1.c4 c5 2.b3 Tal saca a su adversario de los libros y evita por el momento la discusión en el centro que surgiría con 2.Nf3 Nf6 3.d4, ilustrada por la partida Topalov-Ivanchuk de la semana pasada. Su idea es desarrollarse tranquilamente, ubicando el alfil en una buena diagonal. La jugada tiene una importante componente psicológica. Velimirovic era un muy notable jugador de ataque, al que le incomodaba enredarse en lentas maniobras posicionales, así que cabría esperar una reacción impetuosa en el centro, justo como en la partida Andersson-Velimirovic jugada en Niksic un año antes. Si esto ocurre, las piezas del letón estarán bien dispuestas para el contraataque.
2...Nc6 Otra posible continuación es 2...Nf6 3.Bb2 g6. En la partida Karpov-Browne, San Antonio 1972, el ruso consiguió ventaja jugando 4.Bxf6.
3.Bb2 e5 Exactamente como había previsto Tal.
4.g3 Aquí Andersson prefirió 4.Nc3. No se puede decir que un movimiento sea mejor que el otro, pero ciertamente tiene sentido sacar el alfil de rey en fianchetto para subrayar la debilidad del negro en las casillas d5 y e4.
4...d6 5.Bg2 Be6?! Tal ha sabido leer bien a su rival. El negro pretende cambiar los alfiles de casillas blancas y a continuación aprovechar el agujero generado por el avance g2-g3, pero esto es demasiado optimista porque el de d5 es todavía mayor. Algo como 5...f5, para seguir con 6...Nf6 y 7...Be7, desarrollando las piezas del ala de rey, hubiera sido más oportuno.
6.Nc3 Qd7 7.Nf3 Bh3 Consistente con el plan iniciado en la jugada 5. Una alternativa es 7...Nf6 8.O-O Be7. Si el blanco intenta eliminar el alfil de e6 con 9.Ng5, se continúa con 9...Bf5 10.e4 Bg6 y las negras no están mal.
8.Bxh3 Qxh3 9.Nd5! Qd7 9...O-O-O 10.b4 se antoja algo temerario, incluso para Velimirovic.
10.e3 Más preciso que 10.O-O, ya que el blanco ha de jugar activamente para mantener la iniciativa.
La intención es conseguir una nítida ventaja posicional jugando 11.d4.
10...Nce7 Comprensiblemente, Velimirovic desea librarse del molesto visitante. Observemos que la otra opción, 10...Nge7, tiene el inconveniente de que tras un eventual 11...Nxd5 12.cxd5 el caballo de c6 queda amenazado.
11.Nc3! Puede parecer un contrasentido regresar a c3 pero Tal sabe lo que hace. El detalle es que entre la ida y la venida del caballo la posición del negro ha empeorado: la dama se ha visto obligada a retirarse de h3 (lo que permite a las blancas enrocar) y hay un considerable atasco en su ala de rey. Si ahora 11...Nc6 el blanco simplemente juega 12.d4 (o 12.O-O y eventualmente d4).
11...Nf6 12.O-O! Conociendo a Tal, es muy posible que aquí ya hubiera previsto lo que iba a pasar en las próximas jugadas, incluyendo el descabellado sacrificio de caballo. Muchos hubieran preferido evitarse líos jugando 12.d4 exd4 13.exd4 cxd4 14.Nxd4 d5 15.O-O, que asegura una ventaja estable sin riesgos, pero entonces nadie se acordaría de esta partida.
12...e4! Velimirovic, fiel a su naturaleza, no está dispuesto a cruzarse de brazos viendo si Tal juega o no juega d4.
13.Ng5!? Al lío. 13.Ne1, por ejemplo, con la idea de d2-d3 o f2-f3 (y si 13...d5 entonces 14.Qc2), hubiera cuestionado la arriesgada propuesta del negro, pero esto es un combate de hombres, no de colegialas.
13...d5 No hay vuelta atrás, porque si no el peón de e se pierde: 13...Qf5? 14.Nb5 Qxg5 15.Nxd6+ Kd7 16.Nxf7 es ganadora para el blanco.
14.cxd5 Qf5 El aire tiene ese inconfundible olor a ozono que precede a la tormenta...
15.Nxf7!!? ¿Cómo juzgar una locura así? Tras 15.d6 Qxg5 16.dxe7 Bxe7 17.f3 exf3 18.Qxf3 O-O-O 19.Ne4 Nxe4 20.Qxe4 Rxd2 21.Rxf7 Qh6 el ordenador anuncia una cierta ventaja para las blancas, pero la posición es de doble filo, y un atacante nato como Velimirovic estaría en su salsa en este ambiente. Con tal de llevar las riendas, y aun a sabiendas de que el tiro puede salirle por la culata, Tal entrega con gusto una pieza. ¿Quién sino él sería capaz de jugar así?
15...Kxf7 16.f3! Lo bueno de Tal es que no tenía el menor problema en hacer un sacrificio y luego seguir como si nada. Desde luego, esta jugada es básica, pues permite a las piezas mayores del blanco incorporarse al ataque y en algunas variantes genera un peligroso centro móvil de peones.
16...Nexd5 Lo más lógico. 16...exf3?! 17.Rxf3 echaría más leña a un fuego ya de por sí más que caldeado.
17.fxe4 Nxc3 18.Bxc3 Qxe4 Así pues, el blanco tiene apenas un peón por la pieza.
19.Qh5+ Ke6 Una posición crítica. El intento de buscar refugio con 19...Kg8? hubiera sido fatal: 20.Bxf6 gxf6 21.Rxf6 y el mate anda cerca, por ejemplo 21...Qe8 22.Qg4+ Bg7 23.Qc4+.
