1.e4 e5 2.Nf3 d6 La defensa Philidor, que debe su nombre al famoso ajedrecista (y compositor de óperas) francés del siglo XVIII François-André Danican Philidor. Hoy se la considera sólida pero pasiva y no cuenta con adeptos entre la élite mundial.
3.d4 exd4 Esta es la variante más usual, relajando la tensión pero concediendo el centro a las blancas. La alternativa es 3...Nf6, atacando el peón de e4. La continuación recomendada es 4.dxe5 Nxe4 5.Qd5 Nc5 6.Bg5 Be7 7.exd6 Qxd6 8.Nc3, con una cierta ventaja para el blanco, que dispone de más espacio y está mejor desarrollado.
La intención original de Philidor era seguir con la agresiva 3...f5?!, de acuerdo con su filosofía de que los peones deben avanzar por delante de las piezas. Morphy consiguió con ella una fantástica victoria ante Bird en 1858, pero la mayoría de los expertos la consideran dudosa. Una de las grandes estrellas de la actualidad, el también norteamericano Hikaru Nakamura, la empleó en 2010 contra Charbonneau, pero el resultado no pudo ser más catastrófico.
La prematura 3...Bg4?! tampoco puede recomendarse, ya que luego de 4.dxe5 Bxf3 5.Qxf3 dxe5 6.Bc4 las blancas obtienen la pareja de alfiles en una posición abierta. Imposible aquí no recordar la más célebre de todas las partidas de Morphy, disputada en un palco de la Ópera de París frente a dos aristócratas, el duque de Brunswick y el conde de Isouard. Las negras jugaron la natural, pero errónea 6...Nf6?, que fue castigada de inmediato con 7.Qb3!, con un doble ataque a los peones de f7 y b7. Tras 7...Qe7 (un mes antes, en la octava partida del match contra Harrwitz, el alemán prefirió 7...Bd6 8.Bxf7+ y aguantar con un peón de menos, pero perdió igualmente), Morphy desdeñó la continuación trivial 8.Qxb7 Qb4+ 9.Qxb4 Bxb4+ 10.Bd2 en pos de una activa jugada de desarrollo, 8.Nc3!?. Lo siguiente fue 8...c6 9.Bg5 y ahora los nobles, en lugar de 9...Na6 10.Bxa6 bxa6 11.Qc4, que es objetivamente lo menos malo (aunque es dudoso que las negras puedan sobrevivir a esto), probaron la radical 9...b5? y detonaron una de las combinaciones más memorables que se han concebido jamás: 10.Nxb5! cxb5 11.Bxb5+ Nbd7 (11...Kd8 12. O-O-O+) 12.O-O-O Rd8 (12...Qb4 13.Bxf6) 13.Rxd7! Rxd7 14.Rd1 Qe6 (14...Qb4 15.Bxf6) 15.Bxd7+! (sería un pecado conformarse con la árida 15.Bxf6) 15...Nxd7 16.Qb8+!! Nxb8 17.Rd8#. La posición final es tan hermosa que corta la respiración.
4.Qxd4 También es posible capturar con el caballo, pero Morphy prefiere situar su dama en el centro, desde donde apunta hacia todo el tablero, y se reserva la posibilidad de enrocar largo.
4...Nc6 Tal vez no lo más preciso. Otra opción es jugar primero 4...Nf6 para continuar con ...Be7, ...O-O y ...Nc6, expulsando a la dama rival sin permitir la siguiente jugada.
5.Bb5 Morphy está dispuesto a conceder la pareja de alfiles a cambio de mantener su dama centralizada. Nótese que hemos llegado, por transposición, a una variante de la defensa Steinitz antigua (ya vista en el blog en las partidas Tarrasch-Marco y Korchmar-Poliak) bastante conveniente para las blancas.
5...Bd7 6.Bxc6 Bxc6 7.Bg5 Morphy juega agresivamente, según su costumbre. Lo normal sería 7.Nc3 Nf6 8.Bg5 Be7 9.O-O-O, con una posición muy ágil para el blanco, que ha obtenido de la apertura justo lo que deseaba.
