1.e4 e5 2.Nc3 Fue precisamente Carl Hamppe quien popularizó este movimiento, que hoy llamamos apertura vienesa aludiendo a la ciudad donde vivía (y donde se jugó la partida de hoy).
2...Bc5 Una continuación poco usual. Las opciones más habituales son la sólida 2...Nc6 3.Bc4 Nf6 4.d3 Bc5 y los gambitos
2...Nc6 3.f4 y
2...Nf6 3.f4, amén de la temeraria variante "Frankestein-Drácula"
2...Nf6 3.Bc4 Nxe4 que vimos hace unas semanas.
3.Na4?! En algunas variantes de la vienesa el blanco consigue la pareja de alfiles de este modo. No obstante, mover dos veces el caballo sin antes desarrollar otras piezas se antoja prematuro, sobre todo teniendo en cuenta que el alfil puede escapar a e7.
3.Bc4 Nf6 4.d3 d6 y solo ahora 5.Na4 es más preciso.
3...Bxf2+!? ¡Hala! Al más puro estilo romántico, Meitner intenta explotar dramáticamente la anterior jugada de las blancas. Espíritus más pusilánimes podrían preferir
3...Be7 4.Nf3 d6 5.Bc4 Nf6 6.Nc3 O-O 7.d3 Nc6, llegándose sin riesgos a una posición de completa igualdad.
4.Kxf2 Qh4+ 5.Ke3 Claramente la mejor. En caso de
5.g3?! Qxe4 6.Qe2 Qxh1 7.Qxe5+ Kf8 8.Qxc7 Qxh2+ 9.Bg2 Nc6 las blancas ya pueden darse por satisfechas si logran el empate.
5.Ke2? carece de sentido pues 5...Qxe4+ 6.Kf2 Qxa4 recupera la pieza con una enorme ventaja, y lo mismo vale para
5.Kf3? Qf4+ 6.Ke2 Qxe4+.
5...Qf4+ Otro posible modo de continuar el ataque es 5...Nf6!?, pero tras 6.d3 Ng4+ 7.Kd2 Nf2 8.Qe1 Qf6 9.Nf3 Nxh1 10.Nc3 d6 11.Be2 y 12.Qxh1 la posición de las blancas es preferible.
6.Kd3 d5 6...Nf6?! es menos convincente; tras 7.Qf3! la ofensiva pierde fuelle.
7.Kc3 Más de un comentarista ha afirmado que 7.Qe1 refuta el planteamiento de las negras, pero tras 7...Nf6! las cosas no están nada claras. Una posible continuación, en absoluto forzada pero ilustrativa, es 8.g3 Qg4 9.Bh3 dxe4+ 10.Kc3 Nd5+ 11.Kb3 Nc6!! 12.Bxg4 Na5+ 13.Ka3 Nc4+ 14.Kb3 Na5+ con tablas por jaque perpetuo.
7...Qxe4 El ordenador sugiere la sosa línea 7...Nf6 8.d3 Qf2 9.Nf3 b5 recuperando la pieza, pero para ese viaje no hacen falta tantas alforjas.
8.Kb3 Quizás era mejor 8.d4 Nc6 9.Nf3 exd4+ 10.Nxd4 Nf6 11.Bg5 Qe7!? 12.Bxf6 Qb4+ pero aquí queda mucha tela que cortar todavía.
8...Na6?! Una jugada bastante peligrosa en la práctica y muy lógica, amenazando Qb4# y evitando Nc5.
8...Be6? 9.d4 impide el jaque del alfil y refuta el ataque, pero el negro tenía un continuación objetivamente mejor:
8...Nc6!? 9.c3 (no vale 9.a3? porque el negro da jaque con el caballo en a5 y a continuación captura el de a4) 9...d4 y en esta complicadísima posición el oráculo de silicio otorga ligera ventaja al blanco.
9.a3?! La jugada no puede ser más razonable, pues detiene el mate y habilita una futura casilla de escape para el rey. Sin embargo el blanco desperdició aquí una gran oportunidad de cobrar ventaja:
9.d4! exd4 10.Bxa6 bxa6 y ahora sí 11.a3 (mejor que 11.Nc5 Qg6). Aunque el material en ambos bandos es nominalmente parejo, los débiles peones doblados no son suficiente compensación por la pieza. Ahora bien, reconozcamos en descargo de Hamppe: ¿quién, ni siquiera bajo los efectos del opiáceo más potente, podría imaginar la barbaridad que está a punto de hacer Meitner?
