Pillsbury - Marco

París 1900


1.d4 d5 2.c4 e6 3.Nc3 Nf6 4.Bg5 Esta jugada ya se conocía desde mediados del diecinueve (por ejemplo, Steinitz la jugó contra Anderssen en 1873), pero tenía mala reputación porque se creía que el lugar del alfil era f4, mirando al ala de dama. Los éxitos de Pillsbury con ella forzaron a sus colegas a reevaluar el gambito de dama de arriba a abajo. 4...Be7 5.e3 O-O 6.Nf3 b6?! Entrando en la más adelante conocida como variante Tartakower, salvo por la relevante omisión de las jugadas intermedias 6...h6 7.Bh4 que, como entenderemos enseguida, beneficia al blanco. 7.Bd3 Una de las continuaciones principales en la Tartakower (con la inclusión de ...h6 Bh4) es 7.cxd5 Nxd5 8.Bxe7 Qxe7 9.Nxd5 exd5 10.Rc1 Be6 11.Bd3 c5 12.dxc5 bxc5, y ahora se comprende la utilidad de ...h6: 13.Qc2 amenaza a la vez c5 y h7. 7...Bb7 La alternativa 7...dxc4 8.Bxc4 Bb7 9.O-O Nbd7 10.Qe2 Ne4, buscando alivio en los cambios, era digna de consideración, entre otras cosas porque en las líneas subsiguientes no hay trucos tácticos provocados por la ausencia de ...h7-h6. Aun así es probable que haya que jugar el peón tarde o temprano, aunque no sea más que para dar aire al rey. 7...Nbd7?! revela otro de los inconvenientes de no haber movido el peón de torre: 8.cxd5 Nxd5 9.Nxd5 exd5 (9...Bxg5 10.Nxc7) 10.Bxe7 Qxe7 11.Qc2 Nf6 12.Rc1 y el peón de c7 no puede defenderse con 12...Ne8 porque seguiría 13.Bxh7+. 8.cxd5 exd5 Ahora el alfil de b7 se queda en tierra de nadie, pero si 8...Nxd5 9.Bxe7 Qxe7 10.Nxd5 Bxd5 (10...exd5 11.Rc1) 11.Rc1 de nuevo hay que estar pendiente del binomio h7-c7 (amén de que el centro queda en manos del blanco). Notemos que 11...Bxa2? no es aconsejable porque 12.b3 encierra al alfil. 9.Ne5! Empieza el célebre ataque Pillsbury. Con el tiempo se fueron encontrando armas para combatirlo, pero en su momento fue toda una revelación. 9...Nbd7 10.f4 El lógico complemento a la jugada anterior. Si se juega 10...Nxe5 la recaptura 11.fxe5 abriría la columna f a las piezas pesadas blancas, a la vez que atacaría el caballo de f6 y consolidaría una importante avanzadilla en e5. 10...c5 Marco se atiene a los dictados de la teoría de la época, que recomendaba el contraataque inmediato en el ala de dama. Dos años antes, en Viena, Schiffers le había jugado a Pillsbury la interesante 10...Ne4!? 11.Bxe7 Qxe7 12.Bxe4 dxe4 13.O-O f5, con una situación poco clara, pero el norteamericano lo masacró con un ataque marca de la casa. 11.O-O c4? Conforme al plan previsto, pero esto es un serio error estratégico que determinará el curso de la partida. Es verdad que el negro consigue una mayoría de peones en este flanco que eventualmente podría traducirse en un peón pasado, pero entretanto habrá rayos y truenos en el otro sector del tablero. Era imprescindible mantener el equilibrio en el centro con 11...cxd4 12.exd4 Ne4. 