Parr - Wheatcroft

Londres 1938


1.d4 Nf6 2.c4 g6 3.g3 Una manera bastante sibilina de enfrentarse a la Grünfeld, otra de las defensas hipermodernas que se desarrollaron en los años veinte, reivindicada por paladines de la talla de Fischer y Kasparov, entre otros. En comparación con la continuación estándar 3.Nc3 d5 4.cxd5 Nxd5 5.e4 Nxc3 6.bxc3 Bg7, en la que el negro entrega el centro a cambio de un flexible y fluido contrajuego, el blanco se reserva algunas cartas, mimetizando hasta cierto punto la estrategia del blanco. 3...Bg7 4.Bg2 d5 5.cxd5 Nxd5 6.Nc3 En este punto la teoría moderna da preponderancia a 6.e4, porque tras la captura en c3 y el subsiguiente avance c7-c5, las casillas blancas del ala de dama, en especial c4, quedan un tanto debilitadas, al haberse ubicado el alfil en g2. La textual, no obstante, es perfectamente jugable. 6...Nxc3 7.bxc3 c5 8.e3 Durante bastante tiempo se pensó que esta jugada, en combinación con 9.Ne2, para apuntalar el centro y no bloquear el alfil, era lo mejor. Sin embargo poco a poco fue quedando claro que las piezas blancas no se coordinan del todo bien, y en particular no es fácil dar un buen uso al alfil de casillas negras. Por eso actualmente se prefiere 8.Nf3, con la intención de responder a ...cxd4 con Nxd4 o (tras la oportuna preparación) jugar d4xc5 y luego Nd4, con considerable presión en el ala de dama. 8...O-O 9.Ne2 Nc6 10.O-O cxd4 11.cxd4 e5?! Una jugada imprudente; el negro debería completar su desarrollo antes de iniciar las hostilidades en el centro. Lo más visto aquí es 11...Bf5, como en la partida Gligoric-Byrne, Hastings 1970/71, o 11...Be6, como en la reciente Alekseev-Leko, Saratov 2011, ambas acabadas en tablas. 12.d5 Ne7?! Era mejor 12...Na5, con la idea de desplazarse a c4. Ahora la diagonal a3-f8 queda expedita para el alfil. 13.Ba3 Re8 14.Nc3 Qa5 15.Qb3 e4?! El negro intenta resolver sus problemas con este golpe táctico, pero no está lo suficientemente desarrollado para que su plan pueda llegar a buen puerto. La alternativa 15...Nf5 16.Rfc1 Rb8 17.Rab1 Bd7 18.d6 tampoco es que emocione mucho, la verdad. 16.Nxe4! Cogiendo encantado el guante. 16...Nxd5 La torre sería de pesada digestión: tras 16...Bxa1 17.Rxa1 Nxd5 18.Qxd5 Qxa3 (18...Qxd5 19.Nf6+) 19.Nf6+ Kf8 20.Nxe8 Kxe8 21.Qe5+ el material se ha igualado y las blancas tienen una feroz iniciativa. 17.Rac1 17.Ng5 Be6 18.Nxe6 fxe6 19.Rac1 también es buena. 17...Be6 18.Rc5 Qb6 No vale 18...Qd8? por 19.Rd1. 19.Rb5 Qa6?! Tras este movimiento las negras quedan perdidas. Tampoco sirven 19...Qc6? 20.Nd6 ni 19...Qd8? 20.Rd1. Lo menos malo es 19...Nxe3 20.Qb4 Nc2 21.Rxb6 axb6 22.Qxb6 Rxa3 23.Qxb7 Rxa2, y aunque el blanco tiene ventaja material la pareja de alfiles y la simétrica estructura de peones proporcionan cierto consuelo a las negras. 20.Nc5 Nxe3 A Wheatcroft no le queda otra que intentar enredar las cosas con esta descubierta, porque ni 20...Qc6 21.Nxe6 fxe6 22.Rxd5 ni 20...Qd6 21.Nxe6 son alternativa. 21.Nxe6! Este alfil vale mucho más que la torre de f1. Si 21.Nxa6? Bxb3 22.fxe3 Bc4 23.Nc7 Bxb5 24.Nxb5 Rxe3 las negras se salvan. 21...Nxf1 22.Ng5! 22.Nc7? Nd2! y 22.Nxg7? Nd2! son más aparatosas que efectivas. 22...Nd2 23.Qxf7+ Kh8 24.Bd5! Otra jugada estupenda. Se activa la última pieza, se amenaza un clásico mate y se da una casilla de escape al rey ante eventuales jaques en la primera fila. 24...h6 El "clásico" mate al que hacía referencia es por supuesto 24...Qxb5 25.Qg8+ Rxg8 26.Nf7#. Tampoco sirve 24...Qf6 25.Qxf6 Bxf6 26.Rxb7 Bxg5 27.Bb2+. 25.Bb2! Espectacular. Con torre y caballo ya bajo amenaza, Parr pone otra pieza al alcance de su rival. 25...Rg8 Obviamente, no hay margen para 25...Qxb5 26.Qxg7#, 25...hxg5 26.Qxg7# o 25...Bxb2 26.Qh7#. 26.Qd7! Parr no da un solo paso en falso. La dama está perfecta aquí: protege la torre, despeja el camino para Bxg8 y Nf7+, y mira de reojo al caballo de d2 y la casilla h3. 26...Qa4 El negro fantasea con 27...Qd1+ 28.Kg2 Qf1#, pero lo cierto es que está frito en todas las variantes, por ejemplo la trivial 26...hxg5 27.Qh3# o la abigarrada 26...Rab8 27.Bxg8 Rxg8 28.Qxd2 hxg5 (28...Qxb5 es mate en 6 empezando por 29.Bxg7 Rxg7 30.Qd8+) 29.Qxg5 Kh7 30.Qh4+ Bh6 31.Qe7+ Rg7 32.Bxg7 Qxb5 33.Bf8+ Kg8 34.Bxh6. 27.Bb3!! Cada jugada es más fina que la anterior. El negro está obligado a capturar con su caballo, porque en caso de 27...Qa6 sigue la impresionante 28.Qh3 h5 29.Qxh5+!! gxh5 30.Nf7+ Kh7 31.Bc2+ Ne4 32.Bxe4+ Qg6 33.Rxh5+ Bh6 34.Rxh6#. 27...Nxb3 Ahora el blanco debe demostrar por qué se ha desprendido de un atacante tan poderoso como el alfil.Avec plaisir... 28.Nf7+ Kh7 29.Rh5!! Uno no sabe ya qué decir, el blanco se permite el lujo de entregar una dama limpia... Ya, por cierto, entendemos el sentido de la jugada 27, que no es otro que permitir el desplazamiento de la torre por la quinta fila. 29...Qa5 El negro devuelve desperadamente la cortesía, intentando aguantar un poco más con 30.Rxa5 Nxa5, pero el blanco tiene otros planes. Si 29...Qxd7 30.Ng5+ Kh8 31.Rxh6#. 30.Rxh6+! Las negras abandonaron ante el inevitable mate 30...Bxh6 31.Ng5#. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Chernev, Reinfeld y Rowson]