Estudio de J. Fritz

Uppsala Nya Tidning 1951


A ver, vamos despacio porque la posición es muy turbia. De momento hay equilibrio material, pero está en serio riesgo de romperse porque el blanco tiene sus dos torres amenazadas. Y lo que es peor: si una protege a la otra con 1.Rbh6?, la dama no solo captura el alfil de b8 con jaque sino que además da mate en pocas jugadas. Cierto es que los dos prelados del negro, en particular el de d5, están en apuros, pero ¿podría decirse que en el cómputo general las mejores oportunidades están de su lado?

1.Ba7 Ni de broma. Esta jugada muestra a las claras que, en realidad, la situación de las negras es desesperada. El alfil se pone a salvo y defiende la torre de b6, a la vez que se amenaza el inmediato mate 2.Rxd5#. La diagonal b8-a2 ha quedado desguarnecida, pero de momento no puede hacerse uso de la circunstancia porque e5 está bajo el control de la otra torre. Naturalmente la dama puede capturar en h5, pero caería de inmediato tras el jaque a la descubierta Rh6+. Una alternativa al lógico movimiento de las blancas es la sofisticada 1.Rd6?, que falla por poco: tras 1...Qxh5 2.Rxd5+ Qxd5 3.Bxd5 Kxd5 4.Nxb4+ el blanco acaba con una pieza de ventaja, pero el final no puede ganarse porque el peón blanco cae, 4...Kd4 5.Na2 Kd3 6.Bd6 Kc2 7.b4 Kb3. 1...Qxh5! A pesar de los pesares, la jugada más resistente, como enseguida veremos. 2.Rh6+ Kb5 3.Nd4+! Esta delicatessen es indispensable. Si se procede directamente con 3.Rxh5? la diagonal b8-a2 genera problemas aun con la dama en la caja, 3...Bd6+! 4.Kxh3 Nf4+ 5.Kg4 (en caso de 5.Kh4 seguiría 5...Be7+ 6.Rg5 —6.Kg4 lleva al mismo lugar que 5.Kg4— 6...Bxg5+ 7.Kxg5 Nh3+ 8.Kh4 Bxh1 9.Kxh3 Bd5 y el imprescindible peón no puede salvarse, 10.b4 Bb3) 5...Nxh5 6.Bxd5 Nf6+ 7.Kf5 Nxd5 8.Ke6 (si 8.Nd4+ entonces no 8...Kh5? 9.Ke6!, que llevaría a la línea principal del estudio, sino 8...Kh6!, capturando el alfil blanco) 8...Bc5 y el negro está a salvo. 3...Ka5 No hay esperanza para el negro en 3...Nxd4 4.Rxh5 Bd6+ 5.Kxh3. 4.Rxh5 ¿Y telón? 4...Bd6+! No, todavía hay partido. 5.Kxh3 Nf4+ 6.Kg4! Al contrario que en la variante tras la jugada 3 de las blancas esto ahora sí funciona, aunque no es fácil intuir por qué. Por el contrario 6.Kh4? es otra vez insuficiente en vista de 6...Be7+ 7.Kg4 (en caso de 7.Rg5 Bxg5+ 8.Kxg5 Nh3+ 9.Kh4 Bxh1 10.Kxh3, la precisa 10...Kb4 —pero no 10...Bd5? 11.Bc5!— garantiza el empate) 7...Nxh5 8.Bxd5 Nf6+ 9.Kf5 Nxd5 10.Ke6 (en la línea principal repetiremos esta posición salvo por un detalle: el alfil estará en d6) 10...Nc7+ 11.Kxe7 Nb5! 12.Nxb5 Kxb5 y tablas. 6...Nxh5 Inesperadamente las negras se han rehecho y han recuperado material, porque si el rey blanco come el caballo el alfil negro captura al de h1, mientras que si este liquida a su homónimo de d5 el caballo dispone, como ya hemos visto en algunas variantes, de un conveniente jaque doble en c6. 7.Bxd5 Nf6+ 8.Kf5 Nxd5 9.Ke6 Ne7! Inspirado. De nuevo se recurre al jaque doble para restablecer, esta vez definitivamente, la igualdad material. No valdría 9...Nc7+ 10.Kxd6 Nb5+ 11.Nxb5 Kxb5 ya que las blancas tienen tiempo de 12.Bc5. 10.Kxd6 Nc8+ 11.Kc7 Nxa7 ¡Al fin! Las negras han ganado la batalla... 12.Kxb7 Nb5 13.Nc6# ...aunque no la guerra. 1-0