Janowski - Chajes

Nueva York 1916


1.d4 Nf6 2.Nf3 d5 3.c4 e6 4.Bg5 Be7 5.e3 Nbd7 6.Nc3 La viejunísima, pero no por ello menos fiable, variante clásica en la defensa ortodoxa contra el gambito de dama. Tan difícil es para las blancas abrir la lata como para las negras generar contrajuego. 6...c6 El peón no puede quedarse eternamente en c7 porque estaría a expensas de la típica batería Rc1 y Qc2. Aun así, lo habitual es enrocar primero, 6...O-O, y solo tras 7.Rc1 jugar ...c6. En la partida ambos movimientos se retrasarán bastante pero la diferencia no es sustancial. Lo relevante del asunto es esto: las blancas querrían no mover su alfil de f1 hasta que las negras jueguen ...dxc4, y así capturar en c4 con ganancia de tiempo; las negras, por su parte, preferirían llevar su peón a c5 sin la intermedia ...c7-c6 (de ahí la conveniencia de enrocar antes: si 6...O-O 7.Bd3?! entonces 7...c5!). Si ambos bandos juegan correctamente ninguno de estos planes es factible. Por ejemplo, si el blanco remolonea con Qc2 entonces ...Re8 o ...a6 son útiles para el negro de cara a ...dxc4. Por su parte, si este se lanza con 7...c5 entonces lo mejor tras 8.dxc5 es devolver el tiempo con 8...dxc4, ya que a 8...Nxc5 seguiría 9.cxd5 y si 9...exd5? entonces 10.Bxf6 Bxf6 11.Nxd5 y se pierde un peón porque la torre toca el caballo de c5. Al hilo de todo lo anterior, la línea 6...dxc4 7.Bxc4 a6 8.O-O b5 9.Bd3 c5 de la partida Mikenas-Kashdan, Olimpiada de Praga 1931 (a la que volveremos dentro de un rato) es particularmente ilustrativa: la posición es justo la misma que la de la presente partida tras 10...c5, salvo que ambos bandos se han ahorrado un tiempo. 7.Bd3 Con el peón en c6 el alfil ya puede ocupar su casilla natural, apuntando a la siempre delicada casilla h7 y desactivando la maniobra simplificadora de Lasker 7...h6 8.Bh4 Ne4?, que aquí es absurda por 9.Nxe4 Bxh4 10.Nd6+. Este es otro de los pequeños inconvenientes del orden de jugadas elegido por Chajes. 7...dxc4 8.Bxc4 b5 La expansión en el ala de dama es uno de los dos planes razonables del negro. La alternativa es otro mecanismo de simplificación, este popularizado por Capablanca: 8...Nd5 9.Bxe7 Qxe7 10.Rc1 O-O 11.O-O Nxc3 12.Rxc3 e5. 9.Bd3 a6 10.O-O Dado que las negras han abandonado el centro con ...dxc4, es natural preguntarse si las blancas no podrían ocuparlo con 10.e4. La respuesta es sí: de hecho, así jugó Capablanca contra Bernstein en el legendario torneo de San Petersburgo de 1914, llevándose de paso, tras el error 10...e5? (es mejor la temática 10...c5, y si 11.e5 se sigue con 11...Nd5! 12.Bxe7 Qxe7 sin miedo al aparentemente temible plan Nd4-e6, que en realidad no hay tiempo de implementar), el primer premio de belleza. La partida transcurrió así: 11.dxe5 Ng4 12.Bf4 Bc5? (otro fallo, quizá decisivo; se imponía atacar e5 con 12...Qc7) 13.O-O Qc7 14.Rc1 (ahora el alfil está en el punto de mira de la torre) 14...f6 15.Bg3 (era más preciso 15.b4! y las negras no tienen nada mejor que 15...fxe5 16.Bg3 Ba7, llegándose a la misma posición de la partida) 15...fxe5?! (dejando escapar 15...Ndxe5, y aunque tras 16.Nxe5 Nxe5 17. b4 Ba7 las blancas siguen muy por delante en el marcador, se frena el sacrificio en b5) 16.b4 Ba7 17.Bxb5! (si un ordenador andante con los gigas de Capablanca te juega esto el dolor está garantizado) 17...axb5 18.Nxb5 Qd8 19.Nd6+ Kf8 20.Rxc6 Nb6 21.Bh4! (la humana 23.Nxe5! también es buena, pero el gran cubano ha calculado una combinación de 12 jugadas que le garantiza un final ganado) 21...Qd7 (si 21..Nf6 lo más simple es 22.Nxe5) 22.Nxc8! Qxc6 23.Qd8+ Qe8 24.Be7+ Kf7 25.Nd6+ Kg6 (25...Kg8 26.Nxe8 Rxd8 27.Bxd8 es otro modo de perder) 26.Nh4+ Kh5 (o bien 26...Kh6 27.Ndf5+ Kh5 28.Ng3+ Kh6 29.Bg5#) 27.Nxe8 Rxd8 28.Nxg7+ Kh6 29.Ngf5+ Kh5 30.h3! (el momento culminante de la combinación; las blancas amenazan mate con 31.hxg4+ Kxg4 32.f3+ Kf4 33.g3# y para evitarlo su oponente está obligado a devolver, con intereses, el material ganado) 30...Nc8 (30...Nh6 31.Ng7#) 31.hxg4+ Kxg4 32.Bxd8 Rxd8 33.g3 (¡hasta aquí vio Capablanca!) 