demuestran que no hay más método que el que veremos para ganar. 2...Kc3 Más tenaz que 2...Kb3 3.Nf4 Kb2 ( evidentemente, no 3...Kc4 4.Kc2 ni 3..Kc3 4.Ke1 Kc2 5.Nd3 Kc3 6.Kf1 Kd2 7.Nf4, con el zugzwang buscado) 4.Nd5 y hemos llegado a la posición tras 6.Nd5 en la línea principal. 2...Kb1 3.Nc1 Kb2 transpone a la partida. 3.Nc1 Insistamos una vez más: tanto 3.Ke1 Kc2 4.Kf1? Kd1 5.Nf4 Kd2 6.Kg2 (6.Ne6 d3) 6...d3 7.exd3 e2 8.Nxe2 Kxd3 como 3.Nc5 Kc4 4.Ne4? d3 son tablas. Tampoco es posible llegar a e4 por la ruta f4-d5-f6, como aclara la variante 3.Nf4 Kb3 4.Nd5 Kc4; la doble amenaza ...Kxd5 y ...d3 obliga a retroceder con 5.Nf4. 3...Kb2 4.Na2!! Tan pasmosa como segura: 4...Kxa2 5.Kc2 Ka3 6.Kd3 Kb3 7.Kxd4 Kb4 8.Kxe3 es una victoria elemental. 4...Kb1 4...Kb3 5.Kc1! acortaría ostensiblemente la agonía de las negras. 5.Nb4 Kb2 6.Nd5 6.Nc6 Kc3 no conduce a nada relevante. 6...Kb3 No conviene alejarse demasiado de los peones: si 6...Kb1, entonces 7.Nc7 Kb2 8.Nb5 se embolsaría el de d4. 7.Nc7! Hasta aquí, nada menos, hay que llegar para las cuentas cuadren. 7.Nf6 es lógica, esperando 7...Kc3 8.Ne4, pero no carbura por la sorprendente 7...Kc4! y ahora hay que agachar las orejas y regresar a la posición de la jugada 2 con 8.Nd7 (evitando 8...d3 por 9.Ne5+) Kc3 9.Ne5 Kb3 10.Nd3 Kc3, porque la presuntamente ganadora 8.Kc2? se sanciona con 8...d3+! 9.exd3+ Kd4 y el blanco deberá renunciar a su peón para que el otro no corone. 7...Kc3 El negro no se olvida del truco 7...Kb2 8.Nb5. 8.Nb5+ Kc4 9.Nd6+ Kc3 9...Kd5 es el comienzo de una carrera a ninguna parte, 10.Nf7 Ke6 11.Ng5+ Kf5 12.Nf3 Ke4 13.Ne1, seguido de 14.Kc2, y 9...Kb3 10.Ne4 Kb2 nos lleva a la línea principal por inversión de jugadas. 10.Ne4+ ¡Misión cumplida! 10...Kb2 10...Kb3 11.Kc1 pierde de inmediato, como ya dijimos. 11.Nc5 Kc3 O bien 11...Kb1 12.Ne6. 12.Ke1 Kc2 Con el rey desplazado a la derecha la columna b deja de ser una opción, 12...Kb2 13.Kf1 Kc2 14.Kg2 Kd2 15.Kf3. 13.Nd3 Kc3 Inevitable, al no poder ir a la columna b ni a c1. 14.Kf1 Kd2 Y como esta jugada también es forzada, porque 14...Kc2 permite 15.Kg2 Kd2 16.Kf3, llegamos a la posición del primer diagrama: 15.Nf4 Negras juegan, blancas ganan. 15...Kd1 16.Kg2 Kc2 17.Kf3 Kd2 18.Ke4 Kc3 19.Kd5 Se acabó. 19...d3 20.Nxd3 Evitando las ridículas tablas de 20.exd3? e2 21.Nxe2+ Kxd3. No sabe uno qué es más alucinante: que la maniobra Ne1-d3-c1-a2-b4-d5-c7-b5-d6-e4-c5-d3-f4 sea única para ganar o que tal cosa ocurra a partir de una posición de inicio tan natural. 20...Kd2 21.Nf4 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Beasley]