Averbakh - Furman

Odesa 1960


1.c4 c5 2.Nf3 Nc6 3.e3 e6 4.Nc3 Nf6 5.d4 d5 A partir de una apertura inglesa nos encaminamos por inversión de jugadas hacia la variante simétrica de la defensa Tarrasch, justo como en el eléctrico duelo Rotlewi-Rubinstein del pasado agosto. 6.cxd5 Un plan alternativo es 6.a3, con la idea de 7.dxc5 Bxc5 8.b4 seguido de Bb2. 6...exd5 El negro acepta jugar con el peón aislado, que es lo típico en esta línea. 6...Nxd5 7.Bd3 Be7 8.O-O cxd4 9.exd4 O-O es igualmente jugable, y ahora es el blanco el que tiene el peón aislado (este esquema se denomina defensa semi-Tarrasch). 7.Be2 Bd6 7...cxd4 8.Nxd4 Bd6 es más habitual, con temas estratégicos similares a los de la partida. 8.dxc5 Bxc5 9.O-O O-O Detengámonos por un instante y echemos un vistazo a la posición. En razón de su peón aislado, el negro está estructuralmente peor, lo que le debería pasar factura en el final. De momento, sin embargo, manda en el centro y sus piezas tienen más libertad de movimientos. Así pues, la estrategias están claras. El blanco acosará al peón, procurando distraer al negro con su defensa, e intentará cambiar cuantas piezas sea posible, aunque no a costa de alterar sustancialmente la estructura de peones. En particular, es crucial impedir que su adversario realice la ruptura d5-d4 en buenas condiciones, pues entonces se quedaría con todos los triunfos. El negro, por su parte, trabajará para lograr dicha ruptura, y en todo caso buscará el máximo dinamismo para sus piezas, con la perspectiva de un eventual ataque al rey. No se puede decir que ningún contendiente tenga ventaja a priori; será la maestría de los jugadores la que decante la balanza a un lado u otro. Hoy será el blanco quién se lleva el gato al agua. 10.b3 a6 Si 10...d4? 11.Na4 y enseguida cae el peón. 11.Na4 Bd6 Unos meses antes, en la partida Korchnoi-Krogius del campeonato soviético, Krogius había optado por 11...Ba7. Se continuó 12.Bb2 Ne4 13.Rc1 Bg4?! (es mejor 13...Re8) 14.Nc3, con ventaja de Korchnoi. Con su jugada, Furman renuncia a d5-d4 en un futuro inmediato, poniendo sus miras en el ala de rey. 12.Bb2 Ne4 13.Rc1 13.Qxd5?? Bxh2+. 13...Re8 14.Nc3 Como se ha explicado, el blanco busca los cambios. El negro tiene que aceptar, so pena de regresar a f6 para defender d5 y reconocer que el salto a e4 fue prematuro. 14...Nxc3 15.Bxc3 Bc7?! Esto parece un error, porque no hay urgencia en proteger al peón. Es mejor 15...Bf5 16.Bd3 (16.Qxd5?? Bxh2+) 16...Be4! y desde aquí el alfil defiende y ataca a la vez. 16.Qd3! Muy oportuna, impidiendo la salida del alfil antes mencionada y habilitando la casilla d1 para una torre, con lo que se refuerza la presión sobre d5. 16...Be6 17.Rfd1 Rc8 18.Qb1 Ahora la dama se dirige a a1, al objeto de montar una batería con el alfil de c3 y atacar g7. Se pretende con ello forzar f7-f6, y así el alfil de e6 se queda sin sostén. 18...Qe7 19.Qa1 f6 20.Nd4 La doble amenaza 21.Nxc6 bxc6 22.Bxa6 y 21.Nxe6 fuerza al negro a transigir con más cambios. 20...Nxd4 21.Bxd4 Bd6 22.Bf3 Con el peón de d5 siempre en mente. 22...Rc6 23.Bb2 Rec8 El negro, al menos, se hace fuerte en la columna abierta. 24.g3 La prematura 24.Bxd5 Bxd5 25.Rxd5 Rxc1+ 26.Bxc1 Qc7! 27.Bd2 Bxh2+ pondría las cosas más fáciles al negro. 24...Ba3?! Estamos en un momento clave de la partida. El ataque sobre d5 exige una respuesta, que podría ser perfectamente 24...Qf7. A Furman no debió atraerle por demasiado pasiva, y en vez de ello opta por una secuencia de cambios que zanja, sí, la cuestión del peón aislado, pero a un elevado precio: su alfil, atascado entre sus propios peones, acabará siendo mucho peor que el del contrario. 