33...Rd2 34.Kg2 Re2 (no queda ni el consuelo de recuperar uno de los tres peones de menos con 34...Rxa2 35.Nf3 Bb8, porque 36.Rh1 lleva enseguida al mate) 35.a4 (el resto no tiene más historia) 35...Nb6 36.Ne3+ Kh5 37.a5 Nd7 38.Nhf5 Nf6 39.b5 Bd4 40.Kf3 Ra2 41.a6 Ba7 42.Rc1 Rb2 43.g4+ Kg6 44.Rc7 Rxf2+ 45.Kxf2 Nxg4+ 46.Kf3 y en este punto, ya era hora, Bernstein abandonó. 10...c5 Ahora el avance e3-e4 se complica muchísimo. 11.Rc1 Si el blanco quiere tablas no tiene más que jugar 11.Bxf6 Nxf6 12.dxc5 Bxc5 13.Ne4 Be7 14.a4, pero aquí hemos venido a disfrutar. 11...Bb7 12.Qe2 O-O 13.Rfd1 Es curioso que ni siquiera con la dama en e2 valga 13.e4?: 13...cxd4 14.Nxd4 Ne5 15.Nf3 Nxd3 16.Rfd1 Nxc1 y las negras ganan. 13...Qb6 Chajes se viene arriba, pero las piezas blancas tienen más potencial atacante del que parece. Tanto 13...cxd4 14.exd4 como 13...c4 14.Bb1 mantenían el equilibrio con menos riesgo. 14.Ne5 La amenaza es simple, 15.Nxd7 Nxd7 16.Bxe7, pero hay que darle respuesta. 14...Rfe8 Por supuesto, no 14...Nxe5?? 15.dxe5 Nd5 16.Nxd5 exd5 17.Bxe7. 15.dxc5 Nxc5?! Esta imprecisión acabará costándole muy cara a Chajes. 15...Bxc5? 16.Nxd7 Nxd7 17.Bxh7+ Kxh7 18.Qh5+ Kg8 19.Rxd7 está descartada, pero 15...Qxc5 16.Nxd7 Qxg5 17.Nxf6+ Qxf6 amarra el empate. 16.Bxf6 Bxf6 Buena prueba de la temperatura que está cogiendo el horno es que si las negras intentan suprimir los dos alfiles enemigos entonces pierden espectacularmente: 16...Nxd3? 17.Bxg7! Nxc1 18.Qg4 f5 (18...h5 19.Qxh5 Kxg7 20.Qxf7+ Kh6 21.Qg6#) 19.Qg3 Bh4 20.Qxh4 Rad8 21.Rxc1 Kxg7 22.Qg5+ Kf8 23.Qf6+ Kg8 24.Nf7 h5 25.Qg6+ Kf8 26.Nh6 Ke7 27.Nxf5+! Kd7 28.Nd5! y a continuación 29.Qf7+. Otro ejemplo: 16...gxf6? 17.Qg4+ Kf8 18.Qh5! fxe5 19.Qh6+ Kg8 20.Bxh7+ Kh8 21.Bg6+ Kg8 22.Qh7+ Kf8 23.Qxf7#. 17.Bxh7+! ¡Susto!... ¿y muerte? 17...Kxh7 18.Qh5+ Kg8 19.Qxf7+ Kh7? Pues sí, ahora sí. Instintivamente el rey de Chajes evita la casilla h8, donde podría ser atacado por el caballo desde g6. Tras 19...Kh8 20.Qh5+ Kg8 21.b4 Bxe5 22.Qxe5 hay que resignarse a un final con un peón de menos, 22...Rac8 (22...Na4? 23.Rd7) 23.bxc5 Rxc5, pero es la única forma de mantenerse en la partida. Ahora las blancas ganan, si sabes dar con la tecla, porque no es nada fácil ver más allá del jaque continuo 20.Qh5+ Kg8 21.Qf7+: hasta el punto de que en la partida Mikenas-Kashdan que mencioné al principio se llegó a esta exacta posición... ¡y se acordaron tablas! 20.Nd7! La amenaza es 21.Nxf6+ Kh8 22.Qh5#. Puede comprobarse que 20.Ng4! también gana, pero la jugada de Janowski es más nítida. 20...Nxd7 21.Rxd7 Bc6 Lo preferible objetivamente es 21...Rf8 22.Rxb7 Rxf7 23.Rxb6, pero las blancas deberían ganar este final sin grandes trastornos. 22.Ne4! Esta es probablemente la idea que se le escapó a Chajes, Mikenas y Kashdan. No contentas con ignorar la amenaza sobre su torre ¡las blancas ofrecen el caballo al enemigo! 22...Bxb2 Ninguna de las dos piezas es masticable: si 22...Bxd7 entonces 23.Nxf6+ Kh8 (o 23...Kh6) 24.Qh5#, y tras 22...Bxe4 viene 23.Qxf6 Rg8 24.Rcc7. 23.Ng5+ Kh6 23...Kh8 24.Qh5+ Kg8 25.Qh7+ Kf8 26.Rf7#. 24.g4! Finísima, con la deplorable intención 25.Qh5#. No habréis dejado de notar, supongo, que las dos torres y el caballo blancos estaban tocados... 24...g6 El mate en h5 impide la captura de las torres, y el caballo también es invulnerable: 24...Kxg5 25.Qh5+ Kf6 26.Rf7#. 25.h4 Y ahora se amenaza 26.Qh7#. 25...Rh8 26.Qh7+! ¡A pesar de todo! Chajes debería haber permitido a Janowski rematar su sublime combinación con 26...Rxh7 27.Rxh7# pero prefirió rendirse. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Reinfeld]