7...f6? El primer momento relevante del duelo. Con su jugada el negro debilita sin necesidad la casilla e6 y niega al caballo de g8 su salida natural. La aguda 7...Be7! era correcta, y tras unos cuantos fuegos de artificio la posición se diluye hacia un claro empate: 8.Qxg7 Bf6! 9.Qxh8 Bxh8 10.Bxd8 Bxb2 11.Bxc7 Kd7 12.Ba5 Bxa1 13.Bc3 Bxc3+ 14.Nxc3 Nf6 15.Nd2 Nxe4 16.Ncxe4 Bxe4 17.Nxe4 Re8 18.f3 d5 19.Kf2 dxe4.
8.Bh4 Nh6 9.Nc3 Qd7 10.O-O 10.O-O-O Be7 11.Nd5 O-O 12.h3 era digna de consideración, planteando una batalla de enroques opuestos para la que las blancas parecen mejor preparadas.
10...Be7 11.Rad1 O-O Al negro tampoco le interesa enrocar largo: 11...b6 12.a4 O-O-O 13.a5 da una considerable iniciativa al adversario.
12.Qc4+! Comienza la presión contra los cuadros blancos de Harrwitz.
12...Rf7 Previendo la posible llegada de un caballo a e6, atacando la torre, aunque un tanto rebuscado. 12...Kh8 era más natural y lógica.
13.Nd4 Consistente con la jugada anterior, pero hubiera sido interesante ver que tenía previsto Harrwitz (si es que tenía previsto algo) contra la profiláctica. 13.h3.
Por contra, la ambiciosa 13.e5 se responde con 13...Qg4! (13...fxe5? 14.Nxe5 pierde la calidad) 14.Rd4 Qg6 15.e6 Rff8 16.Nd5 Bxd5 17.Rxd5 c6 y las negras están mejor de lo que parece, ya que su centro es móvil y el aparatoso peón de e6 está bien bloqueado y podría incluso ser débil en el medio plazo.
13...Ng4 14.h3 Ne5 Siempre apetece centralizar los caballos, aunque todo tiene su coste: la casilla f5 queda más desprotegida.
15.Qe2! Bien visto. Lo normal hubiera sido 15.Qb3, pero aquí la dama está mejor preparada para desplazarse a ambos flancos del tablero.
15...g5? Un error posicional que tendrá graves consecuencias. Harrwitz desea consolidar su caballo en e5 y se anticipa al ataque f2-f4 del blanco, pero el remedio será peor que la enfermedad porque el enroque se debilita y se abre un tremendo agujero en f5 que será aprovechado de inmediato por el caballo blanco. Era más sensato empezar a presionar en e4 mediante 15...Re8 16.f4 Ng6 17.Bg3 Bf8, y a pesar de la falta de espacio el negro aún sigue a flote.
16.Bg3 Rg7 17.Nf5 Rg6 18.f4! Para aprovechar su ventaja, el blanco debe abrir líneas y situar sus piezas en posiciones agresivas. El negro tiene contrajuego en la columna g, pero como veremos será insuficiente. El ordenador prefiere 18.Nd5 Bxd5 19.Rxd5, pero no sugiere a continuación nada constructivo.
18...gxf4 19.Rxf4 Kh8 Harrwitz alimenta sus fantasías de ataque por la columna, pero 19...Bf8 parece más sólida. Bien es cierto, hay que llevar cuidado con cosas como 20.Qf2, que pone un ojo en a7 y el otro en f6.
20.Rh4! Bf8 La temperatura empieza a subir. El problema de 20...Rag8? es 21.Rxh7+! Kxh7 22.Qh5+ y mate.
Tampoco da tiempo a 20...Qe8, con intención de 21...Qf7, por 21.Bxe5 fxe5 22.Rxh7+! Kxh7 23.Qh5+ Kg8 24.Nxe7+ Qxe7 25.Qxg6+ y si este final no está ganado le falta poco.
21.Bxe5! Inspiradísimo. De cada 100 ocasiones, la pareja de alfiles es preferible a la de caballos en 99. Esta es la que hace cien. El alfil de casillas negras, en particular, es un zombi.
