Tras el subidón de la partida 8 Yusupov ha venido con ganas de marcha, y tras entregar poco antes un peón acaba de capturar en h4 con su caballo de g6, sacrificando de hecho dos piezas porque enseguida un caballo blanco dará jaque en e7 y capturará el alfil de f5. Todos los maestros presentes en la sala de prensa (Karpov, Korchnoi, Short, Seirawan...) coincidieron en que Yusupov había perdido la cabeza, y llevaban razón. Parece que tanto 23...fxg3 como 23...Nf2 conducen a tablas con juego correcto por ambos bandos, pero el moscovita quiere el coche, el apartamento y la chica y cifra sus esperanzas en: a) el peón de e3, que es un puñal; b) los apuros de tiempo (como estábamos en el desempate, se usaba un control acelerado de 60 movimientos en 45 minutos por cada jugador, y 15 minutos por cada 20 movimientos a partir de entonces); y c) los nervios del impredecible Ivanchuk. Él también llevaba razón.

24.gxh4! El ucraniano hace bien en moderar su apetito. En caso de 24.Nxf4?, tocando la dama antes de capturar en h4, sigue la inesperada 24...Nf3+! 25.exf3 Qh2+ 26.Kf1 e2+ 27.Nxe2 Rxe2! 28.Kxe2 Qxg2+ 29.Ke1 Qf2#. 24...Qxh4 Habla un testigo directo del drama: "Un momento crucial. Ivanchuk pensó durante varios minutos, titubeó, estiró su mano... ¡y tomó el caballo equivocado! Caballo en mano, una sombra de preocupación cruzó por su rostro pero continuó como si todo estuviera controlado. Los espectadores no entendían nada. ¿Qué acababa de pasar? ¿Cómo es posible que el número 2 del mundo se hubiera equivocado de pieza? Yo creo que Ivanchuk había calculado tan profundamente que cuando 'regresó a la superficie' olvidó por un instante lo que tenía en mente y tocó la pieza que no era." (Seirawan) 25.Nde7+? Mucho más lógico, y correcto, era 25.Nce7+!, manteniendo bajo control f4 y e3 con el caballo de d5. A lo mejor Ivanchuk analizó 25...Kh8 26.Nxf5 Qh2+ 27.Kf1 y de repente se asustó de 27...Be5, lo que podría explicar porque dejó el caballo en c6. No obstante, se ganaba con 28.dxe5! (si 28.Bxe5+? Rxe5 29.dxe5 entonces 29...Rg8! plantea una peligrosísima amenaza que reaparecerá en la partida, cuyo único antídoto es 30.Ng7! Rxg7 31.Qb8+ Kh7 32.Qb1+ Kh8 con jaque continuo) 28...Rg8 29.Ndxe3 fxe3 30.e6. 25...Kh8 26.Nxf5 Qh2+ 27.Kf1 Es hora de mostrar las cartas. Yusupov necesita reforzar su ataque llevando su torre a la columna g, pero no está claro cómo, porque la rutinaria 27...Rg8? pierde por 28.Nxe3! Bxd4 (28...Nxe3+ 29.Qxe3 aprovecha la clavada del peón de f4) 29.Rxd4 Nxe3+ 30.Ke1 Rxg2 31.Be5+ Kg8 32.Qd3 y las blancas se defienden del mate rentabilizando su ventaja material, por ejemplo 32...Nc2+ 33.Kd2 (pero no 33.Qxc2? Qg3+ 34.Kd2 Qe3+ 35.Kd1 Rg1#) 33...Nxd4 (33...Nxa1 34.Rd8+ Rxd8 35.Ne7+ Kf8 36.Qxd8# pierde en el acto) 34.Ne7+ Kf8 35.Bxd4 Kxe7 (35...Re8 36.Bc5) 36.Qe4+ Kd7 37.Qxa8. 27...Re6!! Una de las jugadas más terroríficas del ajedrez moderno, el clásico o el paleolítico: la torre irá a g6 aunque para ello haya que permitir que su hermana de a8 sucumba con jaque. Es tan excepcional que ni siquiera mi ordenador, tras horas de cálculo, comprende cómo se puede ganar con ella. La alternativa cibernética 27...Bf6! es válida, porque tras 28.Rd3 Bh4 (con la intención de ...Bf2) 29.Rxe3 Rxe3 30.Nxe3 Bf2 31.Be5+ f6 32.Bxf6+ Nxf6 33.Kxf2 fxe3+ 34.Kxe3 Qxg2 la amenaza 35...Re8+ permite al negro capturar en c6 y probablemente se gana, pero la idea de Yusupov es infinitamente más hermosa. 