1.e4 c5 2.Nf3 e6 De momento Andersson escoge la variante Taimanov, uno de los esquemas más flexibles en la siciliana.
3.d4 cxd4 4.Nxd4 Nc6 5.Nc3 Ljubojevic elude la estructura Maróczy y el consiguiente sistema erizo al que podría llegarse tras 5.c4; véanse, para más información, las partidas Karpov-Andersson y Carlsen-Polgar en este mismo blog.
5...Qc7 El sueco sigue sin mostrar sus cartas a las claras. A la vez que mira al centro, esta jugada podría preparar la eventual ...Bb4, atacando c3.
6.Be2 Las blancas pueden intentar aprovechar la algo prematura salida de la dama con 6.Ndb5, pero tras la retirada 6...Qb8 no hay una continuación clara porque el negro tiene en reserva ...a6 y ...b5 recuperando el espacio perdido. 7.g3, a fin de seguir acosando a la dama con Bf4, parece buena, pero si 7...a6 8.Bf4? entonces 8...e5! cuesta una pieza.
6...a6 7.O-O Nf6 Intentar ganar un tiempo con 7...Nxd4 8.Qxd4 Bc5?? sería desastroso: 9.Qxg7.
8.Be3 La pseudoactiva 8.f4?? sale muy cara, ya que 8...Nxd4 9.Qxd4 Bc5 captura la dama.
8...Be7 Será entonces la Scheveningen, como en partida Karpov-Timman de la semana pasada. 8...Bb4 continuaría por la senda de la variante Taimanov, pero tras 9.Nxc6 bxc6 10.Na4 las blancas tienen una ligera ventaja gracias a su control de b6. Notemos que 10...Nxe4? es imposible por 11.Qd4.
9.f4 d6 Esta es la posición básica de la Scheveningen clásica. Las negras están algo apretadas pero controlan bien las casillas centrales con su "pequeño centro" de d6 y e6. Su principal objetivo es el caballo de c3, que bloquea la columna c y protege el peón de e4. Por su parte, las blancas procurarán consolidar e incluso aumentar su ventaja de espacio, usándola como trampolín para atacar al rey enemigo, que habitualmente se enroca en el ala de rey.
10.Qe1 La dama se desplaza a la casilla más activa g3, desde donde ejercerá influencia sobre dos puntos vitales, e5 y g7.
10...O-O El enroque largo 10...Bd7 11.Rd1 O-O-O?! no es recomendable porque las negras son débiles en las casillas negras, como bien enfatiza 12.Qf2.
11.Qg3 Bd7! Lo más preciso. 11...b5? 12.Nxc6 Qxc6 13.e5 Nd5 14.Bf3 dejaría a las negras en una situación poco envidiable.
12.e5!? Una entrega de peón de lo más osada, y muy reveladora del temperamento ajedrecístico de Ljubojevic. La maniobra había dados buenos resultados a las blancas en algunas partidas previas (Geller-Timman, Hilversum 1973, Matulovic-Janosevic, Novi Sad 1973, Tal-Harston, Hastings 1973 y Harston-Karpov, Niza 1974), pero precedida por movimientos como Rad1 o Kh1. En El arte del análisis, Timman escribe: "Cuando vi esta partida, lo primero que pensé fue: 'si esto es bueno ¡las negras no pueden jugar la siciliana nunca más!'".
12...dxe5! Con todo fundamento, Andersson recoge el guante. Aunque lo más probable es que el yugoslavo no estuviese al tanto de ello, 12.e5!? no era una novedad estrictamente hablando; se vio por primera vez en el duelo Sveshnikov-Plachetka, Decin 1974. Allí Plachetka jugó la timorata 12...Ne8 y acabó perdiendo.
Obsérvese que 12...Nd5? es mala de morirse: 13.Nxd5 exd5 14.f5! dxe5 15.f6 Bxf6 16.Rxf6.
13.fxe5 Arrugarse con 13.Nxc6?! Bxc6 14.fxe5 Ne4 15.Nxe4 Bxe4 no vendría a cuento, porque el rey puede defenderse con ...Bg6 y el negro presiona sobre la columna c.
