Hoy 8 de mayo de 2014, precisamente hoy, cumplo mi primer medio siglo de existencia. Y digo yo que si en este blog ha habido entradas hasta para el barbero que me pelaba de crío, bien podría dedicar esta a mi futuro y carcamalísimo yo; quién sabe, si la ciencia gerontológica y su buena estrella lo propician (y la pensión le alcanza para pagarse la conexión a Internet, cosa que no está tan clara), igual está leyendo estas palabras de aquí a otros cincuenta años.
Si pudieses mandar un mensaje a tu remota versión 2.0, ¿qué le contarías? ¿Tal vez tus Grandes Conclusiones sobre los Misterios de la Vida? Arriesgado. Con diez lustros extra de perspectiva podrían sonarle a majaderías de chiquillo, y no hay ridículo más sonrojante que el que se hace ante uno mismo. No; mejor le hablaré de cerca, de cosas que entenderá, que todos nuestros yos, pretéritos y venideros, siempre hemos compartido; porque más allá de lo que el espejo mentiroso intenta hacerlos creer, ambos sabemos que de puertas para adentro nos parecemos como gotas de agua.
Que un desayuno sin Cola-Cao no tiene sentido; que es imposible desintoxicarse del dichoso balompié; que nada vuelve una siesta tan placentera como un buen cuento de miedo. Cambian los matices, lo sé. Cuando era niño y mis padres llegaban tarde a casa, me escondía en el aseo para que mi abuela no descubriera lo aterrado que estaba; y para distraerme en las noches de insomnio, me imaginaba inventando una fórmula matemática perfecta para resolver el ajedrez. Ahora son otros los miedos que te machacan el corazón, los sueños que iluminan tus vigilias; tan inapelables como siempre los unos, tan descabellados como siempre los otros. ¿Hay, en verdad, tanta diferencia?
Por eso hoy 8 de mayo de 2064, precisamente hoy, merece la pena que vuelvas a escuchar “The circle game”. Tiene ya casi un siglo, como tú, lo que es curioso, porque suena a canción de las que cantan los críos en el parque jugando al corro. Joni Mitchell da con una metáfora todavía más poderosa, la del tiovivo. Eso es lo que hemos sido, y seremos tú y yo toda la vida; no más que niños a lomos de un caballito de colores. Y nuestras manos se aferran al mástil de metal, y sudan, a partes iguales por el pánico y la excitación, mientras que el carrusel del tiempo da una vuelta, y otra, y otra vuelta más.
The circle game / Joni Mitchell
The circle game / Joni Mitchell letra y traducción
“Both sides, now” (Clouds, 1969), “Little green” y “River” (Blue, 1971).