La defensa 19...Qg6 20.Qd5+ Ke8 21.Qxb7 Qe4 22.Qa6 no tiene fácil pronóstico, pero seguro que en esta posición Tal hubiera disfrutado mucho más que Velimirovic.
20.Qh3+ Kd6! Objetivamente el negro tiene una pieza de ventaja, así que ¿por qué conformarse con las tablas por repetición 20...Kf7 21.Qh5+ Ke6 22.Qh3+?
Otra cosa, por supuesto, es que Tal hubiese accedido a esto. De hecho, según declaró, su intención tras 20...Kf7 era jugar 21.Rf5, y si 21...Be7, seguir presionando con 22.Raf1. Mi ordenador no se muestra demasiado impresionado, y asegura que las negras tienen una buena ventaja con la incomprensible 22...h5, pero a ningún maestro en sus cabales se le ocurriría algo así.
21.b4! Tal no se deja tentar por 21.Bxf6 gxf6 22.Rxf6+ Kc7 23.Rf7+ Be7 24.Rc1 Rae8 25.Rxc5+ Kb8 26.Rb5 Rhf8; el equilibrio material se ha restablecido, pero el ataque ha perdido todo el gas.
21...Kc7 El negro encamina su rey hacia el otro lado del tablero, con la esperanza de sacar la torre de a8 y fabricarse una especie de enroque artificial. Hace bien en no pecar de avaricia, como evidencia la siguiente larga, pero espectacular continuación: 21...cxb4? 22.Bxf6! gxf6 23.Rxf6+ Kc7 24.Rc1+ Kd8 25.Rf4 Qe5 26.Qh4+! Be7 27.Rd4+ Ke8 28.Qg4! Rd8 29.Re4 Qd5 30.Rc7 Rd7 31.Rxd7 Qxd7 32.Qh5+ Kd8 33.Qe5 Rf8 34.Qb8+ Qc8 35.Rd4+. Naturalmente, esto solo se puede calcular con ayuda de ordenador, pero Tal tenía el don de intuir cuando la posición podía esconder cosas así: ¡por eso lo llamaban el mago de Riga!
22.Rac1 Rc8 Quizás 22...Re8, proporcionando cobertura extra a las casillas e5 y e6 y evitando el truco que explicaremos tras la próxima jugada del blanco, era algo mejor. Sin embargo no es fácil calibrar el potencial de 23.bxc5 y 24.c6. Velimirovic está solo a un paso de su soñado refugio en b8, pero a Tal aún le quedan trucos en la chistera:
23.Rf5! La amenaza es 24.Be5+,
con el extra de que 23...Kb8? 24.Be5+ Ka8 25.Rxf6! toca la torre de c8 con la dama.
23...Qg4?! La presión (y la falta de tiempo) comienzan a hacer mella en el yugoslavo, que hasta ahora ha jugado con gran solvencia. El ordenador propone la salvajada 23...b6 24.Rf4 Qc6 25.bxc5 Bxc5 26.Rc4 (24.Bxf6? Bxe3+!) 26...Ne4 27.Qg4 Rhe8 28.d4 Nd6 29.dxc5 Nxc4 30.Qxc4 Qe6 31.Qd3 Qxe3+ 32.Qxe3 Rxe3 33.Bd4 Ra3 34.cxb6+ Kb7 35.Rxc8 Kxc8 36.bxa7 y tablas, pero hay que tener nervios de silicio para jugar así.
24.Be5+ Kd7 Volvemos al centro, pues.
25.Qf1! Por supuesto, ni oír hablar de cambiar damas. Tal juega "a banda", que se diría en el argot billarístico, y pone el ojo en la casilla b5.
25...Qe4? Finalmente, Velimirovic se derrumba. Era imperativo jugar 25...c4! 26.Rf4 Qe6 27.Bxf6 gxf6 28.Rxf6 Qe5. Ahora el blanco tiene dos opciones: aceptar las tablas con 29.Rf5 Qe6 30.Rf6, o seguir torturando un rato a su rival con 29.Qf3, que es sin duda lo que hubiera ocurrido.
26.Rc4 Qc6 El negro se ha defendido del ataque por b5, pero ello ha permitido a la torre de c1 irrumpir con ganancia de tiempo.
27.Qh3! El juego de Tal en las casillas blancas es una gozada. Puede comprobarse que 27.Bxf6! también gana, pero la jugada de la partida es igual de buena y mucho más "humana".
27...Qe6 27...Kd8 28.bxc5 Nd7 ofrecía más resistencia. Sin embargo, el blanco tiene 29.Rd4 Bxc5 30.Bf6+! Ke8 (30...gxf6 31.Rxc5!) 31.Rxd7 Qxd7 32.Re5+ Be7 33.Rxe7+ Qxe7 34.Bxe7 Kxe7 35.Qh4+ Kd6 36.Qd4+. La dama manda sobre el tablero, los peones del negro están muy expuestos y los dos centrales del blanco resultarán imparables.
28.Bxf6! gxf6 Ojo a la respuesta que el letón tenía preparada para la natural 28...Qxc4: 29.Bxg7!!, con el punto 29...Bxg7 30.Rf7+ Kd6 31.Qd7+ Ke5 32.Rf5+ Ke4 33.Rf4+. ¿Era o no era un mago este Tal?
29.Re4 Qxa2 Obviamente, a 29...Qxe4 sigue 30.Re5+.
30.Rxc5+ Las negras abandonaron a la vista del mate 30...Kd6 31.Rd4+ Ke7 32.Qd7#.
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[Comentarios parcialmente basados en notas de Crouch y Gallagher]