Tal - Spassky

Final de Candidatos (partida 11), Tiflis 1965


1.e4 e5 2.Nf3 Nc6 3.Bb5 a6 4.Ba4 Nf6 5.O-O Be7 6.Re1 b5 7.Bb3 O-O 8.h3 Tal necesitaba ganar a toda costa para seguir vivo en el match, así que elude el virulento ataque Marshall 8.c3 d5 9.exd5 Nxd5 10.Nxe5 Nxe5 11.Rxe5 c6 (ya visto en este blog en la partida Shirov-Aronian de marzo de 2012) que había dado a Spassky tres tablas con negras en otras tantas partidas de este encuentro. 8...Bb7 Aquí 8...d5?! no es tan recomendable. Si se sigue con 9.exd5 Nxd5 10.Nxe5 Nxe5 11.Rxe5 c6 12.d4 Bd6 13.Re1 Qh4 como en la línea principal del Marshall entonces 14.Nd2 Qxd4 15.c3 Qb6 16.Ne4 asegura un peón de ventaja con muchos menos riesgos que en la variante estándar. 9.d3 Por el contrario, si 9.c3?! entonces 9...d5 es de nuevo factible. De hecho, si se va a por el peón con 10.exd5 Nxd5 11.Nxe5? entonces 11...Nxe5 12.Rxe5 Nf4! da a las negras una enorme ventaja, véase por ejemplo 13.f3 Bd6 14.Re1 Qg5. 9...d6 Cuando se jugó esta partida el gambito 9...d5!? 10.exd5 Nxd5 11.Nxe5 se miraba con sospecha, pero gracias a los esfuerzos de maestros modernos como Sokolov, Aronian y sobre todo Bacrot se ha descubierto que 11...Nd4! tiene su veneno. 10.c3 La principal alternativa es 10.a3, asegurando al alfil un refugio en a2 en caso de un eventual ...Na5. 10...Nb8 De entre varios planes posibles, Spassky se decanta por una línea similar en espíritu a la hipermodernista variante Breyer 7...d6 8.c3 O-O 9.h3 Nb8. El caballo negro se reubica en d7, donde seguirá sustentando al peón de e5, pero ahora la diagonal se abre para el alfil de b7 y se da opción al peón de la columna c para el avance temático ...c7-c5, ganando espacio en el ala de dama. En su formato convencional la Breyer fue siempre una de las defensas favoritas de Spassky, así que a Tal no debió pillarle de sorpresa la elección. 11.Nbd2 Nbd7 12.Nf1 Las blancas planean atacar en el ala de rey, y allá que va el caballo. 12...Nc5 El negro desea reagruparse con ...Re8 y ...Bf8, pero antes conviene apartar al alfil de la diagonal. La reacción 12...c5 13.Ng3 d5? 14.exd5 Nxd5 15.Nxe5 sería evidentemente prematura. 13.Bc2 Re8 14.Ng3 Bf8 15.b4 De este modo el alfil puede regresar a la diagonal a2-g8, pero hay un coste: la estructura de peones del flanco de dama se debilita, lo que alimenta las perspectivas de contrajuego del negro por este lado del tablero. La enrevesada 15.Nh2 d5 16.Qf3 Ne6 17.Nf5 c5 18.Ng4 era digna de consideración. 15...Ncd7 16.Bb3 a5 Spassky aprovecha de inmediato el punto débil de la jugada 15 de las blancas. 17.a3 17.Ng5 es un manotazo al aire: 17...d5 18.exd5 a4!. 17...axb4 No olvidemos ni por un instante quien es el que lleva las blancas. En la partida Tal-Tukmakov, Sochi 1970, el negro erró con 17...c5?! y el mago de Riga le hizo un siete: 18.Ng5! d5 19.exd5 Nb6 (si 19...Nxd5 20.Qh5 y si 19...h6 20.Ne6!) 20.bxc5 Nbxd5 21.d4 h6 22.Nxf7! Kxf7 23.dxe5. 18.cxb4 Ahora el peón retrasado de a3 se convierte en una debilidad permanente. Sigue sin haber tiempo para 18.Ng5?! d5! 19.exd5 Nc5 20.Ba2 b3!, con neta ventaja de las negras. 18...h6! Un momento clave. Este movimiento evita Ng5 para siempre, pero ahora será más difícil expulsar al caballo que con toda seguridad se instalará en f5, ya que un eventual ...g6 podría dejar vendido al peón de h6. Hay que contar hasta diez antes de hacer una jugada así, pero Spassky sabe lo que se hace. 19.Nf5 El ataque blanco empieza a cobrar forma. El plan es seguir con N3h4, Re3-g3, Qf3, etc. Es imperativo tomar medidas contra esto. 19...d5! La respuesta clásica. Uno de los axiomas de la defensa en ajedrez es responder a un ataque en el flanco con un contraataque en el centro. 20.N3h4?! Conforme al plan, aun a costa de olvidarse de los peones de b4 y e4. Algo como 20.Bb2 hubiera sido más prudente. 