Fischer - Taimanov

Cuartos de final de Candidatos (partida 4), Vancouver 1971


1.e4 c5 2.Nf3 Nc6 3.d4 cxd4 4.Nxd4 Qc7 5.Nc3 e6 6.g3 A Fischer le gustaba jugar esto contra la variante Paulsen de la siciliana. Hoy se sigue utilizando en partidas de alto nivel, siendo Michael Adams uno de sus principales valedores. 6...a6 En una partida de Bled 1961 contra el propio Bobby, Tal se lio con el orden de jugadas y se metió en 6...Nf6?! 7.Ndb5 Qb8 8.Bf4, estropeándolo todavía más con 8...Ne5? 9.Be2 Bc5? 10.Bxe5 Qxe5 11.f4 Qb8 12.e5 a6 13.exf6 axb5 14.fxg7, con una partida ganada para las blancas (que es lo que ocurrió, naturalmente). 7.Bg2 Nf6 8.O-O Nxd4 En lugar de la más ágil 8...Bc5 Taimanov escoge una variante simplificadora que requiere bastante precisión defensiva. Habría que preguntarle a él por qué lo hizo, habida cuenta de que ya iba tres puntos por detrás en el marcador. 9.Qxd4 Bc5 10.Bf4! Esta sutileza había sido propuesta justamente por Taimanov diez años atrás. Su justificación es 10...Bxd4 11.Bxc7 Bxc3 12.bxc3 d5 13.exd5 Nxd5 14.Be5 f6 15.c4, sometiendo a las negras a una desagradable presión. 10...d6 11.Qd2 La dama está bien aquí. Ese mismo 1971 se habían jugado un par de partidas que demostraban la ineficacia de 11.Qd3 Nd7 12.Na4 e5 13.Bd2 b5. 11...h6 Otra de las bondades de 11.Qd2 se pone de relieve con 11...Nd7? 12.b4! Bxb4 13.Nd5! exd5 14.Qxb4 Ne5 15.Bxe5 dxe5 16.exd5. 12.Rad1! El plan correcto, atacando d6. 12.Na4 e5 13.Nxc5 dxc5 14.Be3 Ng4 no da nada especial 12...e5 13.Be3 Bg4 Horrible hubiera sido 13...Bxe3? 14.fxe3 Ke7 15.Rxf6! y ganan las blancas. La manera moderna de abordar esta posición es 13...Be6 14.Bxc5 dxc5 15.Nd5 Bxd5 16.exd5 Qd6 17.f4 O-O 18.fxe5 Qxe5 19.d6 Qxb2, con suficiente margen de defensa para las negras (Adams-Anand, Wijk aan Zee 2001). 14.Bxc5! Fischer había preparado esta novedad teórica para la partida. Taimanov esperaba 14.f3 Bxe3+ 15.Qxe3 Be6, con igualdad. 14...dxc5 15.f3 Be6 16.f4 Rd8?! Probablemente Taimanov descartó 16...O-O por miedo a 17.Qd6, pero tras 17...Qa5! 18.Qxe5 Rfe8 no hay nada que temer. Lo suyo es 17.Nd5 Bxd5 18.exd5 Qd6 19.fxe5 Qxe5 20.d6 y estamos en la partida Adams-Anand. 17.Nd5 Bxd5 18.exd5 e4 Ahora el futuro de este peón es un tanto incierto. 19.Rfe1!? Muchos hubieran puesto el piloto automático con 19.c4 O-O 20.Rfe1 Rfe8 21.Re2 b5 22.b3, pero Fischer no desea limitar la acción de su alfil y sabe que puede hacer pasar un mal rato a las negras en el final que se aproxima. 19...Rxd5 20.Rxe4+! Kd8 Mucho peor hubiera sido 20...Kf8? 21.Re8+ Nxe8 22.Qxd5. 21.Qe2! No hay que dejarse embaucar por los cantos de sirena de 21.Qxd5+? Nxd5 22.Rxd5+ Kc8 23.Ree5 Kb8 24.Rxc5 Qb6 y las blancas han echado a perder la partida. 21...Rxd1+ 22.Qxd1+ Qd7?! Taimanov intenta aliviar la presión cambiando damas, pero le tocará defender un final muy difícil contra un rival que era especialmente fuerte en posiciones donde el oponente carecía de contrajuego. 22...Kc8 hubiera sido mejor, aunque la ventaja de las blancas es indiscutible. Una posible continuación es 23.Re5 Rd8 24.Qe2 con la intención de 25.h3, 26.Kh2 y 27.Qe3, poniendo el acento en el peón de c5, que no tiene defensa cómoda porque el negro es débil en la gran diagonal de casillas blancas. 