13...Nxe5 Es obligatorio capturar de nuevo. La pasiva 13...Ne8?! 14.Nxc6 Bxc6 15.Bd3 da a las blancas una ventaja nítida. Como antes,
13...Nd5? es un error: 14.Nf5! g6 15.Nh6+ Kg7 16.Nxd5 exd5 17.Nxf7! tira la puerta abajo debido a la descubierta 17...Rxf7 18.Rxf7+ Kxf7 19.e6+.
13...Qxe5? tampoco es posible por 14.Nxc6 Qxg3 15.Nxe7+ Kh8 16.hxg3 Rfe8 17.Bg5! Rxe7 18.Rxf6!.
14.Bf4 La estrategia del blanco se basa en esta clavada a lo largo de la diagonal h2-b8.
14...Bd6 La única manera de defender el caballo; pero esa cruz de piezas g3-c7 x c3-g7 garantiza diversión en las próximas jugadas...
15.Rad1 Con este sólido movimiento de desarrollo, las blancas apuntan al alfil de d6. Si las negras se duermen el plan es despertarlas a guantazos con 16.Nb3 seguido de 17.Rxd6 Qxd6 18.Bxe5.
15...Qb8! Andersson encuentra una ingeniosa manera de conservar el peón de ventaja sin perder la cabeza en el intento. La idea es retrasar el alfil a c7 y luego liberar el caballo de la clavada. De momento, todos los saltos del caballo cuestan una pieza: 15...Nc4? 16.Bxd6 Qxd6 (16...Nxd6 17.Rxf6) 17.Bxc4,
15...Nf3+? 16.Rxf3 e5 17.Bh6 Nh5 18.Qg5 exd4 19.Nd5 Qc5 20.Nf6+! Kh8 21.Nxd7 y
15...Nd5? 16.Nf5! exf5 17.Nxd5 Qc5+ 18.Be3 Qc6 19.Nf6+ Kh8 20.Nxd7 Qxd7 21.Qxe5.
16.Rd3! Una ocurrencia de Ljubojevic de extraordinaria originalidad, impidiendo 16...Bc7? por 17.Re3.
Si 16.Nb3 Bc7! 17.Nc5 Bc6 las negras se desatascan mediante ...Ne8 y ...Ng6 y conservan el peón de más.
16...Ne8 Reforzando el alfil y controlando con el rabillo del ojo f6 y g7. El caballo sigue sin poder moverse de e5; 16...Nxd3? 17.Bxd6 Qa7 18.Qxd3 da ventaja decisiva a las blancas y
16...Nc4? 17.Bxd6 Qxd6 18.Rxf6 Qxg3 19.Rxg3! pierde una pieza por la clavada en la columna g.
17.Ne4 Bc7! Andersson, con muy buen criterio, se atiene al plan previsto. La tentación de capturar la torre con 17...Nxd3 18.Bxd6 Qa7 debió de ser grande, porque 9.Qxd3? es mala ahora: 19...Nxd6 20.Nxd6 e5 gana una pieza y la partida. La contraclavada en d4 hace visible el tremendo riesgo asumido por Ljubojevic en su jugada 12; aun así, la sorprendente 19.c3! gana. Hay una miríada de variantes a considerar, pero 19...Nxd6 20.Nf6+! Kh8 21.Bxd3 gxf6 22.Qh4 f5 23.Qf6+ Kg8 24.Rf3 Rfe8 25.Rg3+ Kf8 26.Rh3! Kg8 27.Qg5+ Kh8 28.Rg3 es suficientemente ilustrativa.
18.Rc3! "¡Pura poesía!" (Seirawan) El blanco mantiene la iniciativa atacando c7.
18...Nc6! Ulf Andersson hace honor a su fama de gran defensor y da con la jugada justa. La alternativa 18...Bc6?! 19.Nxc6 Nxc6 20.Bxc7 Qxc7 21.Nf6+! Kh8 22.Qxc7 Nxc7 23.Nd7 Rfe8 24.Nb6 Rab8 25.Rxf7 es ventajosa para las blancas.
19.Bxc7 Tras un duro pulso el negro ha conseguido solucionar sus problemas en la diagonal y fuerza algunos cambios de pieza, quitando gas a la iniciativa del adversario. Pero aún queda partida por delante...
