Cada cien entradas, más o menos, decido cerrar el blog. Debe de ser una enfermedad recurrente, como la malaria. Pero no, esta vez va en serio. Lo dejo. Goodbye. Auf Wiedersehen. Sayonara.
No decís nada porque sois buena gente, discreta y compasiva, pero es obvio que este blog ha degenerado (quizá sea “hipertrofia” la palabra justa). Sin darme cuenta al principio, muy conscientemente al final, lo he convertido en una copia de seguridad de mis recuerdos. Y resulta que casi todo lo que había que contar, más o menos disfrazado, está dicho. A lo mejor tendría que haber mencionado a mi hermana pequeña, que aun así me arropaba por las noches, o a la mayor (esa sí que ha vivido una vida de película). O a Fray Francisco y sus catequesis para adolescentes, que iluminaron mis años oscuros; y a mi tía María, ahora que los fantasmas de la demencia han espantado de su cabeza los chistes con los que tanto me hizo reír. Tampoco están, ni pueden estar, mis miserias profundas, mis daños colaterales; en todo caso, por desgracia, no corren peligro de ser aliviados por el olvido, pues cada día que pasa los recuerdo mejor, y los recuerdo peores. Da igual: llegados a este punto solo aspiro a una vida tranquila y razonablemente saludable, sin dramas dignos de ser narrados. Me queden cincuenta años o cincuenta días, es el momento de dar el mensaje por escrito y lanzar la botella al mar.
Luego están la música y el ajedrez, que al cabo es de eso de lo que va el blog. Os haré una última confidencia: padezco una incapacidad congénita e incurable de regalar como es debido. Viene al caso esa nefanda tradición navideña del “Amigo Invisible” (mi familia política la celebra mañana); qué pena que a su inventor no le diera por la pesca submarina a pulmón, de tiburones blancos en concreto. ¿Qué se le compra a la cuñada de turno, si en el fondo no la conoces, o incluso peor, no la entiendes? Lo pienso y solo se me ocurre qué me gustaría recibir a mí: una edición bonita de algún libro maravilloso, una colección de estudios selectos, un cedé casero con canciones que de verdad me toquen el corazón. Si yo regalase eso fracasaría con estrépito, lo tengo muy claro (me ha pasado más de una vez), porque un pequeño drama de este mundo es que la gente, en su abrumadora mayoría, es inmune a la belleza que no entra por los ojos. Así que mañana regalaré un bolso, un perfume o un jersey, y de todos modos fracasaré, pero sin dar la nota ni quedar como un marciano. Ahora bien, este año me pienso dar un gusto: abajo tenéis, seleccionadas con especial esmero para mis Amigos Invisibles del blog, diez (¿qué otro número si no?) canciones redondas y diez partidas memorables. Se trata de artistas y maestros que ya hemos disfrutado en entradas anteriores, pero me ha parecido que tenía sentido recuperarlos como compendio de lo mejor que este blog ha dado de sí.
Pues eso, que se hace tarde y es hora de cerrar. Estoy en ello. Voy a ir yendo enseguida, como me replicó una vez mi hijo, plácidamente tumbado en el sillón, tras encargarle no se qué tarea. Es solo… que queda una mínima formalidad que solventar antes de que mi botella se extravíe del todo entre las olas del ciberespacio. Los libros. Los he mencionado de refilón en el párrafo anterior, y algún que otro cameo han hecho en entradas pasadas, pero si quiero que este blog me resuma no basta con notas a pie de página porque me han sido, y son, tan necesarios como la música y el ajedrez. Si este blog es un brindis por la belleza invisible entonces, además de la de los sonidos y la de la razón, ha de honrar la belleza de las palabras. Sería un majadero si creyera que puedo hacerlo con las mías, pero sí puedo mostraros algunos libros que lo hacen, y a ello dedicaré unas poquitas entradas más, digamos cien. Intentaré explicaros por qué son tan buenos como pienso y tendréis la posibilidad de leerlos online, pero deberíais comprarlos (aunque no todos serán fáciles de encontrar) porque no hay recambio para la sensación de sostener un volumen entre las manos y aspirar el olor de sus hojas. Entretanto la música y el ajedrez seguirán, al cabo es de eso de lo que iba el blog, pero pasarán a un discreto segundo plano, como no queriendo estorbar. Un aviso: a diferencia de lo que me ocurre con la una y el otro, mis gustos literarios no son nada ecuménicos. Siempre me he entendido mal con la realidad, y me atasco con las historias que no me transportan a otros mundos. Es un prejuicio friki y cutre, que me cierra el paso a casi toda la “Gran Literatura Oficial”, pero me temo que soy demasiado mayor para cambiar.