23.Qxd7+ Kxd7?! Esta nueva imprecisión compromete muy seriamente, si no irreversiblemente, la partida. El mejor plan defensivo consiste en llevar el caballo a d6, desde donde controlará cuatro casillas clave: b5, c4, e4 y f5. De este modo, y con la ayuda del peón de c5, podría construirse una fortaleza en torno al rey negro: 23...Nxd7 24.Re1 (la algo más activa 24.Re3!? es digna de consideración) 24...b6 25.Bf1 a5 26.Bb5 (26.Bc4 Re8!) 26...Re8!. En comparación con lo jugado en la partida la torre queda mucho mejor ubicada, y tras 27.Rd1 Re7, seguido de ...Kc7 y la maniobra ...Nf6-e8-d6, hay esperanzas para el bando defensor. 24.Re5 La primera fase del plan de Fischer consiste en mejorar la posición de sus piezas impidiendo que a la vez lo hagan las del contrario, ya sea ocupando una columna abierta con su torre o llevando el caballo a d6. 24...b6 Esto acarrea un importante debilitamiento de las casillas blancas, y como será por ahí por donde penetre el rey enemigo parece claro que debiera haberse evitado. El problema de la alternativa 24...Kd6 es que 25.a4 (pero no 25.Bxb7? Rb8, que da a las negras un activo contrajuego) amenaza dejar aislado al peón de c5 con a4-a5, en tanto que si 25...b5 26.a5 se crea una debilidad en a6. Aun así, da la sensación de que esto es el mal menor, pero decidirlo sobre el tablero es otro cantar. Sin duda Taimanov pensaba que entre el rey y el caballo podrían taponar los agujeros. 25.Bf1 a5 26.Bc4! El alfil ha hecho un buen trabajo en la gran diagonal, casi obligando al negro a entrar en este final tan comprometido. No contento con eso le ha forzado a mover sus peones del flanco de dama, que ha quedado bastante en entredicho. Es el momento de asumir una nueva misión en el otro flanco: molestar en f7 para tener a la torre sujeta. 26...Rf8 27.Kg2 Kd6 El intento de trasladar el caballo a d6 mediante 27...Ne8 no da los frutos apetecidos: 28.Bb5+ Kd8 29.Rd5+ Kc8 30.Rd7 y la torre irrumpe en la séptima fila. 28.Kf3 Nd7 29.Re3 Nb8 30.Rd3+ Kc7 31.c3! Un movimiento importante, restringiendo la acción del caballo sin comprometer la elasticidad de estructura blanca en el ala de dama. 31...Nc6 32.Re3 El caballo no debe tener la mínima oportunidad de llegar a d6. Esta jugada evita tanto 32...Ne7 como 32...Na7. 32...Kd6 Como vemos, la fase 1 del plan se ha saldado con éxito: las piezas blancas ocupan posiciones dominantes en tanto que las negras no demuestran la menor actividad. La siguiente etapa consiste en crear debilidades concretas en ambos flancos (como nos recuerda el célebre principio ajedrecístico "de las dos debilidades", solo así cabe albergar esperanzas realistas de triunfo). 33.a4 De este modo el socavón de b5 ya nunca podrá rellenarse. 33...Ne7 Como antes, el intento 33...Nd8 34.h4 Nb7 35.h5 Kd7 36.Bb5+ Kd8 37.Rd3+ Kc8 38.Rd7 no hace otra cosa que dar paso a la torre, en tanto que 33...f6 permitiría al rey abrir con 34.Kg4 una ruta hacia g6, y no se puede echar la llave con 34...Ne7 por 35.Re6+. 34.h3 El blanco desea ganar espacio en el ala de rey con su peón h, pero en los finales no conviene acelerarse y este caso no es una excepción. Si 34.h4 las negras contragolpean con 34...h5 y 35...g6, y a continuación el caballo podría saltar a f5 y de allí a d6. 34...Nc6 Ahora 34...Nf5 sería menos efectivo por 35.Re5 g6 36.g4, y el caballo ha de retroceder. 