19...Nxd4! Andersson demuestra que él también sabe hacer uso de la táctica. La natural 19...Nxc7? se zanja con un fantástico mate en 8: 20.Nf6+ Kh8 21.Qxg7+!! Kxg7 22.Rg3+ Kh8 23.Rh3 h6 24.Rxh6+ Kg7 25.Rh7+ Kg6 26.Bd3+ Kg5 27.Rh5#.
Y la escaramuza 19...Qxc7? 20.Nf6+! Kh8 21.Qxc7 Nxc7 22.Nxd7 Nxd4 23.Bd3 Nd5 24.Nxf8 Nxc3 25.bxc3 Nf5 26.Nd7 termina con una pieza de ventaja para el blanco.
20.Bd3! Ljubojevic conoce muy bien la calle donde vive el rey negro. Tras 20.Bxb8? Nxe2+ 21.Kf2 Nxg3 22.Bxg3 Bc6 las negras estarían encantadas de la vida con su peón extra.
20...Qa7! Ya es hora de que las blancas sientan en sus carnes la molestia de una dama emboscada en la diagonal; la amenaza 21...Ne2+ es de cuidado. Por el contrario
20...Nxc7? se estrella, una vez más, ante 21.Nf6+ Kh8 22.Nxd7 Qa7 23.Kh1 Nd5 24.Bxh7! Kxh7 (si 24...Nxc3 25.Qh3! con mate inminente) 25.Qh4+ Kg8 26.Rh3 f5 27.Ne5 y el blanco gana por K.O. técnico.
21.Nc5! No se cansa uno de poner signos de admiración a las jugadas de ambos colosos. Con este golpe se abre la diagonal al alfil de d3 y se muestra tarjeta amarilla al de d7. La anodina 21.Kh1?! Nf5 22.Qf4 Bc6 conduce a un callejón sin salida tras 23.Ba5 Ne3, 23.Rb3 b5 o 23.Be5 f6.
21...Bb5 Andersson no es consciente de haber hecho nada punible y juega a ganar. Las tablas podían forzarse espectacularmente con 21...Nxc7 22.Bxh7+! (22.Qxc7?! Nb5 23.Bxb5 Bxb5 no da nada) 22...Kxh7 23.Qxg7+! Kxg7 24.Rg3+ y la torre da jaque perpetuo en las columnas g y h.
22.Be5 El pronóstico meteorológico anuncia tormenta con fuerte descarga eléctrica en el flanco del rey.
22...Nc6! Ya que rey blanco se empeña en seguir en g1, ¿por qué no aprovecharlo? 22...Nf5?! es menos convincente porque en la posición tras 23.Bxf5 Bxf1 24.Be4 Bb5 25.Qh4 h5 26.Bxb7 f6 27.Bxa8 fxe5 28.Bf3 las blancas están mejor.
Por su parte, 22...Bxd3? termina costando un peón, véase 23.Bxd4 Bxf1 24.Nxe6 Qb8 25.Nxg7 Qxg3 26.Rxg3 f6 27.Nxe8+ Kf7 28.Nd6+ Ke6 29.Bc5 Be2 30.Re3+ Kd5 31.Ne4 f5 32.Bxf8 fxe4 33.Bh6.
23.Bxh7+! Cayó el primer relámpago. La captura es obligada.
23...Kxh7 Hemos llegado al clímax del duelo. Las blancas tienen una pieza de menos y otras dos (la torre de c3 y el caballo de c5) están enredadas en el ala de dama. Andersson se ha defendido como una máquina, así que lo lógico y prudente sería poner un más que digno colofón a la partida con la combinación de tablas que vimos antes: 24.Bxg7! y ahora 24...Nxg7 25.Qxg7+! y jaque continuo. El negro no tiene nada mejor, ya que 24...Rg8? lleva al mate con 25.Qh3+ Kxg7 26.Rg3+ Kf8 27.Rxf7+! Kxf7 28.Qxe6+ Kf8 29.Rxg8#. Sin embargo, la adrenalina del gambler ciega a Ljubojevic y temerariamente apuesta todas sus fichas al rojo.