28.Qb7 Puede intentarse 28.Nce7, pero ni así se evita que la torre llegue a g6: 28...Rg8! 29.Rd3 (el ordenador se muestra satisfecho durante un buen rato con 29.Rab1, pero tras 29...Bf8 30.Nxg8 sigue de todos modos 30...Rg6) 29...Be5! y el plan de Yusupov, consistente en 30...Qh1+!! 31.Bxh1 Nh2+! 32.Ke1 Rg1#! se revela en todo su esplendor. No hay alternativa a 30.Nxg8 Bxd6, pero entonces las blancas tienen un nuevo problema: a 31.Nge7 sigue 31...f3! y el peón no puede capturarse por e3-e2+ y el mate en f2. La única defensa es 31.Re1, pero entonces 31...Rg6! y no hay respuesta adecuada ante la bestial 32...Qh1+. 28...Rg6! Puede comprobarse que 28...Rg8! 29.Qxf7 Bf6 30.Qxg8+ Kxg8 31.Rab1 Rxd6 32.Nxd6 f3 también gana, pero el ruso sigue adelante con su fantástico plan. 29.Qxa8+ Kh7 30.Qg8+! Lo mejor frente a la monumental combinación de las negras. Si 30.Nxe3 Nxe3+ 31.Ke1 Nxc4 las blancas no podrán esquivar el mate mucho tiempo. 30...Kxg8 31.Nce7+ Ahora sí que da igual el caballo con el que se dé jaque, 31.Nfe7+ Kh7 32.Nxg6 fxg6 33.Ne5 Nxe5 34.dxe5, y la delicada 34...h5! decide, 35.e6 h4 36.e7 h3. 31...Kh7 32.Nxg6 fxg6 33.Nxg7 El negro ha entregado tantas piezas que a pesar de la dama sigue en considerable desventaja material, y si se juega la natural 33...Kxg7 las blancas consiguen cierto contrajuego con 34.Rab1 Kf6 35.Rb8. Tranquilos, la diversión aún no ha acabado. 33...Nf2! Desaparecidas las torres negras, será ahora la dama quien saque el cuchillo que esconde bajo la liga. La amenaza es 34...Nh3 35.Ke1 (35.Bxh3 Qf2#) 35...Qg1+ 36.Bf1 Qf2#. 34.Bxf4 Única. Las blancas ganan tiempo, aunque sea a costa de su alfil, para alejar a la dama de la escena del crimen. 34...Qxf4 35.Ne6 La torre de d1 está atacada, pero si 35.Rdb1 entonces comienza el zafarrancho de limpieza, 35...Nh3+ 36.Ke1 Qh4+ 37.Kd1 Qxd4+ 38.Ke1 Qh4+ 39.Kd1 Nf2+! 40.Kc2 Qxc4+ 41.Kb2 Qxe2+ 42.Ka3 Kxg7. 35...Qh2! La enlutada homicida retorna, y ya no abandonará a su presa. 36.Rdb1 No hay alternativa a esto. 36...Nh3 Quizá no esté de más comentar que 36...h5?, que en una variante anterior resolvía la partida con gran elegancia, aquí sería un grave error pues permite a las blancas escaparse con 37.Ng5+ Kh6 38.Nf7+ Kg7 39.Ne5 Nh3 40.Rb7+ y no hay otra forma de librarse del jaque continuo más que el suicidio: 40...Kf6? 41.Rf7+ Kg5 42.Nf3+. 37.Rb7+ Es esto o 37.Ke1 Qxg2 38.Kd1 Qe4 39.Nc7 Nf2+ 40.Kc1 Qxd4 41.Kc2 Qxc4+ 42.Kb2 y ahora gana prácticamente todo, 42...Qxe2+, 42...Qxc7 o 42...Ne4. 37...Kg8 38.Rb8+ Es tarde para 38.Ke1 Qg1+ 39.Bf1 Qf2+ 40.Kd1 Qxf1+ 41.Kc2 Qxa1. 38...Qxb8 39.Bxh3 Y así, quince jugadas después del temerario sacrificio de caballo, resulta que la dama debe enfrentarse en solitario a una torre, un caballo y un alfil. Si fuese el turno del blanco, bastaría 40.Kg2 y él sería el único con posibilidad de ganar. Pero la dama tiene la última palabra: 39...Qg3 Las blancas abandonan porque el mate en f2 es irreversible. 0-1 [Comentarios parcialmente basados en notas de Dvoretsky y Seirawan]