Bronstein - Alexander

Hastings 1954


1.d4 f5 2.e4 Una jugada muy del estilo de Bronstein. En lugar de la línea convencional 2.c4 e6 3.g3, el soviético plantea el jugoso gambito Staunton. Durante bastantes años se le consideró una de formas más peligrosas de atacar la defensa holandesa, pero con el tiempo ha perdido mucho de su filo. 2...fxe4 3.Nc3 Nf6 4.f3 Asegurándose de que el negro acepta el gambito. También puede jugarse 4.Bg5 Nc6 5.d5 Ne5 6.Qd4 Nf7 7.Bxf6 exf6 8.Nxe4, como en la partida Troeger-Tal (Hamburgo 1960), que brinda parecidas oportunidades a ambos bandos. 4...exf3!? Esta audaz captura calienta bastante el ambiente. La teoría moderna prefiere 4...d5! 5.fxe4 dxe4: el negro se despreocupa de su estructura, concentrándose en la defensa de su cabeza de puente en e4, y al blanco no le resultará sencillo recuperar el peón sacrificado. 5.Nxf3 g6 No es prudente continuar con 5...d5 debido a 6.Ne5 y si 6...Bf5 entonces 7.g4 seguido de 8.g5, con un fuerte ataque. La textual, no obstante, también tiene sus riesgos. 6.Bf4 Bg7 7.Qd2 Con un doble propósito: preparar el enroque largo y cambiar los alfiles de casillas negras, debilitando el ala de rey del segundo jugador. 7...O-O 8.Bh6 Muy directo. 8.Bd3 era digna de consideración, con la intención de poner en marcha el peón de h. 8...d5 Esto crea un agujero de cierta envergadura en la columna e, pero el negro necesita dejarse ver en el centro y abrir paso a sus piezas; de lo contrario morirá asesinado en la cama. 9.Bxg7 Kxg7 10.O-O-O Quizá no sea esta la manera más adecuada de retener la iniciativa, ya que permite al negro llevar su alfil a una muy buena casilla. Posteriormente Bronstein recomendó 10.Bd3, y ahora no vale 10...Bf5 ya que 11.Bxf5 gxf5 12.Qg5+ da una clara ventaja al blanco. Lo mejor, según Bronstein, es 10...Nc6 11.O-O Bg4 12.Ne5 con una cierta actividad a cambio del peón. Tal vez el negro deba plantearse ya devolver material con 12...Nxe5 13.dxe5 Ne4, llegándose a una posición igualada. 10...Bf5 11.Bd3 Bxd3 12.Qxd3 Nc6 Aunque el blanco puede ejercer presión en la columna, no es claro que sea suficiente compensación. En los próximos movimientos el negro intentará librarse del peón retrasado llevándolo a e5, y el blanco procurará impedirlo. 13.Rde1 Más preciso parece 13.Ng5 Qd7 14.Rhe1 Nd8 15.Re2, ya que el negro no lo tendrá tan fácil para poner la torre de dama en juego. 13...Qd6 14.Kb1 Con la intención a evitar el jaque 14.Nb5 Qf4+. El salto 14.Ng5 seguía siendo merecedor de atención. 14...a6 Impidiendo ...Nb5. 15.Re2 Rae8 16.Rhe1 e6 Así se previene Re6. Claramente es el negro quien ha jugado mejor sus bazas. El avance ...e6-e5 no podrá ser parado durante mucho tiempo, ya que puede reforzarse con jugadas como ...Nd7 y ...Rf5. 17.Ne5?! Dudosa; el caballo no aguantará en esta posición mucho tiempo. Eran preferibles jugadas como 17.h3, poniendo a salvo el peón y preparando un eventual 18.g4, o 17.a4, dando aire al rey y limitando una potencial avalancha en el ala de dama. 17...Nd7 18.Nf3? Esto es un error claro; una vez aquí, lo lógico era al menos cambiar caballos. 18...Rf5 Consistente a más no poder. Todas las piezas negras, salvo su rey, apuntan a e5. 19.Re3 e5 El avance se ha consumado, la debilidad ha desaparecido y la iniciativa es de las negras, que además conservan el peón de ventaja. A partir de ahora las blancas tendrán que remar. 20.dxe5 Ndxe5 21.Nxe5 Rfxe5 22.Rxe5 Rxe5 23.Rxe5 Qxe5 24.Qxd5 Qxh2 Véase la nota a la jugada 17. Si el blanco hubiera llevado en su momento el peón a h3, la ruptura en el centro habría exigido más preparación. 