21...fxe5 22.Rf1 Qe6 23.Nb5 Ahora Morphy busca las cosquillas a su rival en el ala de dama.
23...Qg8?! Las negras tienden una celada al rival pero acabarán perdiendo un peón.
La opción 23...Bxb5 24.Qxb5 b6 25.Qc6 no es nada recomendable, pero existía la posibilidad de retroceder con
23...Qd7, con la esperanza de forzar al blanco a hacer lo propio con 24.Nc3. Ni que decir tiene, este no se conformará con repetir jugadas: hay diversas maneras de seguir torturando al negro, por ejemplo expandirse en el ala de dama a base de a2-a4, b2-b4-b5 y luego Nd5. También tiene sentido la continuación 24.c4 (para seguir con Nc3-d5), y si 24...Bxb5 25.cxb5 el negro no puede jugar 25...d5 por el detalle táctico 26.exd5 Qxd5 27.Rxh7+! Kxh7 28.Qh5+ Bh6 29.Qxg6+ Kxg6 30.Ne7+ Kg7 31.Nxd5 y las blancas acaban con peón de más.
24.Rf2 Harrwitz esperaba 24.Nxc7 Rc8 25.Nd5 Bb5 y ahora 26.Qd2 Bxf1 27.Kxf1 gana la calidad, ya que 26.Qxb5?? Rxg2+ 27.Kh1 Rh2+ 28.Kxh2 Rxc2+ conduce a un inmediato mate. Aun así, los dos caballos están tan soberbiamente ubicados que la ventaja sigue del lado blanco.
24...a6? Para esto ya no hay cura. Algo había que perder, como ilustran las variantes
24...Bxb5? 25.Qxb5 b6 26.Qc6 Rc8 27.Qd7 y
24...Qxa2? 25.Nxc7 Rc8 26.Nd5 Bxd5 27.Qh5 Bg8 28.Qxg6,
pero era mucho mejor ceder el peón de a7 con 24...Rd8 25.Nxa7 (si 25.Nxc7 Rd7 26.Nd5 Bxd5 27.exd5 Qxd5 las negras recomponen el equilibrio material) 25...Bd7 26.Nb5 c6 27.Nc3 Re8 28.a3 d5, y a cambio del peón las negras se han desperezado un poco.
25.Nxc7 Rc8 26.Nd5 Bxd5 27.exd5 Rc7 Harrwitz confiaba en 27...Qxd5, pero la temática 28.Rxh7+! Kxh7 29.Qh5+ Bh6 30.Ne7 Qe6 31.Nxg6 Kg7 (31...Qxg6 32.Rf7+) 32.Nh4 no deja lugar a dudas
28.c4 Be7 29.Rh5 Qe8 Acelerando el final. El retroceso 29...Bf8 aguantaba más, pero después de 30.b4 el blanco impondrá su ventaja material y posicional preparando con tranquilidad el avance c4-c5.
Con su última jugada, el germano neutraliza (o eso cree él) la dichosa 30.Rxh7+ Kxh7 31.Qh5+, ya que tras 31...Kg8 32.Nxe7+ Rxe7 no hay absolutamente nada.
30.c5!! Deslumbrante. El peón se entrega con un doble objeto: distraer a la torre de sus labores defensivas y desestabilizar el centro.
30...Rxc5 Si 30...dxc5 el jaque 31.Qxe5+ se lleva limpia la torre de c7,
y 30...Bf8 31.Nxd6 Bxd6 32.cxd6 Rxd6 33.Rxe5 cuesta un segundo peón. Ahora la guillotina cae:
31.Rxh7+! Kxh7 32.Qh5+ Kg8 33.Nxe7+ Kg7 Pierde igualmente 33...Qxe7 34.Qxg6+ Qg7 (34...Kh8 35.Rf7) 35.Qe8+ Kh7 36.Rf7.
34.Nf5+ Kg8 35.Nxd6 Las negras inclinaron su rey, ya que dama debe abandonar a su suerte a la torre de g6. Notemos que la descubierta 35...Rxg2+ es inservible porque 36.Rxg2+ captura con jaque.
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[Comentarios parcialmente basados en notas de Russek]