25.Rxc6 bxc6 26.Bxa3 Qxa3 Así que es una pareja de peones colgantes lo que tenemos ahora. El negro estaría encantado si pudiera implementar el avance c6-c5-c4, pero esto es una entelequia porque la casilla d5 sigue sujeta con alfileres. Ah, y un detalle adicional: a6 ha quedado desprotegido. 27.Rd4 Con la idea de 28.Ra4 y 29.Rxa6. 27...Qa5 28.Ra4 Qb6 29.Qf1 Insistiendo sobre a6. Si ahora 29...a5 30.Qe1 Ra8 31.b4 el peón se pierde. 29...Ra8 30.Qd3 La ubicación ideal para la dama, mirando a los dos puntos sensibles a6 y d5. 30...Bf7?! Furman pretende llevar su alfil a e8 y luego avanzar el peón de c, especulando con que la torre queda amenazada, pero Averbakh cortará de raíz dicha posibilidad. La máquina prefiere 30...a5, y si 31.Qd2 entonces 31...Ra7, desactivando b3-b4. De todas formas, el blanco sigue con ventaja. 31.b4! Atornillando aún más la posición. 31...Be6 Este alfil está empezando a dar pena. 32.Qd4?! Un desliz que, afortunadamente, no dio al traste con esta magnífica partida. La idea en sí no es tiene nada de malo, porque a las blancas les interesa el cambio y si la dama negra se retira la otra se adueña de las casillas negras. Sin embargo, omite un venenoso detalle táctico. Había que jugar primero 32.Be2 Bc8 y, ahora sí, 33.Qd4. 32...Qxd4 33.exd4 Kf8?! El detalle táctico en cuestión es 33...Bh3!. De repente el alfil pasa de tullido a superhéroe y se amenaza mate en dos con 34...Re8 y 35...Re1#. Su tocayo de f3 impide al peón de f2 avanzar para dar oxígeno al rey y, lo que es peor, carece de buenos movimientos. Por ejemplo, 34.Bd1? Re8 35.f3 Re1+ y Rxe1, mientras que si 34.Bh5? g6. Así pues no queda otra que 34.Bg2, lo que permite el cambio del alfiles, y aunque las blancas tienen más espacio las negras no deben tener problemas para conseguir las tablas. Recular con la torre (tras 33...Bh3) tampoco es solución, por ejemplo 34.Ra3 Re8 35.Re3 Rb8! 36.Rb3 Re8 37.Rb1 Rb8 38.Be2 a5 y la ventaja blanca se ha evaporado. 34.Be2 Bc8 35.f3 Lo lógico parecería 35.f4, colocando el peón en una casilla a la que el alfil contrario no tiene acceso, pero Averbakh prefiere no comprometer de momento la estructura en el ala de rey. Además, así se impide que una pieza blanca pueda aterrizar en un momento dado en e4. 35...Ke7 36.Kf2 Kd6 37.Ra5 No interesa que haya sorpresas con un eventual a6-a5. 37...Bb7 38.Ke3 Kc7 39.Kd2 Kb6 40.a3 Re8 El negro no puede sino esperar y ver qué se le ocurre al blanco. 41.Rc5 Bc8 42.a4 Y lo que se le ocurre al blanco es sellar definitivamente el ala de dama y luego apoderarse de la columna abierta. 42...Bd7 43.Bd3 h6 44.a5+ Kb7 45.Rc1 Bc8 46.Bg6 Re7 47.Re1 Rxe1 La alternativa, dejar que la torre penetre, parece incluso peor. 48.Kxe1 Kc7 Y ahora es cuando empieza la parte más interesante de la partida. La estrategia de las blancas ha sido un éxito en toda regla: todas las piezas han desaparecido del tablero excepto los alfiles, y el suyo es mejor por varios cuerpos de ventaja. Además, tienen más espacio y su rey está más activo, pluses importantes en casi cualquier final. Y por si fuera poco, el negro tiene dos peones débiles en a6 y c6, que el alfil ha de mantener vigilados en todo momento. El blanco tiene, pues, clara ventaja. No obstante, a primera vista no parece decisiva, porque no está claro cómo derribar las defensas negras. Averbakh, jugando como una máquina, será capaz de encontrar un espectacular modo de hacerlo. 