25.Qd7+ Kh6 26.a3 Qd6! Trae más cuenta mantener la dama en el centro que cambiar peones con 26...Qxg2 27.Qxc7, ya que el flanco de dama negro queda muy expuesto. Nótese que el presunto contraataque 27...Nd4?? pierde una pieza por 28.Qf4+. 27.Qc8 Nd8 28.g4?! Otra discutible decisión. La idea es situar el peón en g5, lo que tiene cierto sentido, porque bloquea la mayoría negra en este flanco y roba casillas al rey. Sin embargo, cuanto más lejos esté el peón de su base más difícil será de proteger, y de hecho acabará perdiéndose. Quizá hubiera sido mejor defenderse más pasivamente, aunque desde el punto de vista psicológico no era un decisión fácil de tomar, y menos para un jugador tan aguerrido como Bronstein. 28...Kg7 29.b3 c6 30.g5? Consistente pero equivocada. El ordenador recomienda la inesperada 30.Na4, para seguir con 31.Nc5. 30...Qe7! Este preciso movimiento garantiza un segundo peón de ventaja. 31.Qg4 Nf7 32.Ne4 Qxa3 33.Qe6 Seguramente Bronstein llegó a esto a propósito, sintiendo que a pesar del déficit extra de material una defensa activa le daba más oportunidades de tablas. 33...Qa5 34.Nd6 Nxd6! Con buen criterio, Alexander no se deja tentar por 34...Nxg5 35.Qe7+, ya que el combo dama+caballo blanco podría convertirse en un auténtico quebradero de cabeza. El británico prefiere entrar en un final de damas, confiado en que podrá liberar su posición, por el momento pasiva, y hacer valer los dos peones de diferencia. 35.Qf6+ Kg8 36.Qxd6 Al blanco ya no le quedan jaques útiles, dado que 36.Qe6+ se responde con 36...Nf7. Hemos llegado a un final puro de damas y peones, en el que el negro tiene dos peones más que su adversario. Con tal ventaja de material podría pensarse que el final se gana fácilmente, pero hay muchas dificultades técnicas que sortear. En este tipo de finales, el material no es un factor tan decisivo como en otros: la clave radica en lograr un peón pasado y en mantener el rey a resguardo. En efecto, la dama es una pieza tan poderosa que a menudo puede ella sola empujar a un peón hacia su coronación; por contra, su homónima aprovechará su gran movilidad para intentar forzar situaciones de jaque continuo. En la posición que nos ocupa, ni las negras tienen un peón pasado, ni su rey está bien protegido. Su tarea, por tanto, consistirá en mejorar su posición poco a poco e ingeniárselas para abrirle camino a uno de sus peones. Tendrán que asegurarse en todo momento que su rey está a salvo del jaque perpetuo, y evitar que el blanco cree su propio peón pasado en el ala de dama, lo que le daría un cierto contrajuego. 36...Qe1+ Con esta jugada y la siguiente, Alexander apuesta por atornillar su ala de dama. 36...Qxg5 permitiría a las blancas recuperar un peón con 37.Qb8+ Kf7 38.Qxb7+ Qe7 39.Qxc6. Ciertamente, las negras cuentan con dos peones pasados y ligados en el flanco de rey, pero la posición daría oportunidades al primer jugador de enredar las cosas. Sobre todo si ese jugador se llama David Bronstein. 37.Ka2 Qe8 Ahora el negro proyecta trasladar su rey al otro lado, donde estará menos expuesto a los achuchones de la dama. 38.Qc7 b5 39.Kb1 Qe1+ 40.Kb2 Qe6 41.b4!? Una jugada difícil de evaluar. La intención del blanco es contener el avance de la mayoría enemiga y fijar a6 y c6 como posibles debilidades. Sin embargo el peón queda desprotegido, circunstancia que Alexander explota de inmediato. La alternativa era jugar algo como 41.Ka2 Qe4 42.Kb1 Qd5 43.Qe7 Qf7 44.Qd8+ Kg7 45.Qd4+ Kf8 46.Ka2 Ke7, pero el monarca negro pone rumbo a occidente como en la partida y habrá que estar pendiente continuamente de los posibles avances ...a6-a5 y ...c6-c5. 