En resumen, pues, esto se acaba, solo que poco a poco. Fijaos si voy en serio que pienso numerar las entradas a partir de este momento de 100 a 1, como si estuviéramos en la cuenta atrás de un lanzamiento. No se trata de que unos libros sean mejores que otros, pero así me centro; no vaya a ser que llegue la entrada trescientos, se me ocurra una nueva extravagancia, y me tachéis de hombre sin palabra…
Violinkonzert Nr. 1 in E-Dur – Allegro / Johann Sebastian Bach
Violinkonzert Nr. 1 in E-Dur – Allegro / Johann Sebastian Bach
Violín y dirección: Anne-Sophie Mutter; orquesta: Trondheim Soloists
Suite bergamasque – Clair de lune / Claude Debussy
Suite bergamasque – Clair de lune / Claude Debussy
Piano: Jacques Rouvier
Summertime / Louis Armstrong y Ella Fitzgerald
Summertime / Louis Armstrong y Ella Fitzgerald: letra y traducción
Desafinado / Stan Getz y João Gilberto
Desafinado / Stan Getz y João Gilberto letra y traducción
Prelude: song of the gulls / King Crimson
Prelude: song of the gulls / King Crimson
Let’s stay together / Al Green
Let’s stay together / Al Green letra y traducción
I hope that I don’t fall in love with you / Tom Waits
I hope that I don’t fall in love with you / Tom Waits letra y traducción
Round midnight / Herbie Hancock y Bobby McFerrin
Round midnight / Herbie Hancock y Bobby McFerrin
Parlez-moi d’amour / Mark Isham
Parlez-moi d’amour / Mark Isham letra y traducción
Imitation of life / R.E.M.
Imitation of life / R.E.M. letra y traducción
Capablanca-Villegas, Buenos Aires 1914
Estudio de A. Troitzky, Bohemia 1915
Bogoljubov-Alekhine, Hastings 1922
Estudio de M. Liburkin, Shakhmaty v SSSR 1939
Problema de C. Mansfield, Die Schwalbe 1956
Fischer-Taimanov, cuartos de final de Candidatos (partida 4), Vancouver 1971
Problema de H.-P. Rehm, III Torneo Mundial de Composiciones de Ajedrez 1984/88
Estudio de D. Gurgenidze y V. Kalandadze, Iuri Akobia 60 Jubilee Tourney 1997
Kasparov-Topalov, Wijk aan Zee 1999
Carlsen-Vachier-Lagrave, Shamkir 2015
Me has dado carbón, menos mal que escondía en su interior otra forma alotrópica que añadir a este blog, tierno, hemoso y aventurero. Estoy deseando abrir este nuevo regalo.
El verdadero regalo sois los que me leéis, eso si que no tiene precio. ¡Intentaré no defraudar!
¡Un abrazo y feliz 2016!
Hace un año y un mes, aproximadamente, que conozco tu blog: noche de cena matemática de Navidad, con las copas de más que yo llevaba, y el entusiasmo de que, además de escucharte en clase, podría leerte en un blog. Desde entonces, además de surfear por entradas anteriores, he leído religiosamente todo lo que has publicado este año, y cada vez que llegaba a mi correo el aviso no faltaba a la cita.
Me apena mucho leer que quieres cerrarlo, espero que finalmente no lo hagas. Pero a la vez estoy, literal y literariamente, deseando abrir el nuevo regalo, como te comentan arriba. Ahora esperaré con más ansia tus entradas, porque este tema del que hablarás es una pasión que comparto profundamente. Si te leí con interés en música y ajedrez, no puedo esperar a leerte sobre libros!
Un abrazo y feliz 2016 🙂
Si es por lo del cierre no sufras, porque con cien entradas todavía por delante vais a tener tiempo sobrado para aburriros del blog. Igual me pedís hasta que acorte… 🙂
¡Muchas gracias por estar ahí y que tengas un fenomenal 2016!
quiero felicitarte y a la vez agradecerte por el extraordinario blog que creaste y que has puesto a disposición de todos quienes nos apasiona el ajedrez y la buena música .
Lo descubrí ahora en mis vacaciones y pese a que solo puedo verlo desde mi iPad, lo que no me permite ver todo el comentario de una partida , me parece apasionante la presentación y una vez en casa los revisaré desde el computador .
Gracias nuevamente por tu genialidad y ojalá no cierres nunca este blog
Un sbrazol
Hola Alonso,
¡Bienvenido al blog y muchas gracias por tus amables palabras!
En principio las partidas deberían verse correctamente en el Ipad, pero efectivamente parece haber problemas con el “scrolling” en la última versión de Safari. Mi sugerencia es que uses un navegador alternativo o, si eres muy fan de Safari, que hagas lo siguiente: mantén pulsado el enlace de la partida hasta que salga el texto “Abrir en una pestaña nueva”. Pincha ahí y la podrás ver sin problemas.
¡Saludos y que las disfrutes!