Todo eso de que el ajedrez es el paraíso de la lógica, un duelo de intelectos donde el azar no tiene voz ni voto, son pamplinas. El ajedrez no puede ser lógico porque dos de sus reglas, el ahogado y el salto del caballo, son manifiestamente absurdas. Reglas que, combinadas, conducen a la siguiente aberrante situación: es imposible que rey y dos caballos puedan dar jaque mate a un rey desnudo. Para ser exactos: es imposible salvo que este quiera suicidarse. Para ser más precisos todavía: el solitario monarca puede permitirse mover al tuntún y seguirá tan a salvo como el oro de Fort Knox. Lo único a evitar, en determinadas circunstancias, es jugar tan torpemente que permitas el mate en la siguiente; pero siempre hay alternativa. Salvo, se entiende, que el rey ya esté ahogado, con lo que es tablas de todos modos. El no va más del sinsentido es que hay posiciones donde el rey a la defensa pierde por fuerza, pero a condición de que exista algún peón de su propio color. El infatigable Troitzky, a lo largo de incontables noches en vela, las catalogó una por una; un esfuerzo tan admirable como inútil, siendo sinceros, porque su relevancia en el juego práctico es nula. El paraíso de la lógica, ya, ya.
Con lo de arriba ya tenéis al imponente morlaco del día listo para el estoque. El autor del estudio (el primero sin peones, por cierto, que aparece en el blog) es un tal P. Sobolevsky, del que apenas se conocen seis estudios, todos compuestos entre 1948 y 1951. Tres de ellos son irrelevantes; los otros sendas versiones del que veremos hoy (una premiada por Shakhmaty v SSSR en un concurso de compositores noveles). Tras su publicación, ya os digo, se le pierde la pista para siempre, como si de repente hubiera comprendido que una vez gozas de tu momento Beamon/Korgis no hay nada más elegante que hacer mutis por el foro.
En su libro Advanced endgame strategies, Edmar Mednis afirma que la imposibilidad de dar mate con dos caballos es “una de las grandes injusticias del ajedrez”. Ja. Como si hubiera algo justo en este mundo. Si la vida fuera justa la entropía debería disminuir en vez de aumentar; así cada día tu casa parecería más limpia, tu coche más nuevo y el fabricante del Grecian 2000 estaría en la ruina.
Magnífico, como siempre.
Supongo que conocerás “Dos caballos en combate” (escaques, 1965) del Dr. Carlos Rodríguez Lafora y dedicado íntegramente al estudio de los finales de caballo contra peón (peones).
Parte de donde lo dejó Troitzky y lo desarrolla hasta sus últimas consecuencias. Lamentablemente, dos tomos que debieron culminar la obra quedaron sin publicar.
Una rareza digna de admiración.
Saludos cordiales.
Mariano
Hola Mariano,
Pues no, no conocía el libro; en mis tiempos de jugador el mate con alfil y caballo ya me parecía suficientemente enrevesado como para intentar aprenderme este…
Por cierto, he echado un vistazo a tu web Artedrez: estupendo trabajo y siete años ya en antena, ¡qué envidia! También he visto que te gustan los finales de peones; estate atento porque dentro de no mucho tengo pensado subir uno al blog de verdadero escándalo.
Gracias. Estaré atento al final. hgg
Saludos.