49.g4! Así los peones del ala de rey también quedan sujetos. 49...Kd6 50.Kf2 Dado que no hay vías de penetración por el flanco de dama, es en el otro lado donde hay que buscar la victoria. 50...Ke7 51.Kg3 Kf8 52.Kh4 Be6 53.Kh5 Bc8 54.Bd3! El objetivo es penetrar por g6. Tras esta jugada el alfil negro queda obligado a defender a6, no pudiendo impedir la entrada del rey por el otro lado. Todo el remate de la partida es un instructivo ejemplo de un principio básico en la teoría de finales, el de las "dos debilidades", en este caso a6 y g6. Por lo general, una única debilidad se puede defender; dos no. 54...Kf7 55.h3! El negro está en zugzwang. Si su rey no se retira entonces el alfil irrumpe: 55...Bb7 56.Bf5! y si ahora 56...Ba8 entonces 57.Bc8! es definitiva. 55...Kf8 56.Kg6 Un pequeño, pero importante avance. Sin embargo, si el blanco quiere seguir haciendo progresos debe forzar un segundo zugzwang. 56...Kg8 La idea del blanco es regresar a esta posición pero pasando el turno de mover a las negras. Este es el sentido de la siguiente maniobra del alfil. 57.Bf1 Kf8 58.Be2 Kg8 59.Bd3! Objetivo cumplido. El rey no tiene más remedio que mover, permitiendo la llegada de su homónimo a h7. 59...Kf8 60.Kh7 Kf7 El blanco ha hecho evidentes progresos, pero sigue sin estar claro cómo piensa asaltar el fortín. 61.Bg6+ Kf8 62.Kh8 Bd7 Este es el problema. La aparición del alfil blanco en g6 fija al rey en f8, pero como la amenaza sobre a6 ha desaparecido, el negro puede mover su alfil tranquilamente. O eso se cree él... 63.f4 Bc8 64.f5 Con esta jugada y la anterior la posición negra ha quedado todavía más restringida, pero a cambio el alfil blanco queda emparedado. Mejor dicho: parece emparedado. 64...Bd7 65.Bh5! El tercer, y definitivo, zugzwang: el alfil de d7 ha de abandonar, por un instante, la vigilancia de e8. Quizás Furman esperaba 65.Bh7 Be8 66.Bg8 Bf7!, ya que 67.Bxf7?? Kxf7 son tablas muertas. 65...Bc8 66.Be8!! Un inesperado y elegantísimo golpe. El alfil se entrega en una casilla vacía (no hay forma más estética de sacrificar una pieza) para que el rey destruya la estructura de peones negros. 66...Kxe8 Es obligado capturar el alfil, en vista de 66...Bb7 67.Bd7 Ba8 68.Bc8. 67.Kxg7 h5 Desesperación. Si 67...Ke7 68.h4! (no 68.Kxh6?? Kf7 y es tablas) 68...Bd7 y ahora simplemente 69.g5! y el peón de f corona. 68.Kxf6 hxg4 69.hxg4 Los dos peones pasados y conectados exigirán la atención del rey negro y permitirán al blanco trasladarse al ala de dama: el principio de las dos debilidades de nuevo a la palestra. 69...Kf8 70.g5 Kg8 71.g6 Kf8 72.Kg5 72.Ke5?? Kg7. 72...Bd7 73.f6 Be8 73...Bc8 74.Kf4 no es mejor. 74.Kf5 Kg8 75.g7 Bf7 76.Ke5 Bg6 77.Kd6 Bd3 Se puede optar por 77...Be8, pero tras 78.Kc5 Bd7 79.Kb6 el alfil no puede proteger a los dos peones a la vez. 78.Kxc6 Kf7 79.Kd6 El rey hace caso omiso del peón de d5; le viene muy bien que siga donde está. 79...Bf5 Si el alfil se mantiene en la diagonal f1-a6, digamos 79...Bc4, el blanco gana con 80.g8=Q+! Kxg8 81.Ke7; el peón de f6 corona porque el de d5 impide que el alfil controle la casilla f7. 80.b5! Y aquí las negras inclinaron su rey. Si 80...axb5 81.a6 el dichoso peón de d5 no deja al alfil controlar la casilla de coronación desde e4, así que no hay más remedio que jugar 81...Bc8 82.a7 Bb7 83.g8=Q+! etcétera. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Giddins y Khachiyan]