34...Nc8 parece más al punto, siempre con la vista puesta en la tierra prometida de d6, pero no es tan fácil: si 35.h4 Kd7 36.Bb5+ Kc7 37.h5 todavía no vale 37...Nd6? por 38.Re7+. Entretanto, las blancas se han expandido en el ala de rey y ya preparan g4-g5. 35.h4 h5 Una decisión difícil. El blanco planeaba adueñarse del ala de rey con h4-h5, g3-g4, Kg3-h4, g4-g5, Kg4. Taimanov neutraliza de raíz este proyecto, pero el precio a pagar es alto: todos sus peones quedan bloqueados en casillas blancas, por lo que pueden, potencialmente, ser presas del alfil. 36.Rd3+ Kc7 37.Rd5 Fischer no tarda ni un segundo en reaccionar al cambio de escenario y hurga con su torre donde más duele. 37...f5 Hay que jugar esto tarde o temprano. Si 37...g6 la respuesta es 38.Bb5, previniendo ...Ne7, y si el negro no lleva su peón a f5 será el blanco quien lo haga. 38.Rd2 Acabado su trabajo en la quinta fila, la torre desciende para poder situarse en la columna d o la e, según convenga. 38...Rf6 39.Re2 Kd7 40.Re3 g6 Completado el control de tiempo de la jugada 40, es buen momento para hacer balance. Podría decirse que las blancas han "sumado" bastantes puntos en la fase 2: todos los peones negros del ala de dama ocupan casillas de su mismo color, dejando hueco para una eventual penetración por b5, mientras que en el otro flanco están en casillas blancas y por tanto al alcance del alfil. No obstante, para que la fase 3 (cambio de torres y activación del rey) fructifique hay que ser cuidadoso: una vez desaparezcan las torres del tablero, bajo ninguna circunstancia debe consentirse que el caballo ocupe d6, pues entonces la posición negra sería inexpugnable. 41.Bb5 Rd6 42.Ke2 Hubiera sido prematuro cambiar torres ahora, 42.Rd3? Rxd3+ 43.Bxd3, debido a 43...Nd8 44.Bc4 Ke7 45.Ke3 (o 45.Bd5 Nf7 46.Bxf7 Kxf7 47.Ke3 Ke6 48.Kd3 Kd5 con igualdad total) 45...Nb7 46.Kd3 Nd6 y por fin tiene el negro lo que quería. 42...Kd8 El negro está en una especie de zugzwang: si 42...Rf6 el rey cruza hacia el ala de dama con 43.Kd3, y si 42...Kc7 la torre penetra con 43.Re8. No hay más remedio que consentir el cambio de torres. 43.Rd3 Kc7 44.Rxd6 Kxd6 45.Kd3 Bienvenidos a la fase 4: el alfil atacará el peón de g6, atando el caballo a su defensa, en tanto que el rey se ocupará de la debilidad simétrica, el peón de b6. 45...Ne7 Por si tuviera pocos problemas, Taimanov también tiene que estar pendiente de que esto no derive a un final de peones perdedor. Justo lo que ocurriría en caso de 45...Kc7, porque el blanco tiene en reserva dos tiempos con sus peones del ala de dama, que permitirán a su rey progresar generando sendas situaciones de zugzwang: 46.Bxc6! Kxc6 47.Kc4 Kc7 48.Kb5 Kb7 49.c4! (el primer zugzwang) 49...Kc7 50.Ka6 Kc6 51.Ka7 Kc7 52.b3! (el segundo —por cierto: ¡que preciosidad de posición!) 52...Kc6 53.Kb8 Kd6 54.Kb7. 46.Be8 Kd5 47.Bf7+ Una posición relevante. El alfil explota al máximo su capacidad de actuar en diagonales distintas sometiendo al caballo por un lado y haciendo retroceder al rey por otro. 47...Kd6 48.Kc4 Kc6 49.Be8+ Más atrás todavía. 49...Kb7 50.Kb5 Para completar esta parte del plan el rey blanco debe llegar a a6. Para ello será necesario forzar una situación de zugzwang. 