Estudio de G. Kasparyan
Trud 1947
La ventaja material del segundo jugador es ostensible, pero las cosas cambiarían si el blanco pudiera capturar alguna de sus piezas. El problema es cómo:
1.Bd3+ No vale jugar directamente 1.Bd6? porque el alfil de casillas blancas se activa mediante 1...Bf7 2.Bd3+ Bg6. 1...Kg8 Si 1...Kh8 2.Bd6 Na6 3.Ba3 el blanco consigue la pieza que necesita en virtud de la doble amenaza 4.Bb2+ y 4.Bxa6. 2.Bd6 Bb1! 2...Na6 sigue sin valer; aun sin el jaque, uno de los dos caballos cae tras 3.Ba3. 3.Bc4+! 3.Be5? parece plausible pero, como entenderemos en unas pocas jugadas, falla porque la casilla f7 está al alcance del rey. Hay que maniobrar para llevarlo bien lejos de allí, aunque ello cueste abandonar a su suerte al peón de c2. 3...Kh7 Un detalle fundamental en este punto es que el rey tiene vedadas las casillas de la diagonal central. Por ejemplo 3...Kg7 4.Be5+ seguido de Bxa1. 4.Bd3+ Kh6 5.Bf4+ Kh5 6.Be5! Este es el momento justo. 6...Nxc2 Lo más correoso. 6...Bxc2 7.Be2+ o 6...Nb3 7.Be2+ facilitarían la tarea al blanco. 7.Bd6! Una posición extraordinaria. Los alfiles sujetan las cuatro piezas menores a babor y cercan al rey a estribor. No hay una manera obvia de desatar el nudo porque a 7...Na6 se responde con 8.Bf8 o 8.Be7. Si el rey estuviese en g8 ahora iría a f7 y expulsaría al alfil de la diagonal a3-f8, lo que daría la victoria a las negras. En la situación actual, con el caballo de a6 atacado por el otro alfil, no hay más remedio que humillar la cerviz y regresar a donde estábamos con 8...Nc7 9.Bd6, ya que 8...Nab4 9.Bxb4 Nxb4 10.Bxb1 no conduce a nada positivo. La alternativa sur, 7...Na3, se desactiva de inmediato con 8.Be2+, aunque 8.Be1 es también suficiente para empatar. 7...Kh6 En vista de lo anterior, el rey retrocede con la vista puesta en f7, pero esa puerta ya se ha cerrado: 8.Bf8+! Recordemos que la diagonal a3-f8 es sagrada. Si 8.Be5? el caballo escapa mediante 8...Na6 9.Bc3 Nc5. 8...Kg5 9.Be7+ Kf4 Ahora el rey busca su oportunidad por el otro lado. 10.Bd6+ Kg4 10...Kf3 11.h3! deja al negro en zugzwang; la única alternativa a perder pieza es repetir movimientos con 11...Na6 12.Bf8 (o 12.Be7) 12...Nc7 13.Bd6 Na3 14.Bf1! Nc2 15.Bd3 etcétera. 11.Kh1! La última jugada comprometida del estudio. Las alternativas 11.Be2+ Kf5, 11.Kf1 Ne3+, 11.Kg2 Ne1+ y 11.f4 Ba7+ son fáciles de descartar, pero 11.h4 (11.h3 Kxh3 12.Kh1 Kg4 conduce a lo mismo por transposición) tiene algo más de miga. Tras 11...Kxh4 12.Kh1 (12.Kh2 se neutraliza con 12...Kg5 13.Be7+ Kg4 14.Bd6 Na6, aprovechando que el alfil está clavado) 12...Kg4 13.f4 (si 13.Kg1 Kf3 es el blanco quien está en zugzwang) hay que llevar cuidado, porque 13...Kf3? permite 14.f5! y el peón se escapa. Sin embargo la súbita 13...Na3 gana (también lo hace 16...Kh5, aunque más trabajosamente), ya que 14.Be2+ (o 15.Bf1 Be4+) se responde con 14...Kg3!; la codiciada pieza se captura, 15.Bxa3, pero 15...Ba7 plantea una inesperada posibilidad de mate, que no se puede parar más que entregando el alfil: 16.Bf3 Kxf3. 11...Kf3 Si se lleva el rey a la columna h el blanco tiene varias formas de empatar, la más obvia Kg1; tarde o temprano hay que volver a la posición tras la jugada 10 del negro, que es tablas también si le toca mover a este, porque ...Kf3 se contesta con h3. 12.Kg1 No cabe ya más que ejercer el derecho al pataleo con 12...Na3 13.Bf1 Nc2 (13...Nab5 14.Bxb5) 14.Bd3 Kg4. 1/2-1/2