12.Bc2 a6? Las negras desperdician su última oportunidad de jugar la dichosa 12...h6, que hubiera obligado a Pillsbury a faenar en aguas más revueltas. Ahora el ataque fluye como un manantial. 13.Qf3! Una maniobra de manual. La llegada de la dama a h3 dará gran fuerza al ataque blanco. De momento 14.Nxc4 dxc4 15.Qxb7 está sobre el tapete. 13...b5 14.Qh3 Amenazando 15.Nxd7 Qxd7 (15...Nxd7 16.Qxh7#) 16.Bxh7+ Kh8 (16...Nxh7 17.Qxd7) 17.Bf5+ y adiós. 14...g6 Ya es tarde para 14...h6: 15.Bxh6! gxh6 16.Qxh6, para seguir con 17.Rf3. Por su parte, 14...Nxe5 15.dxe5 Ne4 16.Nxe4 dxe4 tapona la vía de agua, pero solo para perder una pieza tras 17.Rad1 Qe8 18.Bxe7 Qxe7 19.Rd7. 15.f5! El avance ...g7-g6 ha debilitado al caballo de f6, aunque protegido por tres piezas todavía parece a salvo. Con esta ruptura temática Pillsbury pondrá al descubierto todas sus vergüenzas. 15...b4 Intentando generar confusión por este lado, pero Pillsbury tiene claras las prioridades. 16.fxg6! hxg6 No hay margen ni para 16...bxc3 17.Rxf6! Nxf6 18.Bxf6 fxg6 19.Qe6+ ni para 16...fxg6 17.Qe6+ Kg7 18.Nxd7 Nxd7 (18 Qxd7 19.Bxf6+ Bxf6 20.Qxd7+) 19.Bxe7 Re8 20.Rf7+ Kh8 21.Rxh7+! Kxh7 22.Qxg6+ Kh8 23.Qh7#. 17.Qh4 bxc3 Llegados a este punto, al menos morir matando. 17...Nxe5 18.dxe5 bxc3 19.exf6 Bd6 20.Qh6 pierde al instante. 18.Nxd7 Hora de hacer caja. 18...Qxd7 En caso de 18...Nxd7 19.Bxe7 Qa5 el blanco puede optar por la tediosa 20.Bxf8 o por la estilosa 20.Rf3 f5 21.Rh3 Kf7 22.Qh7+ Ke8 23.Bg5 Qb4 24.Qxg6+ Rf7 25.Rh8+ Nf8 26.Ba4+ Qxa4 27.Qe6+ Re7 28.Qxe7#. 19.Rxf6! Más contundente todavía que 19.Bxf6. La torre es tabú, ya que si 19...Bxf6 20.Bxf6 el mate es imparable. 19...a5 Para echar una mano con una torre desde a6, pero las constantes vitales del paciente están bajo mínimos. Si 19...Qe8 sigue 20.Qh6 y a continuación se monta el lío en g6. 20.Raf1 Esto gana sin problemas, pero los sufrimientos del desvalido Marco podrían haberse acortado un poco con 20.Bxg6! fxg6 21.Rxg6+ Kf7 22.Rf1+ Ke8 23.Rxf8+ Bxf8 (o 23...Kxf8 24.Qf2+) y ahora la fina 24.Qh5! decide, por ejemplo 24...Qf7 25.Re6+. 20...Ra6 Si 20...Qe8 de nuevo 21.Qh6. Tras 21...Ra6 22.R1f3 Bc8 23.bxc3 la fruta se cae de madura: 23...Rc6 (el negro está virtualmente en zugzwang) 24.Rxc6 Bxg5 25.Qxg5 Qxc6 26.Rf6 Qe8 27.Bxg6 etc. 21.Bxg6! El digno colofón a esta modélica partida. 21...fxg6 22.Rxf8+ Bxf8 23.Rxf8+! Kxf8 24.Qh8+ Kf7 25.Qh7+ Kf8 Si 25...Ke6 26.Qxg6# y si 25...Ke8 26.Qg8#. 26.Qxd7 Las negras abandonaron ante 26...cxb2 27.Bh6+ Kg8 28.Qg7#. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Chernev]