20...c5! El ordenador no ve nada malo en 20...Bxb4 21.Re3 Bf8 22.Rg3 Kh8 (si 20...dxe4 también sigue 21.Re3), pero en la vida real, especialmente contra Tal, esto sería bastante temerario. Spassky hace caso omiso de los regalos y continúa con su contraataque. 21.Re3 El centro negro intimida lo suyo, pero si 21.exd5 Bxd5 hay que resignarse al cambio de alfiles, ya que 22.Bc2? cxb4 es una ruina. 21...c4 Una parte crucial de la defensa consiste en desactivar al alfil de casillas blancas. 22.Rg3 Tal ya está en absoluto modo berserk. 22...Kh7! Si 22...cxb3 entonces 23.Nxh6+ Kh7 24.Nxf7 Qe7 25.Ng5+ Kg8 26.Bb2, para seguir con 27.Nf5, da a las blancas una más que interesante compensación por la pieza. Spassky se protege contra la amenaza blanca y confía en que su poderoso centro le permitirá salir con bien del trance. 23.Bc2 Parecería que en la otra diagonal el alfil hace más daño, pero el negro tiene defensa, como ilustra la aguda variante 23.Ba2 Nb6 (amenazando cerrar el centro con ...d4) 24.exd5 g6 25.dxc4 (o esto o retroceder) 25...gxf5 26.c5 f4 27.Qc2+ Kh8 28.Rd3 Nbxd5. 23...d4! Ahora el alfil queda neutralizado, ya que 24.dxc4 bxc4 25.Nxd4 exd4 26.e5+ falla por 26...d3. 24.Qf3 La entrega 24.Nxh6 es peligrosa pero insuficiente, según demuestra la continuación 24...gxh6 25.Nf5 Ra6 26.Bxh6 Bxh6 27.Nxh6 Kxh6 28.Qd2+ Kh7 29.Qg5 Ng4 30.Qxg4 Rg6. Después de la partida Tal opinó que 24.a4, intentando deteriorar el poderoso frente de peones, era más consistente con su jugada anterior, pero el negro tiene 24...Qc7, para seguir con 25...g6, y mantiene la ventaja. 24...Ra6! Otra fina jugada defensiva. La torre defiende a su rey desde la tercera fila, al tiempo que desocupa la casilla a8. El sentido de esto último se entenderá muy pronto. 25.Nxh6?! Tal no aguanta más y se sacrifica encima, pero el negro ya tenía ...g7-g6 en la recámara. La alternativa 25.dxc4? bxc4 26.Nxd4 exd4 27.e5+ d3 28.Qxb7 Rb6 no conduce a nada. 25...gxh6 26.Nf5 Qa8! El digno colofón a la espléndida defensa de las negras. Parece ilógico enterrar la dama en la esquina, pero tiene todo el sentido del mundo porque la presión sobre el centro se vuelve insoportable. No hay adecuada respuesta para la simple amenaza 27...cxd3 28.Bxd3 Bxe4, así que el blanco echa más leña al fuego, aunque no conseguirá elevar mucho la temperatura. 27.Nxh6 Bxh6 28.Qf5+ Kh8 29.Bxh6 Rg8 30.Bg5 El blanco recupera la pieza con 30.Rxg8+ Qxg8 31.Bg5 Nh7 32.Qxd7 Nxg5 33.Qxb7, pero permite un mortífero ataque sobre su rey: 33...Nxh3+ 34.Kf1 Nf4 35.g3 Rh6 36.gxf4 Rh1+. 30...Qe8! Precisión hasta el final. Hecho su trabajo en el rincón la reina regresa para apuntalar al fundamental peón de e5. Si 30...cxd3 31.Bxd3? la partida daría un vuelco, 31...Bxe4 32.Bxf6+ Nxf6 (32...Rxf6 33.Qh5+) 33.Bxe4 Qxe4 34.Rxg8+ Kxg8 35.Qc8+ y la torre cae. 31.f4 Con 31.dxc4 bxc4 32.Ba4 Bxe4 33.Bxf6+ Nxf6 34.Bxe8 Bxf5 tampoco salen las cuentas. 31...Nh7 Ya está. A partir de ahora el blanco se ve obligado a retroceder y la pieza de desventaja no tardará en pesar. 31...Nh5 32.Rg4 f6 también valía. 32.Bh4 Rxg3 33.Bxg3 Rf6 34.Qg4 Rg6 35.Qh4 exf4! 36.Qxf4 f6! Con sus últimas jugadas el negro se ha procurado una maravillosa casilla central para la caballería. El fin es inminente. 37.Bf2 cxd3 38.Bxd3 Ne5 39.Bf1 Ng5 40.Kh1 O 40.Bxd4 Nxh3+. 40...Nxe4 Qué apropiado: del centro blanco no queda ya ni el recuerdo. 41.Rc1 Si 41.Bxd4 entonces 41...Ng3+ 42.Kg1 Nf3+ 43.gxf3 Ne2+. Y aquí, mientras Spassky meditaba su jugada secreta, Tal se rindió. Una posible continuación es 41...Nxf2+ 42.Qxf2 Qd7 43.Kh2 Qd6 44.Kh1 Nf3! 45.gxf3 Qf4, con amenazas concluyentes sobre c1 y f3. 0-1 [Comentarios parcialmente basados en notas de Giddins y Cafferty]