9...Qxa4+!! No está claro que esto sea objetivamente mejor que 9...d4 10.Ka2 Bd7 11.c4 Qc6 12.b3 Qd6, pero oportunidades así no se presentan dos veces en la vida.
10.Kxa4 Nc5+ 11.Kb4?! Las blancas desaprovechan una estupenda posibilidad y se asoman peligrosamente al abismo. Lo mejor era 11.Kb5! y las siguientes fantásticas jugadas son forzadas: 11...Ne7! (se amenaza mate empezando con 12...b6 y 13...Ba6+) 12.c4 (tras 12.Kxc5 13.a5 se llega a la posición de la partida) 12...d4 (renovando la amenaza anterior) 13.Kxc5 a5! (ahora se plantea 14...b6+ 15.Kb5 Bd7#) 14.Qa4+ Kd8 15.Qxa5! (hay que devolver la dama para frenar el mate y este es el modo correcto de hacerlo; puede demostrarse que tras 15.Qb5 b6+ 16.Qxb6 cxb6 17.Kxb6 Be6! las negras ganan) 15...Rxa5+ 16.Kb4 Nc6+ 17.Kb3. Con una pieza de desventaja y sin damas en el tablero, las negras cifras sus esperanzas de salvación en la pareja de peones centrales y pasados que resulta de 17...b5 18.d3 bxc4+ 19.dxc4, pero las blancas llevan todas las de ganar.
11...a5+! Ya puestos a sacrificar...
12.Kxc5 Según Heidenfeld 12.Kc3? es mejor, pero lo cierto es que el negro gana tras 12...d4+ 13.Kc4 Be6+!! 14.Kxc5 Nf6! y no se puede evitar el mate. Por ejemplo 15.Bb5+ Ke7 (amenazando Ne4#) 16.Qf3 c6 (amenazando Nd7#) 17.Bxc6 Rhc8 y el ordenador anuncia mate en nueve. Desde aquí hasta el final las jugadas de ambos bandos son las únicas que impiden la derrota.
12...Ne7! Ya sabemos lo que prepara el negro: b6+ and Bd7#.
13.Bb5+! El jaque salva los muebles de momento, pero ¿no será contraproducente? Al fin y al cabo se bloquea la casilla b5, la única por donde razonablemente el rey podría escaparse...
13...Kd8! Ahora b6# es ya mate directo. 13...Kf8? no es lo mismo, pues las blancas pueden jugar como en la partida 14.Bc6 b6+ 15.Kb5 Nxc6 16.Kxc6 Bb7+ y aquí es posible 17.Kxb7 Ke7 18.Kc6!.
14.Bc6!! Esta es la jugada salvadora, habilitando de nuevo b5 para el rey. No hay otra casilla buena para el alfil, porque si no su colega negro percute desde d7. Por ejemplo 14.Be8? admite la simple réplica 14...Kxe8 y b6+ y Bd7+ no tienen defensa.
14...b6+ Si 14...bxc6? el rey, inesperadamente, encuentra en c5 un refugio seguro. Es verdad que las negras amenazan mate en dos con 15...Rb8 y 16...Rb5#, pero esto se defiende fácilmente adelantando el peón a a4.
15.Kb5 Nxc6! Los recursos del negro parecen inagotables. Ahora se amenaza 16...Nd4+ 17.Ka4 Bd7# (o b5#).
16.Kxc6! No queda más remedio que acercarse a las brasas. 16.c3? no evita 16...Nd4+ 17.cxd4 Bd7#, y a
16.Ka4? también se responde con 16...Nd4.
16...Bb7+!! Como Abraham, Meitner está dispuesto a sacrificar hasta a su propio hijo.
17.Kb5 17.Kxb7? Kd7! 18.Qg4+ Kd6 y no hay manera de parar el mate 19...Rhb8#.
17...Ba6+ 18.Kc6! Hamppe tiene el buen sentido de evitar 18.Ka4? Bc4! y no hay escapatoria frente a 19...b5#.
18...Bb7+ ¡Fin del trayecto! Es tablas por repetición.
1/2-1/2
[Comentarios parcialmente basados en notas de Goeller]