24.Rf4!!?? Dos interrogaciones porque esta jugada es perdedora; y dos admiraciones porque es la única que permite ganar.
24...f6? Al cabo, Andersson resulta ser de carne y hueso y yerra. No ha sido el único, porque durante un cuarto de siglo los analistas dictaminaron que 24...f5!! 25.Rh4+ Kg8 26.Qg6 Nxe5 27.Qxe6+ Rf7 28.Qxe5 Rd8 29.Rch3 daba la victoria a las blancas. En apariencia es así, ya que el negro tiene unos pocos jaques laterales con la torre pero el rey encuentra refugio en g5 y el mate en h8 es inevitable. Sin embargo los ordenadores demuestran que la monstruosa 29...Re7!! gana: 30.Qxe7 Rd1+ 31.Kf2 Rf1+ 32.Kg3 (32.Ke3 Re1+ captura la dama) 32...Qb8+! y el negro da mate en 2, paradójicamente, en la misma diagonal donde tanto ha penado. ¡Qué maravilloso es el ajedrez!
25.Rh4+ Kg8 26.Qh3! Ljubojevic ignora el doble ataque sobre su alfil y amontona efectivos en la columna h.
26...Nd8! Andersson es demasiado bueno para tragarse el cebo: 26...Nxe5? 27.Rh8+ Kf7 28.Qxe6+ Kg6 29.Rg3+ Ng4 30.Rxg4#.
27.Bd4 Ahora la amenaza es 28.Rh8+ Kf7 29.Rxf8+ Kxf8 30.Nxe6+.
27...b6! Otro buen golpe defensivo, anulando la combinación anterior y permitiendo que la dama pueda acudir en auxilio de su rey.
28.Nxe6 No hay alternativa. 28.Rh8+? Kf7 29.Qh5+ Ke7 30.Rxf8 Kxf8 31.Qh8+ Ke7 no conduce más que al abismo.
28...Nxe6 29.Qxe6+ Qf7! 29...Rf7? sería un suicidio: 30.Rch3 g5 31.Rh8+ Kg7 32.Qe4 y mate a la siguiente.
30.Qe4! De repente, la cosa se ha puesto seria de verdad para Andersson; se amenazan Qh7# y Qxa8. ¿Tienen las negras escapatoria?
30...g5? Sí, pero no de este modo. La partida hubiera podido salvarse con 30...Qxa2! y lo mejor para las blancas es el jaque continuo 31.Qh7+ Kf7 32.Qh5+ Kg8 33.Qh7+, ya que la avariciosa 31.Qxa8? se penaliza con 31...Qa1+ 32.Kf2 Qf1+ 33.Kg3 Qe1+ 34.Kh3 Bd7+ 35.g4 g5 36.Rh6 Qf1+ 37.Kg3 Qf4+ 38.Kg2 Qxg4+ 39.Rg3 Qxd4 y las negras ganan. A veces el ajedrez, además de maravilloso, es muy injusto: Andersson está a punto de perder una de las partidas mejor jugadas de toda su carrera.
31.Rh6 La jugada anterior ha abierto un espantoso boquete en la línea de flotación y el agua empieza a entrar a toda velocidad.
31...Ra7 Puede que la idea de Andersson fuera 32.Rg6+ Ng7 y las negras se libran, pero los tiros van por otro lado:
32.Rch3! La amenaza de mate en 2 33.Rh8+ Kg7 34.R3h7# es decisiva; las negras tendrán que ceder la dama.
32...Qg7 33.Rg6 Ahora sí.
33...Rff7 Soñando con un nebuloso contrajuego a base de ...Rae7 y ...Re1+.
34.c4! Las negras abandonaron. Ni siquiera un defensor tan aguerrido como Andersson tiene nada que hacer aquí, como muestra la variante 34...Bd7 (si 34...Bxc4 35.Qxe8+, si 34...Ba4 35. b3 y si 34...Rae7 35.Rxg7+ Rxg7 36.Qd5+) 35.Rxg7+ Rxg7 36.Qd5+ Rf7 37.Rh8+ Kxh8 38.Qxf7.
1-0
[Comentarios parcialmente basados en notas de Seirawan]