Estudio de J. C. Infantozzi

ÚV CSTV 1985


Con todas las piezas de ambos bandos en el tablero, sus cuatro peones dan a las blancas una clara ventaja de material. Sin embargo, en una posición tan abierta esto es lo de menos. En realidad las piezas pesadas negras acumulan tantas amenazas contra su rey que más les vale encontrar algo contundente ya:

1.Qe8+! No está mal un sacrificio de dama para empezar. Observemos que si primero se entrega el alfil, 1.Bg6+ Bxg6, entonces 2.Qe8+ es inútil; tras 2...Kxe8 3.Rxc8+ Kf7 al rey blanco le queda muy poco tiempo en este mundo. 1...Kxe8 Además de natural, es forzoso aceptar el regalo: si 1...Kf6 2.Nd7#. 2.Rxc8+ Kf7 3.Bg8+! Segunda ofrenda, y en la casilla justa, para dar a continuación un jaque a la descubierta con el caballo; tiene tan poco sentido entregar el alfil en g6 como lo tenía antes. 3...Kxg8 Con la dama en el buche, el rey ya está saciado y preferiría mover 3...Kf6 para no tener que preocuparse del mencionado jaque, pero 4.g5+ Ke5 5.Nd7# lo impide. 4.Ng6+! 4.Nxe6+, paliando un tanto el déficit de material y liquidando a un peligroso agresor, parecería mucho más lógico, pero entonces el rey escapa fácilmente, 4...Kh7 5.Ng5+ Kxh6 6.Rh8+ Kxg5 7.Rh5+ Kg6. 4...Kh7 La casilla correcta, ya que 4...Kf7 5.Nh8+ Kf6 6.Rf8+ Ke5 7.Bf4# es mate. 5.Rh8+! No queda otra que seguir dando jaques, cueste lo que cueste. 5...Kxg6 Notemos que la torre que antes desdeñó el caballo está lista para dar mate tanto en c6 como en e5. 6.Nf4+ La caballería aparece para echar una mano, pero andaríais muy despistados si pensáis que su objetivo es la torre de e6... 6...Kf6 6...Kf7 7.Rf8#. 7.Rf8+ 7.g5+ es insuficiente por 7...Ke5 8.Bg7+ Rf6 9.Bxf6+ exf6 10.Re8+ Be6 11.Ng6+ Kf5. 7...Ke5 De repente al rey empieza a faltarle el oxígeno. Ahora se trata de encontrar un modo de quitárselo del todo. 8.Bg7+! Aquí, como en las tres próximas jugadas, el jaque 8.Ng6+ es posible pero no efectivo, en este momento en concreto por culpa de la sempiterna torre de e6: 8...Rxg6 9.f4+ Ke6. 8...Rf6 9.Bxf6+ exf6 10.Re8+ Ne6+ No valen 10...Be6 11.Ng6# ni 10...Qe6 11.Ng6+ Bxg6 12.f4#. 11.Rxe6+ El sacrificio es obligado, pues el caballo, además de defender a su propio rey, da jaque al otro. 11...Qxe6 Duele desprenderse de la dama, pero la ventaja material del negro es lo suficientemente grande como para que no se note demasiado. La alternativa 11...Bxe6 12.Ng6# no es viable. 12.Ng6+! El caballo ignora a la dama y da jaque en g6 en el momento justo. Por supuesto, no 12.Nxe6 Rxa4. 12...Bxg6 Poco le queda ya que entregar al blanco, aparte de la torre que está fuera de juego en el lateral desde el principio. Bueno, sí: le quedan peones: 13.f4+! Rxf4 14.gxf4+! 14.Rxf4 Bxd3. 14...Bxf4 Más que en números rojos, las blancas están ya en números púrpura. ¿Qué hacer ahora? 15.Re4+! Pues sacrificar la última pieza, por descontado. Es interesante notar que 15.d4+ Ke4 16.d5+ Ke5 17.dxe6 sanea las cuentas del blanco, pero no hasta el punto de asegurar la victoria. De hecho, tras 17...Be3+ 18.Kc4 Kxe6 puede comprobarse que las negras ganan, primero haciéndose con el peón de b4 y luego coronando el suyo. 15...Bxe4 16.d4# Finalmente, el rey sucumbe aplastado por el peso de su propio ejército. Y para que no falte nada, el mate es ideal: todas las piezas blancas y negras participan en él del modo más económico posible. Es increíble que haya una posición inicial que dé de sí lo que ha dado esta, y más todavía que un ser humano fuera capaz de encontrarla. 1-0