41...Qe4 42.Qd8+ Kf7 43.Qf6+ Ke8 El rey inicia su travesía. El negro intenta, sin éxito, abortarla con su siguiente jugada. 44.Qd6 Capturar el peón de h7 mediante 44.Qh8+ Kd7 45.Qxh7+ hubiera permitido al negro obtener el peón pasado que necesita: 45...Kd6 46.c3 (de lo contrario el peón de b cae) 46...Qg2+ 47.Kb3 Qxg5. 44...Qd5 45.Qf6 Kd7 46.Qg7+ Kd6 47.Qf6+ Como hace un momento, el intercambio de los peones de h7 y g5 sería muy mal negocio para las blancas. 47...Kc7 48.Qg7+ Qd7 49.Qe5+ Qd6 50.Qg7+ Kb6 Completada la primera fase del plan. Con su rey relativamente a salvo, el siguiente objetivo de las negras es activar la falange de peones con ...a6-a5 o ...c6-c5. 51.Qc3 Capturar el peón de h ahora sería peor todavía que antes; si 51.Qxh7 Qxb4+ 52.Ka2 Qe4 53.Kb1 a5 el blanco no puede impedir el eventual avance de este peón con amenazas de mate. Y por si fuera poco, el peón de g también está en el disparadero. 51...Qe7 La alternativa 51...c5 no es muy convincente porque tras 52.Qf6 el blanco tiene unos cuantos jaques, por ejemplo 52...Qc6 53.Qd8+ o 2...Kc6 53.Qf3+. Por descontado, 52...Qxf6+?? 53.gxf6 es un suicidio: el rey no llega a tiempo de impedir la coronación del peón de f6. 52.Qd4+ Kb7 53.c3 Qf7 54.Qh8 Kb6 55.Qd4+ Kb7 56.Qh8 Qd7 57.Ka3 Qe7 58.Qf6 Qc7 58...Qxf6?? 59.gxf6 sería un horrendo error, como ya se ha explicado. 59.Kb2 a5! ¡Misión cumplida! Tras el intercambio de peones, el rey negro tendrá más espacio al tiempo que su homónimo pierde protección. La etapa 3 del sofisticado plan de Alexander pasa por eliminar el peón blanco de g5 y así lograr el imprescindible peón pasado. Será un proceso relativamente largo, porque el negro tiene que trasladar su rey a f5 o f4 y a la vez defender el peón de c6, y todo ello sin permitir el jaque continuo. Este escenario es típico en los finales de damas y peones; con frecuencia es imposible hacer progresos a menos que se active el rey, aunque ello obligue a exponerlo al riesgo de recibir jaques a mansalva. Para paliar esta circunstancia, lo mejor es ubicar la dama negro en una casilla central desde donde pueda ejercer el máximo control. 60.bxa5 Qxa5 61.Qe6 Qc7 62.Kb3 Qf4 63.Qd7+ Kb6 64.Qd8+ Kc5 65.Qe7+ Kb6 Como se ve a lo largo de todo el final, el negro se toma su tiempo mientras va urdiendo la estrategia adecuada. Las repeticiones ganan tiempo en el reloj y aumentan la presión psicológica en el oponente recordándole quién está al mando. 66.Qd8+ Kc5 67.Qe7+ Kd5 68.Qd7+ Qd6 69.Qg4 Qc5 70.Qd7+ Ke5 71.Qxh7 Bronstein se decide por fin a capturar el peón, ya que no se puede impedir que el rey se instale en f5 o f4. El detalle es que 71.Qg4 Qc4+! fuerza el cambio de damas y el final de peones está ganado: 72.Qxc4 bxc4+ 73.Kxc4 Kf5 74.Kc5 Kxg5 75.Kxc6 h5 76.Kd7 h4 77.c4 h3 78.c5 h2 79.c6 h1=Q 80.c7 Qb7; la dama captura en c7 y el peón de g6 decide. 71...Kf5 72.Qd7+ Si 72.Qh6 Qd5+ 73.Ka3 Qg2 el peón de g cae, y lo mismo ocurre con 72.Qh4 Qd5+ 73.Ka3 Qg2. Es muy instructivo observar (tras 72.Qh4) que sería un grave patinazo forzar el cambio con 72...Qc4+?, ya que 73.Qxc4 bxc4+ 74.Kxc4 Kxg5 75.Kc5 Kf4 76.Kxc6 g5 77.c4 g4 78.c5 g3 79.Kd7 g2 80.c6 g1=Q 81.c7 conduce a un bien conocido final de dama contra peón en séptima que no se puede ganar, véase 81...Qg7+ 82.Kd8 Qd4+ 83.Ke8 Qe5+ 84.Kd7 Qd5+ 85.Ke7 Qc6 86.Kd8 Qd6+ 87.Kc8 Ke5 88.Kb7 Qd5+ 89.Kb8 Qb5+ 90.Ka8 Qc6+ 91.Kb8 Qb6+ 92.Ka8! y el peón es inmune a la captura porque se ahoga al rey blanco. 