50...Nc8 Al fin tiene el caballo la posibilidad de llegar a d6, y no de cualquiera manera pues se amenaza mate en uno. Sin embargo son las blancas las que mueven... 51.Bc6+ Kc7 52.Bd5 Ne7 De poco serviría ya 52...Nd6+ 53.Ka6, pues el rey blanco ha cruzado el Rubicón. Por ejemplo, si el negro busca contrajuego con 53...Ne4 podría seguir 54.Bf7 Nxg3 55.Bxg6 Kc6 56.Ka7 Kc7 57.c4 Ne2 (57...Kc6 58.Kb8) 58.Bxh5 Nxf4 59.Bf3 Ng6 60.h5 Nh8 61.h6 Nf7 62.h7 Nh8 63.Bh5 f4 64.Bd1 Nf7 65.Bg4 Nh8 66.Bh5 etc. 53.Bf7! Esta jugada da inicio a una finísima maniobra para llevar el alfil a f3 en un número par de tiempos. ¿Por qué no hacer directamente 53.Bf3? Porque 53...Ng8 54.Ka6 Nf6 permite a las negras organizar un peligroso contraataque (el alfil no puede capturar tan rápido en g6 como en la última variante, 55.Bd1 Ne4 56.Bb3 Nxg3 57.Bf7 Ne2 58.Bxg6 Nxf4 59.Bxf5 Ng2). 53...Kb7 54.Bb3 Ka7 Si 54...Nc8 55.Bd5+ Kc7 56.Ka6 Nd6 57.Bg8! el negro puede elegir entre 57...Ne4 58.Bf7, como en una variante anterior, o 57...Nc8 58.Bf7 Ne7 59.Be8, como en la partida. Triste elección, la verdad. 55.Bd1 Kb7 55...Ng8 no llevaría aquí a ningún lado, 56.Kc6 Nf6 57.Kd6 Ne4+ 58.Ke6 Nxg3 59.Kf7 y los peones negros del ala de rey caen uno tras otro. 56.Bf3+ Ahora entendemos el sentido de la jugada 53: llegamos a f3 dando jaque. 56...Kc7 Zuzgwang. Hay que permitir la entrada del rey porque 56...Ka7 57.c4 Ng8 58.Kc6 Nf6 59.Kd6 es análoga a la línea tras las jugada 55 de las negras. 57.Ka6 El rey está donde queríamos: ahora el alfil debe regresar a f7. 57...Nc8 58.Bd5 Ne7 La variante 58...Nd6 59.Bg8! ya ha sido investigada antes. 59.Bc4! Al blanco le interesa llegar a la posición tras 59.Bf7 Kc6 60.Be8+ Kc7, pero necesita pasar el turno de mover al adversario porque 61.Ka7 Nc8+ 62.Ka8 Ne7 no lleva a nada real. 59...Nc6 59...Kc6 60.Bb5+ Kc7 61.Be8 es exactamente lo que las blancas necesitan. 60.Bf7 Ne7 61.Be8 Aquí estamos. El negro está de nuevo en zuzgwang y deberá perder de vista, por un instante, a su peón de b6. Comienza la quinta, y definitiva, fase del extraordinario plan de Fischer. 61...Kd8 62.Bxg6!! Escalofriante. A pesar de los grandes servicios prestados el implacable Bobby sacrifica sin remordimientos a su más fiel sirviente. La entrega tiene dos objetivos: descolocar al caballo y evitar que pueda aparecer un peón pasado negro en el ala de rey. 62...Nxg6 63.Kxb6 Kd7 64.Kxc5 Ne7 65.b4 axb4 66.cxb4 Dos peones ligados y pasados, un rey activo y peones débiles en el otro flanco. Suficiente para ganar. Y si creéis que Fischer ha tenido mucha suerte con que sus peones siguieran en b2 y c3, recordad las piruetas que hizo con su alfil para ceder tiempos. 66...Nc8 Si Taimanov se concentra únicamente en los peones pasados con 66...Kc7 67.b5 Kb7 68.a5 Nc8 el rey blanco se traslada al ala de dama, 69.Kd5!. 67.a5 Nd6 68.b5 Ne4+ 69.Kb6 Kc8 70.Kc6 Kb8 Es inútil 70...Nxg3 71.a6 Kb8 (o 71...Ne2 72.a7 Nd4+ 73.Kb6) 72.b6 Ne4 73.a7+ Ka8 74.b7+ Kxa7 75.Kc7 y se corona en la próxima. 71.b6 Las negras se rindieron. Hay muchos motivos por los que asombrarse con este final de película, pero apuntad el siguiente por si no habíais caído en la cuenta: a lo largo de sus cincuenta movimientos, Fischer nunca titubea. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Marin, Giddins y Kasparov]