72...Kxg5 La tercera parte del plan se ha cerrado con éxito. Ahora viene la cuarta y última etapa: avanzar el peón hasta su coronación. Como siempre esto debe hacerse sin que el rey negro sea cosido a jaques, pero la buena ubicación de la dama y el recurso eventual a los jaques cruzados (responder a un jaque con otro forzando el cambio de damas) solucionarán la papeleta. 73.Qd2+ Kf6 74.Qd8+ Kf7 75.Qc7+ Qe7 76.Qf4+ No vale 76.Qxc6 Qe6+, liquidando a un final de peones trivial. 76...Kg7 77.Qd4+ Qf6 En esta posición tenemos ya un primer ejemplo de jaque cruzado: el blanco no puede jugar 78.Qd7+ (o 78.Qa7+) por 78...Qf7+. Esta idea es fundamental en los finales de dama. 78.Qe4 Kf7 El rey negro se marcha de nuevo al ala de dama a fin de usar los peones de b5 y c6 como paraguas. Como dije hace un rato, a diferencia de otros tipos de finales, la dama no necesita ayuda para que el peón avance. 79.Kb2 El negro tenía ...Qe6+ en la recámara. 79...Qd6 80.Qf3+ Qf6 81.Qe4 g5 Cada vez que la dama blanca se tome un momento de respiro, las negras moverán su peón. 82.Qh7+ Ke6 83.Qe4+ Kd6 84.Qd3+ Kc7 85.Qh7+ Kb6 Aquí estamos de nuevo. El rey viajó del flanco de rey al de dama, luego al de rey para liquidar el peón de g, y vuelta atrás. ¡Y aún le queda ruta por delante! 86.Kc2 Qf4 87.Qe7 Qf2+ 88.Kb3 Qd2 89.Qe8 Qd5+ 90.Kb2 Qd6 El negro reposiciona su dama continuamente, a fin de evitar los jaques y propiciar que el peón camine. 91.Qe3+ Qc5 92.Qe8 Qf2+ 93.Kb3 Qf6 94.Qd7 Otra variante es 94.Qb8+ Kc5 95.Qa7+ Kd6 96.Qb8+ Kd5 97.Qg8+ Ke5 98.Qb8+ Kf5 y ya no hay más jaques, porque 99.Qc8+ permite 99...Qe6+. 94...Kc5 95.Kc2 Qe5! La dama manda en el centro y enseguida se instalará en e4 para implementar ...g5-g4. 96.Qd8 El avance podría demorarse algo con 96.Qa7+ Kd6 97.Qb8+ Kd5 98.Qd8+ Kc4 99.Qd3+ Kc5 100.Qf3 Qf4 101.Qh5, pero tras 101...Kb6 ya no hay más trucos. 96...Qe4+ 97.Kb2 g4 98.Qd7 No es mejor 98.Qf8+ Kc4 99.Qb4+ Kd5 y el peón tiene vía libre. 98...Kc4 La directa 98...g3 también era buena. 99.Qd1 Qg2+ 100.Ka1 c5 Según el ordenador, la manera más rápida de ganar era 100...Qf3! 101.Qd4+ Kb3 102.Qb4+ Kc2 103.Qb2+ Kd3 y en la cantimplora blanca queda ya muy poca agua. La jugada de Alexander no pone en riesgo la victoria, pero permite al inventivo Bronstein sacarse un truquillo de la manga. 101.Qc2! Qf1+ No, por supuesto, 101...Qxc2? con ahogado, otro recurso típico de estos finales. Por suerte, el negro no está obligado a capturar la dama. 102.Kb2 ¡El blanco incluso amenaza mate con Qe4! 102...Kd5 103.Qd2+ Ke4 104.Qg5 Qf5 105.Qh4 Kf3 106.Qh1+ Ke2 107.Qg2+ Ke1! El pequeño rato de zozobra ha acabado con el rey incrustado en la retaguardia blanca. Esta maniobra también es de manual: con los dos monarcas cerca el uno del otro, las posibilidades de jaques cruzados aumentan. El desenlace está ya muy cerca. 108.c4 La doble variante 108.Qg1+ Qf1 109.Qxg4 (o 109.Qxc5 Qf2+) 109...Qe2+ tiene un innegable encanto. 108...b4 109.Qg1+ Ke2! No hay que relajarse ni por un instante. Si 109...Qf1 110.Qxc5 Qf2+? el blanco empataría con 111.Qxf2+ Kxf2 112.c5 g3 113.c6 g2 114.c7 g1=Q 115.c8=Q. 110.Qg2+ Ke3 111.Kb3 En caso de 111.Qg3+ Kd4 el blanco no puede dar más jaques so pena de perder su último peón. 111...Qd3+ 112.Ka4 Qxc4 113.Qg3+ Kd2 114.Qf2+ Kc3 115.Qe3+ Kb2 Una vez más, el rey usa la técnica de acercarse todo lo posible a su colega. 116.Qe5+ Qc3 117.Qg5 g3 118.Qg4 g2 119.Qg5 O 119.Qxg2+ Qc2+. 119...Qc1 120.Qxc5 El último estertor: 120...Qxc5? sería ahogado, pero Alexander no la pifia. 120...Qc2+ Aquí las blancas inclinaron su rey. 0-1 [Comentarios parcialmente basados en notas de Golombek y Giddins]